El tirano que mima a su esposa diariamente

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Capítulo Tres Mimándote

Apretando la barbilla de Song Song, el hombre sostuvo la parte posterior de su cabeza y con seriedad y ternura completó un beso.

Luego apretó los brazos y respondió: "Realmente es muy dulce".

Con los ojos oscuros adquiriendo un toque de vergüenza, Song Song, que tenía motivos ocultos, no pudo evitar sonrojarse. Él frunció los labios y bajó la cabeza. Por alguna razón, sintió que este rey era un poco diferente de cómo era en la vida anterior. Por supuesto, este sentimiento podría estar equivocado. Después de todo, solo tuvo una aventura de una noche con Li Xiao antes.

Los dedos de Li Xiao peinaron su largo cabello. Sus ojos se atenuaron cuando vio algunos mechones de cabello caídos mezclados entre sus dedos.

Song Song intentó salir de sus brazos varias veces, pero terminó siendo agarrado fuertemente. El hombre tomó la iniciativa de preguntarle: "¿Qué le gusta comer normalmente a Song-er?"

"Todo esta bien." Tenía suerte si incluso podía comer normalmente. ¿Cómo podría atreverse a ser quisquilloso?

Siempre había pensado que después de ser un fantasma durante tanto tiempo, se volvería más comprensivo y dejaría atrás el pasado. Sin embargo, solo después del renacimiento descubrió que todos esos rencores viejos no se olvidaron tan fácilmente. La cantidad de ternura y debilidad que tuvo en su vida pasada fueron reemplazadas por la misma cantidad de resentimiento y necesidad de venganza en esta vida.

Odiaba el cuarto de almacenamiento donde lo obligaban a dormir, odiaba que se muriera de hambre y se quedara sin ropa abrigada, odiaba su propia personalidad maleable y odiaba al padre que lo había tratado como un juguete roto desde la muerte de su madre. El que más odiaba era Song Ge, que fingía ser amable.

Aunque su corazón estaba pesado, su expresión permaneció tranquila y callada, sin siquiera insinuar sus oscuros pensamientos.

Li Xiao continuó preguntando: "¿Hay algo que realmente quieras comer?"

Song Song no pudo evitar mirarlo, "Wangye, no tienes que preocuparte. Este plebeyo es muy fácil de criar. Si eres feliz, entonces dame uno o dos mantou y un poco de agua fresca. Eso sería sé suficiente ".

Li Xiao dijo pensativamente: "Eso sí que es muy fácil de plantear".

Song Song ya no hablaba. En la vida pasada, él ya aprendió a cubrir sus cicatrices frente a otros. A veces, cuando su padre solía preguntarle sobre su vida, respondía que todo estaba bien. Solo más tarde entendió por qué solo los niños que sabían llorar tendrían dulces para comer. Pensó que solo siendo obediente y considerado, no causar problemas a los demás haría que otros como él. Pero ese no fue el caso.

Algunas personas incluso pensaron que su naturaleza dócil era solo un acto.

Esta vez, no le importó mostrar un poco de miseria frente a Li Xiao, pretendiendo ser un personaje lamentable pero silencioso. Si esto le permitió una pizca de simpatía e hizo que su vida cambiara para mejor, entonces, naturalmente, es algo bueno. Sin embargo, si Li Xiao no se compadeció de él, todavía estará bien. Él ya tenía un plan para evitar sus desgracias anteriores.

El carruaje tirado por caballos los llevó hasta la finca del rey. Song Song luchó un poco más fuerte: "Wangye, por favor, deja que este plebeyo salga solo".

(Nota: la palabra para heredad aquí es 王府 wangfu, que no es solo un edificio sino un grupo de casas construidas con un muro que rodea el área. Grande. Con muchos sirvientes y otro personal).

No dispuesto a dejar ir, Li Xiao preguntó: "¿De qué tienes miedo?"

No estaba asustado. Simplemente no quería salir del camino para llamar la atención. Aunque a Li Xiao le gustaban los hombres, probablemente todavía tenía concubinas que no podía evitar aceptar. El rey loco era notorio. Si lo sacaran del carruaje, la noticia se difundiría por toda la residencia en un día. Alguien podría usar esto como una razón para causarle problemas en el futuro. No quería hacer enemigos desde el principio.