Angel - 2° Temporada ~Larry Stylinson~

Capitulo 3

   Maraton 2/3

.-¿Un angeL?

— Styles ¿verdad?—preguntó. ...

Asentí.

Voltee para tratar de entrar a clases y hacer como si aquello no fuera real. Quería engañar a mis ojos .

--Aguarda—murmuro – ¿Podemos hablar?

--No eres real, no eres real, no eres real—susurraba en voz alta. Aquello no debía ser real.

--Si lo soy—exclamo—por favor voltea.

--¡Tú no eres real!—grite.

Voltee para verle la cara al chico  producto de mi imaginación. Pero ya no estaba.

Suspire aliviado y apoye la espalda contra la pared, me resbale por esta hasta tocar el piso y exigirle a mi mente que olvidara aquello.

Entre a clase y me sente en mi lugar.

--¿Quién era? preguntó Niall sonriendo.

--Nadie—susurre.

La clase fue lenta. Trate de prestar atención pero me fue imposible, y de olvidarme de lo sucedido.

Al salir del instituto corrí a mi auto junto a Niall. Había comenzado una fuerte tormenta y no quería llegar empapado a casa.

Subimos rápidamente y de la misma forma arranque. Maneje con cuidado hasta la casa de mi amigo-conocido.

--Mañana nos vemos—dijo sonriendo y bajo.

--¡Chau!—grite desde el auto.

Volteo y sonrio.

Arranque nuevamente  y comencé a manejar. No podía sacar de mi cabeza. Aquella visita tan sorpresiva.

Era imposible que me hay quedado dormido en clases….imposible.

Mi parabrisas dejo de funcionar, haciendo  que las gotas de lluvia cubrieran mi vista.

Pero no quería dejar de conducir. Queria llegar a casa y contarle a mi mama lo que me había ocurrido.

Prendí la radio del auto empecé a escuchar música lenta y tranquila. Tarareaba las canciones que  me conocía y doble  a la derecha para poder  entrar a la calle de mi cass. Vi unas luces venir en la misma dirección. Hice parpadear las mias para que el otro auto tomara la calle correcta, pero no lo hizo. Y cuando me di cuenta ya era muy tarde.

Giré el volante a todo dar pero no sirvió de nada, solo desviarme del camino.

Comencé  a gritar desesperado al ver que el auto se acercaba a mi. Y entonces lo ultimo que proceso mi mente fue la cara del chico, y sentí el impacto.

Un estúpido ruido me tenia alerta, ese estúpido ruido hacia que me doliera la cabeza, sentía que en cualquier momento iba a estallar como una bomba. Gemí por el dolor proporcionado por todo mi cuerpo. Una voz amable no conocida para mi pidió de manera dulce que me calmara, que todo iba a estar bien.

Abrí mis ojos instantáneamente. Miré a mi alrededor  y reconocí el hospital  de inmediato.

Traté de sentarme sobre la camilla en la que me encontraba pero un dolor agudo  en mis piernas me lo impidó.

Cerré los ojos, tratando de recordar lo ocurrido con el accidente.

Pero solo veía las luces, los gritos. Mis gemidos.

La puerta de mi habitación se abrió de golpe y no pude evitar sentir miedo cuando lo hizo.

La maquina que supervisaba los latidos de mi corazón  se comenzó a hiperventilar. El ruido me tenia mareado y el chico solo me miraba con ternura.

--¿Estoy dormido?—pregunte con un hilo de voz. Negó con la cabeza--¿Va hacer como la última vez? ¿Diré que vos no existís y desaparecerás?—le pregunte aquella imagen con movimiento que se encontraba  adelante mío.

Estas despierto, sano y salvo gracias a mi—dijo el ojiazul. Parpadee mis ojos y observe su cara por ultima vez. La puerta de mi habitación se abrió.

--Has despertado—exclamo el doctor.

--eso creo—susurre. Giré para ver al chico el cual se paró en un rincón de la habitación. El doctor volteo y lo mir.

--Eres un testarudo ¿verdad?—le pregunto el medico.

--Lo siento, pero es mi mejor amigo—le respondió el chico.¿Que era lo que estaba diciendo?

--Muy bien, le diré a tu familia que te has recuperado rápidamente—dijo el doctor y salió de la habitación.

--¿amigo?—le pregunte al chico.

--No hace mal mentir una vez en cuando—susurro riendo.

--¿Qué eres?—le pregunte asustado.

--El chico que te ayudo la otra vez con la manada de tarados que abusaban de ti  y de Niall—dijo sonriendo. Le quede mirando perplejo y abri mi boca de forma repentina.

--Aguarda—susurre ¿Por qué no te reconocí ese día? Y ¿Por qué no me causa miedo sabiendo la condición tuya? Iba a decir algo, pero cayo. Y miro la puerta de la habitación  por donde entró mi mamá   y mi papá eufóricos sonriendo y gritando  lo bueno hijo que soy. Escuche  las bendiciones de ambos.

Me acariciaron y estrujando mi cuerpo dándome un cálidos abrazos. Luego se marcharon pero antes le dedicaron una sonrisa al chico. Yo lo fulmine con la mirada.

--Ese día no me reconociste porque te habías olvidado de mi—me explico—y yo soy un enviado.

--Es imposible que me allá olvidado de ti, si tu has sido mi pesadilla por 2 años atrás—sollocé.

--No, no me entiendes—dijo angustiado.

--¿No te entiendo?—pregunte irónicamente--¿Qué es un enviado?.

--Solo me recordaras cuando me necesites—respondió serio y tomo asiento sobre la camilla—y un enviado es alguien con una misión.

--¡no te necesito!—grite pidiendo que se alejara de mi vida.

--Si, si me necesitas—me desafío.

--A ver, dime ¿Por que te necesito?—pregunté enojado.

--Si no me hubieran enviado para salvarte hubieras muerto tal y como hizo el otro conductor—dijo serio--¿el otro conductor mu…?—no termine la frase  y sentí como de mis ojos caían lagrimas.

--Si, por eso me necesitas—dijo.

--Pero tu estas muerto—susurre y me senté sobre la camilla ya sin sentir ese dolor  que me obligaba a quedarme recostado.

--Si, pero yo soy un Ángel—dijo semi sonriendo.

--Si tu familia te ve..—murmure.

--No me verán porque no me necesitan—dijo calamdo.

--Entonces, ¿tu serás como Mi ángel guardián?—pregunte.