This Isn't Everything You Are | L.S

Capítulo 1|

  Hacía demasiado frío, era el tipo de noche donde Harry no podía esperar para llegar a casa. De todas formas, no es como si tuviera alguna razón para salir.

Él había tenido el turno de cierre en el bar y, una vez, después de haberse despedido de sus compañeros de trabajo, estaba apresurado de llegar a su departamento lo más rápido posible, para acurrucarse entre sus mantas y quedarse dormido.

Caminaba rápidamente por la calle. Metió sus manos dentro de los bolsillos de su abrigo, haciendo una nota mental de recordar sus guantes para mañana en la noche, una gruesa capa de escarcha había cubierto la acera y los autos estacionados, y se preguntó si habría un proximo pronóstico de nieve.

El clima frío no era la única razón del porqué Harry se había marchado rápidamente, para su desgracia, no era fácil dirigirse de su casa al bar donde trabajaba, ya que tenía que pasar por una parte poco "fiable" de la ciudad. Él lo podría haber evadido, claro. Si hubiera querido caminar unos cuantos kilómetros desviándose del camino. O si estuviera dispuesto a pagar un taxi (y esperar una hora, un viernes por la noche) o incluso, si hubiera manejado hasta el trabajo, hubiera tenido que dejar parqueado su auto en el ridículamente- caro estacionamiento que quedaba a la esquina del bar, era evidente que, ninguna era opción para Harry, por lo que siempre ha hecho muchas veces el mismo recorrido durante todo un año sin tener problemas, continuo caminando rápidamente, permaneciendo alerta por si algo raro sucedía.

A menudo, deseaba que alguien lo acompañara durante su camino a casa, pero ninguno de sus compañeros vivía en la misma zona que él, así que se irguió sobre su altura y fijó su vista hacia adelante.

No era muy alentadora la gente que salía a la calle en la media noche ni temprano en la mañana, de vez en cuando, Harry caminaba por el frente de una mujer con una mini- falda y un pequeño top ajustado, quien le sonreía asumiendo que lo seducía, cuando en realidad solo lo hacía sentir incómodo.

También había hombres alrededor, aunque la mayoría de ellos parecían más jóvenes. A veces trataban de atraer la atención de Harry, emocionados pensando que él sería un cliente. De vez en cuando, algunos de ellos lanzaban insultos mientras él caminaba, amenazándolo que ni siquiera pensara en tratar de robar su "comercio" (drogas, tal vez). Y verdaderamente se le hacía una idea perturbadora.

Sin embargo, reconocía muchos de los rostros ahora, conocía aquellos rostros de noche tras noche de la misma rutina. A veces Harry se preguntaba cómo se habrán involucrado en aquella situación; qué tan desesperado podría estar una persona para vender su cuerpo cada noche. Pero aun así, continuó su camino.

Parecía que tanta era su prisa por llegar a casa esa noche que no notó cuando una alta y delgada figura se paró frente a él. Harry casi choca con el chico que bloqueó su camino, pero se detuvo antes de poder tropezar con él.

"Hola guapo", el hombre arrastró las palabras mientras agitaba sus pestañas.

Harry se preguntó por un minuto si esa siempre era la frase de apertura que todos los gígolos y prostitutas usaban, antes de intentar esquivar el chico.

"¿A dónde vas cariño? ¿Estás buscando algo especial esta noche?" el chico se puso frente a Harry otra vez, sonriéndole.

"No, solamente voy a casa," masculló Harry. Y observó la escuálida figura ante él: la ropa colgaba flojamente sobre el cuerpo del chico, la tez cetrina y ojos hundidos que desesperadamente esperaban que Harry fuera su próximo sueldo.

"Apuesto que te gustaría tener compañía en una noche tan fría," continuó el chico tratando de persuadirlo.

"Lo siento...." Dijo Harry y realmente se sintió mal. No porque él no sería su próximo cliente, sino por la gente que vivía de esa manera.

Su sonrisa vaciló un poco antes de que brillara falsamente otra vez "Oh vamos" el básicamente estaba rogando ahora "Te propongo un trato".

Otra voz interrumpió antes de que Harry pudiera responder "Demonios Sam, ¿Tan desesperado estás? El tipo no está interesado".

Harry se volteó y vio otro chico apoyado contra la pared, con un cigarrillo en su mano, y la otra dentro del bolsillo de su chaqueta, luciendo completamente casual. Reconoció la nueva voz; lo había visto trabajando en esa calle antes, tal vez era más reconocible, ya que de alguna manera no lucía como los demás prostitutos. Se destacaba porque tal vez no estaba obligado como los demás, y tal vez, solo tal vez, Harry lo recordaba porque tenía los más sorprendentes ojos azules que él había visto, pero él no podía admitírselo, porque no era algo que el debería estar pensando sobre un gígolo.

"Vete a la mierda Louis", el otro chico "Sam", replicó mientras fruncía el ceño.

"Encantador" el oji-azul respondió con facilidad, "Eso no es muy amigable, ¿verdad? Y yo que estaba pensando que estabas tratando de dar una buena impresión" agitó su mano en dirección a Harry mientras hablaba.

Sam parecía confundido, observó a Harry y a Louis tan rápido como pudo mientras trataba de procesar lo que estaba pasando. Harry se dio cuenta que Louis tenía los ojos ligeramente vidriosos y sus pupilas dilatadas, y él probablemente no tenía idea de lo que estaba sucediendo.

"Mira", el otro chico volvió a hablar mientras alejaba a Sam de Harry, "¿No es este uno de tus trucos?" Señaló un coche que estaba detenido bajo la sombra de uno de los edificios y Sam miró por un largo tiempo mientras asentía con entusiasmo. Después, sin decir una palabra o incluso dirigir una mirada a Harry, trotó hacia el vehículo que lo esperaba.

El salvador de Harry. Louis, se dio la vuelta y miró un poco sorprendido al notar que el rizado seguía parado allí.

"Yo de ti seguiría caminado, rizado " dijo, antes de darle una larga calada a su cigarrillo.

"Um... bueno..." Harry tosió para aclarar su garganta, "Gracias... por eso." Él agitó su mano inútilmente hacia el oji-azul antes de meterla de nuevo en el bolsillo de su abrigo.

"No hay de qué", Louis respondió sin rodeos. "Y en serio, sigue tu camino".

No le dio la oportunidad a Harry para hablar de nuevo, porque se dio la vuelta y se dirigió hacia calle.

El sonido de una mujer gritando a la distancia, sobresaltó a Harry de su aturdimiento momentáneo y rápidamente se dio la vuelta y siguió el consejo de Louis.

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Cetrino: amarillento, verdoso