Cazar o Morir

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Este día me encuentro cepillándole el cabello a mamá, normalmente lo haría papá, pero él salió a cazar, mamá se encuentra inerte mirando el espejo, sus manos como siempre se encuentra aseguradas a la silla, ella no me habla, solo se queda viendo el espejo sin moverse.

Carraspeo para intentar llamar su atención.

__Papá me dijo que cuando eras joven, eras modelo y no lo dudo, se que eras preciosa, vi una foto tuya de joven, papá dice que me parezco a ti, también me dijo que unas personas te hicieron daño y desde entonces te perdiste en ti, ni siquiera mis abuelos te querían y solo por eso los odio. Mamá… ¿me escuchas?

La veo a través del espejo suplicándole con la mirada una reacción, cualquiera, solo quiero saber que aun está ahí. Pero ella no me devuelve la mirada, se que esta ciega, pero aun así yo… mi mano cae decepcionada.

__ ¿Que estoy haciendo? Es obvio que nunca te he importado, voy a traer un calmante para soltarte y que puedas dormir –le susurro colocando detrás de su oreja un mechón de su cabello castaño.

Me doy la vuelta para salir a buscar la inyección y en el marco de la puerta escucho un susurro.

__Maya…

Me volteo con los ojos abiertos, me acerco para ver a mamá a través del espejo, junto mis manos sin poder creérmelo.

__Mamá... --le digo con ganas de llorar.

De pronto escucho la puerta de la entrada y salgo corriendo emocionada a decirle a papá.

__¡papá! ¡papá! Adivina quien me ha… --la palabras mueren en mi boca a ver que mi papa esta herido lleno de sangre.

Salgo corriendo a auxiliarlo, coloco su cuerpo en el sofá y rompo su camisa para ver su herida, tiene una entrada de bala en el hombro derecho, bajo a sus pies y veo que tiene un tobillo inflamado. Voy al botiqui de primeros auxilios para poner un tabique a su tobillo, luego me concentro en desinfectar la herida del brazo para sacar la bala.

__Pero ¿Quién te ha hecho esto? Se supone que nadie viene a este bosque y además te han disparado ¿vinieron a cazar y se equivocaron? –le pregunto a papá preocupada al ver la cantidad de sangre que ha perdido.

Papa suelta un quejido y se sujeta con fuerza el brazo.

__No se equivocaron, vieron que era una persona y aun así me han disparado. Eran tres, esos tipos son peligrosos Maya, corremos peligro si nos encuentran.

Consigo la bala y la saco, entonces me concentro en asegurarme en evitar el sangrado, comienzo a coser, pero noto que papá esta pálido.

__Tranquilo papá, te termino de curar y nos vamos, llevare mis armas.

Papa niega.

__Es muy peligroso salir estando herido y con tu mamá, sabes que ella no está en condición de defenderse.

__Papá que importa mamá, al único que no quiero perder es a ti, tenemos que irnos sin ella.

__No abandonaré a tu madre Maya, jamás. Lo mejor es que tú te vayas y te ocultes en un lugar seguro hasta que ellos se vayan, luego debes correr al pueblo más cercano dirección al sur.

Siento como unas lágrimas corren por mi mejillas, no puedo dejarlo, papá es todo lo que tengo en la vida, así que me limpio las lágrimas y corro a mi cuarto, busco mi ropa para cazar, agarro mi arco con las flechas, tres cuchillo y la escopeta con 10 balas.
Recojo mi cabello en una trenza y me coloco mis guantes, al salir, veo a papá aun acostado en la sala, esta dormido por el sedante que le di.

Agarro el collar que me dio papa cuando era pequeña, un diente de oso y me lo coloco.

No dejare que me quiten a mi padre.

+++

Las nubes tapan a la luna, dándome mejor oportunidad de camuflarme, me subo en uno de los arboles para ver mejor con mis lentes nocturnos, de pronto escucho unas voces.

__Por donde se fue ese pedazo de mierda –escucho una voz ronca.

Coloco  una flecha en el arco y me preparo para apuntar.

__Se fue como una rata, cuando lo veamos voy a disfrutar meter un palo por su culo –dice otro.

Aspiro con fuerza intentado enfocar mi presa.

__He escuchado que tiene una familia, podemos matarlos frente a sus ojos.

Enfoco mi mirada en uno.

__Eso me gustaría verlo con mis ojos –se ríe, fue el primero que habló.

Y con un zumbido la flecha atraviesa su ojo izquierdo. Sin poder evitar, suelto una sonrisa al ver como cae.

Los otros dos entran en pánico y comienza a disparar a diestra y siniestra, me oculto detrás del árbol, dejo la escopeta, si disparo se darían cuenta de mi posición muy rápido, bajo del árbol y saco una de mis navajas.

Mi pulso se acelera y la adrenalina recorre mi cuerpo al escuchar unos pasos acercándose, abro mis piernas y regulo mi respiración, aprieto mis nudillos y cuando el hombre pasa, no le da tiempo de reaccionar, lo tomo por el cuello desde atrás y rebano su cuello, el  tipo cae.

Pero el que queda me sujeta desde atrás y me presiona el cuello con el interior de su brazo, atrayéndome a su cuerpo escucho su respiración, mientras lucho por respirar.
__ ¿Una mujer? –me mira desconcertado.

Aprovecho su descuido para darle con mi codo a sus costillas, el hombre suelta un gemido, el siguiente golpe va a sus testículos y me suelta, me volteo para darle en la nuca y el hombre cae al suelo, rápidamente tomo su arma y le apunto.
El hombre se sujeta el cuello y me mira asustado.

__ ¿Eres la hija de ese cazador? –me pregunta con la voz ronca.

Me limito a sonreír.

__Dime una cosa ¿Qué se siente pasar de cazador a ser la presa? –le pregunto con una sonrisa maliciosa.

El hombre abre sus ojos aterrorizados y extiende el brazo, disparo a su pecho y el hombre muere, al acercarme me fijo en sus ojos negros ya sin vida e inmediatamente me acuerdo del venado. No veo ninguna diferencia, los dos son solo presa.

La MontañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora