Entonces, mírame

I

Abro los ojos y sigo andando. No sé dónde estoy ni a dónde voy, pero la gente sigue andando o corriendo hacia un lugar inexacto. Busco mi querido móvil, el único elemento que llevo encima. Aún así, nadie responde a mis eternas llamadas.
Cuando suena el buzón por sexta vez, toda la gente empieza a correr hacia un mismo lugar, cada vez más rápido, cada vez más gente. Me entra el pánico y corro, pero no puedo. Normalmente soy de las primeras en clase de educación física, pero en ese momento todos me alcanzaban, todos menos una. Parecía inmóvil frente a esa situación, estaba como yo, indefensa y sin energía. Me fijo en ella, pero se gira y me mira a los ojos. Pestañea y me muero.

Suena el despertador, mi salvador de todas mis malditas pesadillas. Otra vez moría en mis sueños, al menos era sin dolor.
Normalmente siempre tengo pesadillas, tampoco he vivido toda la vida con este tipo de sueños pero desde que empecé secundaria, todas las noches me atormentan. Por suerte, nunca se repiten, ya que siempre acabo muerta.

Me visto con el uniforme del colegio que todas las personas de este país coreano respetan. La típica falda azul con su chaqueta y blusa combinada.
Bajo al primer piso, donde Sakura me prepara el desayuno. Aunque solo me da tiempo a coger el zumo y mis onigiris para el almuerzo. Amo la comida japonesa de Sakura, ella nació en Osaka pero ahora vive con nosotros. Según ella, vino a Corea para devolver algo de su familia a un antiguo amigo de su padre, que era coreano. Pero se enamoró de un imbécil, así es como lo llama ella, y se quedó. Ahora está soltera y sirve a mi familia, mejor dicho, a mi madre y a mí. Ya que mi padre está de negocios en Japón, y sí. Soy china y mis padres también, y la razón de por qué estoy aquí desde mis cuatro años es porque mis padres se separaron. Mi madre encontró a un coreano rico y mi padre quería forrarse mientras vivía por el salvaje mundo, o así es como me lo explicó la última vez que nos vimos hace trece años.

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Este ha sido mi primer comienzo escribiendo un libro. Espero que os guste.
Gracias por confiar en mí.
Salanghe