Capítulo 3

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- Quien és?- Preguntó no muy interesado que por la voz adiviné que tenía 4 años.
- Puedo entrar? Pregunté
Y abrí la puerta y me asombré al ver a un niño clavado a Andrew.
-Para que preguntas si has entrado.
-Solo quiero hablar contigo no me conoces y yo a ti tampoco así que quiero presentarme.
- Por favor todo el mundo dice que las madrastras son malvadas.
Si Cenicienta hubiese escuchado eso estaría de acuerdo.
- Me llamo Selena y tu?
-No te interesa saberlo.
-Vamos dame una oportunidad y verás que nos haremos amigos.
-Haces ruido cállate o sal de la habitación.
- Bien voy a callarme.
- Que estas leyendo?
-Como manipular impuestos.
-Ah pero eres pequeño para saber de eso.
- Mi padre dice que debo aprender cuando más mejor.
- Que te parece si vamos al jardín? Me gustaría verlo y nadie me lo puede enseñar. Me lo enseñas tu?
- No se como voy a vivir contigo. Bien vamos
Los dos bajamos al jardín y nos sorprendió ver a los criados viendonos a los dos caminar juntos. Bueno era extraño en cierto modo una madrastra con su hijastro cogidos de la mano.
Al llegar al jardín me quedé fascinada al ver tantas rosas juntas.
-Wow, que bonitas!
- Ahora mismo no se quién de nosotros es el adulto quien es el niño.
- Me gusta actuar como una niña en situaciones como estas.
-Que?
-Sabes? Hace tiempo cuando era pequeña alguien me dijo que era como una rosa, ellas o en lindas cuando quieren pero si alguien la coge esa persona sufre.
En ese momento mi mente dibagaba ya que estaba pensando en mi pasado...
-Estas bien?
- Me puedes llamar Selena, por favor?
-Porque?
- No me gusta que te dirías a mi como tu.
- Vale.
- Se me olvidó decirte que hoy cenaremos tu padre, tu y yo.
-Porque?
-Porque ahora somos una familia y aunque tu padre sea un príncipe primero es un padre.
- De acuerdo iré.
- Gracias- Dije con una sonrisa
- Cof-Cof ya Vamos?
Antes de irnos cogí una rosa y entré a mi nueva casa con Henry. Todo una bien, los dos hablábamos hasta que apareció la criada y dijo:
- Señorita, tiene visita.
- Quien es?
- Es el duque Von Bourbon.
- Mi padre?
- Si señorita.
Ahora que él me vendió venía a verme y ni siquiera fue a mi boda.
- Por favor llevate a Henry de inmediato de aquí, deja las puertas abiertas y pon dos guardias rápidamente en las puertas.
- Madrastra, que pasa?
- Ni pasa nada ahora vete a tu habitación y no salgas hasta que te avise.
- Bien
Me senté en el sofá, puse mi cara de póker y esperé ha enfrentarme al infierno en ese mismo momento.
Lo que le dije a la sirvienta se hizo y entró mi padre, el duque Von Bourbon un señor de mediana edad con el cabello rubio, ojos verdes y una mirada que decía que sólo le importaba el dinero.
-Hija te extrañe mucho
-Yo no mucho ya que me vendiste sin pedirme permiso.
- No quise hacerlo además él es el príncipe.
-Como el rey del mambo! porque me vendiste?! A ti ni siquiera te importan tus hijos!!!
- No me eleves la voz Selena! Soy tu padre!
- Ahora te acuerdas que eres mi padre?! Quien será el próximo que venderas, mi hermano!
- Selena cállate ahora mismo!
Nuestras voces se elevaron hasta que todo el castillo lo pudo escuchar, las criadas, Henry, el príncipe Andrew...
- Ahora me acuerdo ahora me matarás como lo hiciste con mi madre?!
- ¡Selena cállate!
Y en ese instante se escuchó el ruido de una fuerte bofetada en mi mejilla, fue tan fuerte que sentí como si mi oreja empezase a sangrar.
- Pare señor Von Bourbon.
De repente entraron los guardias que encargue para que vigilasen la puerta.
- Sueltenme! Yo no hice nada porque me cogen si no he echo nada?!
- Lo enviaremos a las mazmorras por herir a un miembro de la familia real.
Y los guardias desaparecieron junto al que era mi padre.
Me dolía la mejilla pero lo peor era que mi oreja sangraba. De repente entró Henry corriendo hacia mi.
-Mamá! Estas bien?!
Mi visión se hacía más débil, empezaba a oscurecer.
- Me has llamado mamá? Dije con la voz entrecortada con una sonrisa.
- Si te lo dije ahora no mueras o sino ire al infierno y te molestare toda la eternidad!
- Ufff eso sería horrible. Tranquilo estaré bien sólo me sangra la oreja.
-Llamo a papá?
- No déjalo hacer sus deberes ahora estará ocupado así que no le cuentes nada, vale?
- Vale.
- Y vete a cenar con él.
- P-pero...
- Si no lo haces mi fantasma te maldecira durante años.
- Bien.
- Ahora voy a dormir sólo un rato pequeño vale? Estoy cansada.
Y dormí durante horas.

Me casé con el padre del villano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora