CAPITULO 5

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Jeno se levantó perezosamente, tenía mucho sueño pero tenía que ir a la escuela.

Gracias a sus clases universitarias en su realidad anterior todo ahí parecia más sencillo.

Jeno a veces se sentía un poco desencajado, tenía dicisiete de nuevo pero su mente seguia siendo cuatro años mayor.

No parecia mucho tiempo, pero sí lo era.

Después de la escuela Jeno regresó a casa y siguió trabajando en su diario de recuerdos, ocacionalmente recordaba cosas y las escribia, cualquier cosa seria de ayuda.

Cuando Jisung regresó a casa con su mamá Jeno salió, habían pasado dos largos días desde que vió a Jaemin.

Sí, fué fuerte y no corrió a verlo, tenía qué hacerlo, la semilla de curiosidad que sembró en Jaemin tenía que crecer un poco, dos días eran más qué suficientes para qué su curiosidad creciera sin qué lo olvidara.

Jeno pasó a comprar una botella de agua en el camino, un regalo para Jaemin.

Jeno recordó con una sonrisa la primera vez que le llevó flores.

Jaemin no parecia conmovido ni mucho menos, Jeno aprendió qué Jamein valoraba mucho más botellas de agua, una barra de chocolate, una notita, cosas así, que decia Jaemin "derretian su corazón"

Jeno respiró fuertemente, la imagen qué iba a ver no le iba a gustar nada, la verdad no queria recordarla pero era necesario.

Recordaba cuando vió a Jaemin así desde la ventana en la otra realidad, ahora iba a doler mucho más.

Jeno abrió lentamente la puerta, el salón estaba completamente en silencio y Jaemin estaba sentado en medio del él con el rostro escondido en sus rodillas.

Jeno tomó airé y entró.

Se sentó cerca de la puerta y miró la espalda de Jaemin, le dolía en verdad.

Jaemin lo miró por el espejo.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó aún en esa posición.

Jeno se alzó de hombros.

- Queria verte bailar. - Jaemin no respondió por unos segundos.

- No tengo ganas de bailar, así qué puedes irte.

Jeno meditó, ¿qué podía hacer?

Pensó en todas las cosas que pasarón buscando una respuesta, Jaemin iba a odiar qué se acercara, iba a odiar que lo viera así, lo mejor qué podía hacer era quedarce ahí.

Jeno acostó la botella y la empujó para que llegara a Jaemin.

Jaemin volteó a verla y la tomó, frunció el ceño y miró rapidamente a Jeno qué le sonrió.

- ¿Qué es esto?

Jeno volvió a sonreir.

- Una botella con agua.

Jaemin rodó los ojos.

- No veniste cuando dijiste qué lo harias, ¿porqué vienes ahora?

Jeno lo miró.

- No tenía ni idea de qué ibas a estarme esperando. - Jaemin no dijo nada. - ¿Puedes mostrarme tu rostro?

Jaemin se tensó.

- No, será mejor qué te vayas.

Jeno suspiró.

- Bien, si te incomoda lo haré, pero... Realmente parece que necesitas compañia en este momento.

Kaeru - NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora