//Monster High: One-Shots//

Cartas.

Draculaura y Clawd Wolf:

Antes de que el equipo de porristas y los estudiantes de Monster High del penúltimo año, vayan de campamento a playa oscura, él se la había encontrado.

Antes de decirle lo necesario para despedirse de la vampiro, analizó algunas situaciones anteriores.

Por un instante, pensó en Cleo y no cómo si quisiera regresar con ella—¡Por favor!, Cleo era muy feliz al lado de Deuce—.
Si bien es cierto, hubo un tiempo en el que el licántropo sentía celos de esta parejita de monstruos. Pero lo superó rápidamente y siguió con su vida; no es como si el romance fuese esencial para él, sin embargo, Draculaura hacia las cosas más difíciles.

Si Cleo es ahora muy feliz con Deuce, ¿por qué él no podría empezar algo con alguien más?

Tomó su Itaud y con las manos temblorosas, mandó un mensaje a Draculaura, avisándole que más tarde iría a verla—¡Claro!, sí es que ella quisiese—.

No pasaron ni un minuto de haber enviado aquel mensaje y ya había una respuesta positiva por parte de ella.

Clawd sonrió, respondiendo qué pasaría por ahí cuando el cielo comience apagarse.—estamos hablando de las 6 de la tarde, más o menos, luego no vaya a ser qué cada uno se confunda y salga en una hora qué no es—.

( . . . )

Y así fue, Clawd se arregló para la ocasión.  Recordó la vez en qué la encontró en plena lluvia y la llevó en su auto hacia la entrada de la casa de Draculaura.
Hizo un poco de presión en su cabeza para recordar la dirección de ella; por un instante, pensó en preguntarle a su hermana, pero negó esa idea inmediatamente—no quería discusiones con ella por una tontería—.

Encendió su auto y fue rumbo a la casa de la hermosa vampiro. Mientras tanto, en su cabeza empezaron a salir varias líneas posibles para su conversación.

Pasando alrededor de unos minutos, había llegado a la enorme casa. Bajó del vehículo, dejándolo estacionado antes y su sorpresa fue encontrarla en la entrada de esta, muy emocionada al verlo llegar.

—¡Al fin!—comentó ella, con una gran sonrisa—¿iremos a algún lado?

Clawd parpadeó varias veces, estaba confundido y sorprendido. Draculaura se veía hermosa con ese vestido rosado con lindos detalles blancos y amarillos.

—S-Sí...—respondió al caer en la realidad.
Se apresuró a saludarle con la mano y la invitó a subirse al auto, en el asiento de copiloto.

—¿Gracias?—dijo ella, al ver la poca caballerosidad por parte de él.

—No hay de qué...—respondió sin importancia, mientras cerraba la puerta y encendía el auto.—¿A dónde quieres ir? ¡Por favor, qué no sea a un centro comercial a comprar ropa!

—¡Oh, claro que no!—aclaró mientras reía—dijiste que hablaríamos. Hay que dar un paseo por la ciudad, ¿te parece?

—Genial.—finalizó y pusieron en marcha su camino.

( . . . )

Pasaron un par de horas desde que habían partido, conversaron de temas triviales y alguna que otra verdad secreta, la estaban pasando bien.

Clawd intento invitarle a un restaurante de las más exquisitas carnes, pero se sorprendió al escuchar el rotundo "NO" por parte de ella. Supuso que será algún capricho de chicas, pero al recordar que Draculaura era vegetariana, se lamentó y entonces decidieron ir por unos helados.

Pasando eso, ya se había hecho tarde.  Draculaura temía que su papá le diga algo por regresar a esas horas de la noche y sobretodo en compañía de un hombre lobo, ya que todavía aquel conde recordaba esos antiguos pleitos con los de esa especie.

Clawd dejo a Draculaura a la entrada de su casa—sí, cómo la anterior vez—, pero antes de que bajase, ella se detuvo a decirle algunas cosas:

—Me la pasé genial contigo, Clawd.

—Igual yo.—se rascó la nuca—Te deseo lo mejor en tu campeonato en playa oscura, lástima que no pueda ir.

—Sí...—Draculaura sonrió con lástima—Pero me puedes mandar cartas, bueno, si quieres.

—Claro, lo haré...—intentó decir un poco más, sobretodo, quería preguntarle de aquella "relación" que estaban manteniendo; pero según él, no era el momento.

—Entonces, ¿nos vemos?—preguntó un poco desanimada, al ver qué no era justamente lo que ella quería oír de él.

—Nos vemos.

La vampiro, se despidió dándole un corto beso en la mejilla del muchacho. Bajó del vehículo con una enorme sonrisa, y con los latidos de su corazón al máximo.