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[Kim Seokjin]

Era de madrugada y yo estaba de turno en el hospital más conocido de la ciudad.

Me levante del escritorio y fui por mi café, realmente el día estaba calmado... No había pasado nada interesante en los últimos dos años de mi trabajo,excepto la vez que llego alguien con un ave enredado en su pelo, como sea, llevé la taza de café a mis labios y solté un sonido de gusto al ver que era dulce, tal y como me gusta.

Seguí tomando de mi café mientras firmaba y leía unas cláusulas.

Doctor Seok Jin es solicitado en sala de urgencias.

—Vamos a ver que es—Dije tratando de reunir fuerzas.

Corrí por todo un maldito pasillo hasta que empecé a escuchar gritos y más gritos de doctores y enfermeras discutiendo entre sí.

—¿Qué carajos está pasando aquí?—Vi al paciente, un joven de 17 al parecer, recostado en una camilla. Me acerque para empezar a atenderlo pero... ¿Qué demonios es esto?—¿¡Qué le ocurrió?!

—E-El estaba en la escuela y de la nada se ¡desmayo! luego empezó a escupir espuma y se puso así de rojo...—Hablo una estudiante de último grado al parecer.

—Llévalo a la sala de cirugía ¡ahora!—Todos empezamos a correr, el paciente estaba perdiendo pulso... estaba inconsciente—Vamos chico, resiste un poco más —suspire, en todos mis años de carrera jamás he visto un caso como este.... ¿Qué mierda estaba pasando?

íbamos a mitad de camino y empezaron a llegar más y más jóvenes en la misma situación, deje a la doctora IU como supervisora del primer caso que llego, me fui a la sala de emergencia y Dios... Estaba todo lleno de jóvenes de preparatoria— ¡Pongan a cada uno en una sala! ¡Los medicos y enfermeras disponibles miren si hay más salas de quirófano! Si es así llevenlos y realicen lo que tengan que realizar.

Mientras trataba de organizar las cosas, la doctora IU apareció con una cara de preocupación y me tomo del brazo, arrastrandome a la sala donde el primer paciente estaba.

—Doctor Seok Jin...—Respiraba con pesadez—Es mejor que lo vea usted mismo—Empecé a colocarme la bata y todo lo necesario como medida de seguridad, entre en la sala y lo primero que vi fue las venas que sobresalían en todo el cuerpo—T-Tratamos de sacar sangre para una diálisis, p-pero la sangre no es roja y no es tan líquida.

Tome las jeringas que contenían la sangre del joven y efectivamente no es roja y no está líquida.

El chico agonizante empezó a disminuir su ritmo cardíaco hasta que la máquina no detecto otro latido, rápidamente tome el equipo de reanimación.

—Uno, dos, tres ¡atrás!—Toda la energía se deposito en el tórax, su ritmo seguía sin aparecer, lo intente de forma manual.

Puse mis manos entrelazadas  en su pecho y empecé a hacer trabajo de reanimación.

—Vamos chico... Lucha un poco más—Seguí así hasta que la doctora IU me tomó del brazo.

—Se ha ido Jin, déjalo ir —Todos estaban cabizbajos, con la respiración agitada, acepte la realidad y salí para buscar a la madre del pobre chico, al llegar vi a personas llorando y rezando por que salvemos la vida de sus hijo, nietos, etcétera—¿Familiares del joven Mingo?—Una mujer de pelos negros y figura de muñeca se levantó con los ojos rojos y su nariz enrojecida.

—Y-Yo soy su hermana ¿él está bien? Es lo único que me queda... —La peor parte del trabajo es decir que tu familiar a muerto, la chica tenía un brillo de esperanza.

—Lo lamento—La chica me miró con ojos suplicantes de que por favor n? 0 o fuera esa mi respuesta— Hicimos todo lo que pudimos, lo lamento  —Ese brillo que la chica tenía antes ya no estaba, la chica miró al piso, empezó a llorar y a gritar... De tanta agrenalina  cayó desmayada en la baldosa.

C O L O R SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora