Embarazados(Príncipe Flama X Finn)

¡Funcionó !

Holis!Te invito primero a leer este pequeño comic que me inspiró a escribir la historia x3 ( no te arrepentiras)?

https://www.google.com/amp/s/aminoapps.com/c/yaoi-amino-espanol-yae/amp/blog/finn-y-principe-flama/WrNr_8rIXuL0E0d3gknamla7GKvoZQzZ0X

Editado: no se poque no puedo hacer que ingresen al link :( PERO ENCONTRARAN EL LINK EN LOS COMENTARIOS POR PARTE DE Bloodymelody04 ) (GRACIAS :,D)

Hace tiempo que cierto chico aventurero  habia hecho formal su relación  con "Fib", o como todos lo conocían,  el Príncipe  Flama.
Antes no era capaz de entender que era ese cosquilleo que sentia en su estómago, primero pensó que era alérgico a dicho ser o que solo se sentía  enfermo pero gracias a la ayuda de sus amigos, sobre todo la de Jake, fue capaz de entender  la  naturaleza de sus sentimientos y ahora todo estaba mucho mas claro. Y la verdad era que amaba al Príncipe Flama pero todo no era color de rosas, además de ser mal vistos por el padre del príncipe estaba el dilema de su fuego, conforme pasaban tiempo juntos más  deseaba tocarlo, tomarse de las manos, besarse... Hacer lo que hacen las parejas sin embargo un roce de su piel contra la suya significaba una quemada masiva y dolorosa.
No recordaba cuando dejaron de intentar acercarse al otro, aprendieron a convivir con  ello, a buscar afecto y amor en otro aspecto, en demostrarse cuanto se querian por medio de acciones, de palabras...pues el contacto físico no debía ser  la fuente de su relación aunque en el fondo los dos deseaban poder amarse sin limites.

Un dia como cualquiera el joven aventurero  se adentró  por el Dulce Reino, compartiendo con la dulce gente que allí  habitaban, ese paseo terminó por visitar al Dulce Principe o como mejor era conocido bajo el nombre de  Gumball, quién  notó su peculiar estado de ánimo , pues era muy evidente, entonces decidió charlar sobre sus preocupaciones  mientras compartían una  tasa de té  en el basto jardín  del castillo y el dulce científico de cabellos rosas le quiso ayudar en sus problemas asi que sugirió la remota posibilidad de embarazar  artificialmente  al rubio con genes del Principe Flama, nada era mejor muestra de amor que un fruto de ellos dos, por supuesto el inocente niño de rubios cabellos se emocionó por la idea sin embargo quedaba decirle a su novio¿ Rechazaría aquella idea? Sólo habia una forma de saberlo y era decirlo  sin rodeos por eso invito al príncipe a una cita de noche justo en frente de su casa árbol, le espero con una manta tendida en el suelo a prueba de fuego , se acostó en ella y miró hacia el estrellado.
Siempre se preguntaba si había algo mas allá de esas estrellas que alumbran en  la oscuridad, soñaba con viajar hacia ellas y  tener increíbles aventuras junto con su mejor amigo, su novio...  y quizás una personita más, sonriendo este cerró  los ojos imaginándose  como sería ese ser diminuto y frágil pero antes de hacerlo la voz del príncipe le hizo levantarse inmediatamente del suelo.

-¡Príncipe!... No te oí llegar- en ese repentino movimiento dejó caer su gorra al suelo liberando sus hebras rubias y que descendían hasta sus ojos- - Ven, sientate..Tranquilo no se prenderá fuego .

- Eres tan considerado Finn- dijo el joven en llamas que se sentó a su lado teniendo cuidado de no tocarlo pero era la suficiente para percibir esa sensación  de unión entre sus dedos, no quiso verse triste por ello asi que optó por mirar el adorable rostro de su chico aventurero para asi sacar automáticamente una gran sonrisa- Parecías ansioso para verme ¿Qué ocurre?

-Mnh...Bueno- de repente las agallas que tenía  ese dia como burbujas de caramelo se reventaron y no quedó ninguna, junto sus piernas flexionadas contra se pecho para terminar abrazándolas, miró  al suelo y sin saber como decirlo escondió su rostro asustado  pero no del príncipe... sino de su posible rechazo a la sugerencia de Gumball y es que deseaba fervientemente un bebe de su amado, formar una familia feliz como en los cuentos que Jake vivía contándole desde que tenía memoria, no podia pedir más sin embargo todo dependía  del contrario.