Addiction; Jason Todd/ Red Hood

O1. I've been watching you

❝ Red Hood, ¿se ha ido?

Dom, 26 de abril del 2020
Por: Éter.

Existe un frase muy popular que dice "siempre eres malo en el cuento de alguien más", y a mi parecer eso es cierto. En tu percepción alguien es el malo. Siempre. ¿Aplica en los héroes? Claro que sí.

Bajo la percepción de las personas que han crecido en Gotham, Batman es el bueno. Siempre lo ha sido. Pero, bajo mi percepción, Batman perdona  criminales, da segundas oportunidades a quienes no lo merecen, a dementes como el Joker, pero, a un compañero vigilante no.

Un compañero vigilante como Red Hood, "el malo", es lo que la ciudad ha necesitado desde hace décadas, alguien dispuesto a limpiar la ciudad de toda la escoria. Pero, esto se complica cuando "el bueno" está en contra de una limpieza profunda.

"El bueno", siempre está intentando detener "al malo". Así es como se escribió, pero... ¿qué tal si el bueno es el malo?

Califica como bueno aquel que busca salvar, salvar a los inocentes, ayudar a la ciudad, aquel como Red Hood. Y sería una pena que se haya rendido.

Han pasado semanas desde el último avistamiento del encapuchado.

El último enfrentamiento entre el denominado "héroe" de Gotham y Red Hood, estuvo lleno de sangre.

Se reportaron series de disparos, explosiones, quejidos y algúnas peleas verbales fuera de contexto para los observadores.

Como resultado, en unas semanas hemos notado la ausencia de nuestro vigilante preferido, lo que nos parece un hecho demasiado triste. Gracias al favorito del observador, habíamos visto diferencia en la ciudad. Resultados en sólo un año de su estadía, que Batman nunca ha logrado en años.

Como fiel seguidora del trabajo de Red Hood, espero que no haya dicho "adiós" a Gotham. 

Él es lo que Gotham merece.❞

Terminó de leer la nota, y observó a la chica que estaba a unas mesas de él. Tenía unas ojeras que se podían ver con algo de dificultad gracias a los lentes de sol.

Bebía su café y luego le daba una fumada a su cigarrillo, sí, dentro del establecimiento dónde había un letrero de no fumar.

La chica tenía la mirada pérdida.

Terminó con su cigarillo, y unos minutos después salió del lugar.

En una ocasión normal, a Jason Todd no le habría importado en lo absoluto la mujer. Pero esta vez, todo era distinto. Tenía dos buenas razones para seguirla y observarla:

1.- Ella escribía lo positivo de él en El Observador.

2.- Necesitaba su ayuda.

Hace apenas dos días que sabía que ella usaba el seúdonimo "Éter" en sus reportajes. Desde entonces, ha estado siguiendo a la chica, que identificó como Vanessa Pride, hija de uno de los empresarios más sobresalientes a nivel mundial y antigua compañera de clases.

Cuando llegó la noche, Jason decidió actuar y poner en marcha su plan.

Entró en el departamento en medio de la noche. Estaba oscuro, con su casco podía ver los detalles del lugar. En la gran sala, la mesita de centro tenía rastro de lo que parecían drogas.

Había otro salón, en él había un escritorio y a un lado una ventana que daba vista de la ciudad.

—¿terminaste de inspeccionar mi hogar?— cuestiona una voz. Red Hood gira a ver a la chica, quién lleva un short y camisa de tirantes, en su cabeza lleva un antifaz para dormir.—responde, tengo cero paciencia.

—¿no me tienes miedo?—preguntó él. Acercándose un poco más a ella.

—yo no le tengo miedo a nada.—responde ella.—¿tú no me tienes miedo?

—yo no le tengo miedo a nada.—imitó el.

—¿qué haces aquí?—preguntó ella, siendo consciente de que podría saber la respuesta con un sólo vistazo, pero, le quitaría lo divertido.

—vine a ver a mi fanática número uno.—se mofa Red Hood, con su voz robótica desactivada.—¿no te alegra?

—ah, es por el blog.—respondió ella en voz baja.—te tardaste más en venir de lo que creí.

—¿sabías que vendría?

—sabía que un alías no sería suficiente para que no supieras quién soy.—responde ella.—¿sólo por eso estás aquí?

—en realidad no.—dice.—necesito ayuda de una mujer que al parecer conoce cada detalle de Gotham.

—estás en el lugar correcto.—dice.—pero yo no quiero darte mi ayuda.

—ni siquiera sabes que es lo que busco.

—salvar la ciudad, de seguro.—contesta ella.—y a mi no me interesa salvar Gotham.

—¿ni siquiera porque vives aquí?

—hay miles de ciudades, y yo escogí esta porque las drogas se consiguen como dulces.—contesta.—ahora que sabes eso, ¿me matarás?

Jason no estaba sorprendido, ella tenía indicios que la hacían parecer adicta, además vió las pastillas en la mesa. La había estado observando.

—no te mataré porque necesito tu ayuda.—habla él.—y los drogadictos merecen una oportunidad.

—¿qué quieres que haga?—preguntó, algo estresada.

—quiero que me ayudes a recopilar información sobre una especie de secta, son muy discretos, se hacen llamar Pania.

—no he oído sobre ello.—dice ella.—pero con tal de que te vayas de mi hogar...

—¿una semana es suficiente?

—una semana es perfecto. ¿Es todo?

Jason lo pensó.

—por el momento.—respondió.

Finalmente salió del departamento.