Recuerdo,
lo recuerdo todo perfectamente.
Cómo podría no hacerlo.
Nunca me olvidaría.
Nunca olvidaría nuestros momentos,
mi querida Annabel.
Tú arrojaste luz
en mi más negra oscuridad;
y sé que te lo debo.
A ti te lo debo todo.
A nuestros momentos.
A nuestras tonterías.
A nuestras vidas.
A aquellas cosas que sólo tú conocías.
Los secretos que compartíamos.
Éramos diferentes a los demás.
No cómo eran ellos.
Nosotros éramos diferentes, Anna.
Por favor,
no lo olvides.
-Kyle
