ᴇʟ ᴇɴᴄᴀʀɢᴏ ᴅᴇ ᴜɴ ᴀ́ɴɢᴇʟ // ᴊᴏᴇʀɪᴄᴋ

《 Capitulo 18 》

¿Por qué las personas nos dejamos llevar por los comentarios de otras personas?

¿Por qué no podemos ser nosotros mismos sin ser criticados?

¿Por qué somos así?

Nunca he entendido a las personas que dicen que seamos nosotros mismos ¿Cómo quieren que lo hagamos, si lo primero que hacen es cuestionar nuestros actos, nuestra forma de hablar, de pensar, de hacer las cosas y de la forma en que nos vestimos?

¿Por qué no nos dejan ser nosotros y dejarnos en paz?

Conozco a muchas personas que se sienten libres siendo ellas mismas sin importarle lo que diga la gente, de verdad admiro mucho a esas personas ♡. Son muy valientes, si eres una de ellas,  felicidades, tienes mi corazón ganado.

¿Por qué tienen que criticar? ¿Por qué cuestionar? ¿Por qué hacer que nos sintamos mal? ¿Qué ganan en hacer eso? Es mi vida no la de ellos ¿Por qué no dejarme de una buena vez en paz?

• Vivan su vida sin criticar a los demás •

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—Listo —dijo Joel para luego hacer una burbuja con un chicle

Aún me preguntaba de donde sacaba todas esas cosas ¿de que magia negra se trataba?
Joel había terminado de meter a Chris a su cuarto por la ventana y nos encontrabamos aun afuera de la residencia preguntandonos el ¿Ahora a donde vamos?

—Hay que irnos tengo sueño

—Como tu digas.

Cuando menos me lo esperé ya estabamos en mi casa. Miré asombrado a Joel quien este estaba en las escaleras que daban para subir al techo.

—Estás cansado y necesitas dormir —dijo con una voz melosa — cualquier cosa estaré en el techo, buenas noches

Se despidió y desapareció. Subí a mi habitación, me tiré a la cama y puse las cobijas encima de mi.
Cerré mis ojos y en cuestión de segundos había caído en un sueño profundo.

Estaba en el techo y decidí entrar a la habitación de Erick. Ahí estaba él, todo retorcido en la cama, durmiendo como un inocente niño. Podía ver a través de su mente, estaba soñando con el momento de la tragedia que vivió junto con su familia.

Estaba saliendo del auto todo ensangrentado viendo como los médicos se llevaban a su familia en la ambulancia. Su corazón estaba destrozado, su familia se había ido y lo habían abandonado.

Pero un momento, no está solo.

Hay una persona, una chica vestida de color azul y con gris. Su cabello color cafe ondulado que le llega hasta los hombros y las puntas de color azul. Trae unas maletas en las manos pero parece convertirse en polvo.

—Pobre chico. Creo que he encontrado un hogar en él —dijo la chica.

Las maletas que ahora eran polvo color celeste cayeron en la cabeza de Erick haciendo que este cerrara los ojos y se empezara a sentir mareado.

—Dile hola a tu amiga depresión —dijo la chica desapareciendo y Erick abrió los ojos.

El chico comenzó a llorar, a sentirse inferior y notar que su vida ya no tendría sentido apartir de ese momento.

Ahí entendí todo. La depresión era una persona, una chica, un problema,una enfermedad y una triste forma de vida.

—Eres inteligente —dijo una voz detrás de mi.

—Tú —dije al verla. Era la depresión en persona

—Wow, me descubriste ¡felicidades!

—¿Por qué no puedes irte y dejar a Erick vivir en paz? —pregunté molesto

La depresión empezó a reir.

—Eres ingenuo querido ángel. Yo voy de mente en mente, de casa en casa; iba buscando cobre y encontré oro ¿no te parece eso fantastíco?

—¿Por qué lo lastimas?

—Mi intensión no era lastimarlo, es solo mi trabajo —confesó

—Pues tu trabajo va a terminar

—¿Quién me lo asegura? ¿Tú? ¿Crees que podrás salvarlo? Escucha ángelito, sé que Erick me odia y lucha por querer salir de esto; pero entre más lucha más estoy encima de él, no será fácil escapar de mi.

—¿Por qué te metes en la vida de las personas?

—La vida te da pruebas que tienes que superar. Aveces la vida es injusta y te muestra un montón de sucesos, gente maldiciendote, situaciones que trauman. Llegas al punto de sentirte vació y para rematar te pasan cosas malas, es como que la vida te da un empujon y te dice "ya a la chingada no sirves para esto". Y es ahí donde entro yo

—¿Estás conciente de que por tu culpa se han muerto personas? ¡personas inocentes!

—No es mi culpa; son la de ellos

—¿Eh?

—Yo doy hasta donde puedo darles. Estoy conciente que soy el motivo de su dolor y de tristeza y que cada día que pasa su dolor va aumentando; es como si el dolor fueran como los escalones, entre más subes más fuerte es el dolor, el odio a ti mismo. Hay personas que no lo soportan y se dejan cegar por la muerte creyendo que desapareciendo van a estar en paz. Podrán matarme de ellos, pero no de las demás personas. ¿O acaso no lo recuerdas?

—¿Qué?

—Cuando yo te visité y me quedé hasta los últimos días de tu vida.