Sin Saber Cómo Volver

14 0 0
                                    


 Un domingo por la tarde realizando una limpieza general Marcelo encontró por casualidad unos antiguos proyectos audiovisuales que guardaba desde sus años de universitarios. Lleno de nostalgia por los recuerdos que lo invadieron se encontró a sí mismo viéndolos, casi sin darse cuenta, trayendo de nuevo a su mente ese entusiasmo juvenil por su carrera, por el arte, aquellas ilusiones que lo llevaron a donde está ahora; es jefe de su propia compañía, la cual financia proyectos audiovisuales amateur.

Comenzó su emprendimiento bajo los ideales de abrirle camino a aquellos florecientes y apasionados artistas, que tienen algo para decir, regalarle, mostrarle al mundo, perspectivas para intercambiar, él quería darle la voz que se merecen, pero pocas veces reciben atención. No quería ver todas esas mentes creativas apagarse lentamente por la indiferencia y subestimación de la sociedad ante la importancia de estas intervenciones, que no son más que ventanas al alma, a las emociones, sentimientos, a todo aquello que reside en nuestras profundidades pero la ajetreada vida moderna nos obliga a ignorar la mayoría del tiempo.

Lo que no sabemos y que el mismo Marcelo olvidó hasta ese momento en el que se reencontró nuevamente con su propio ser, es que todo esto que mantenemos dentro nuestro grita por salir y materializarse, nuestra alma tiene la necesidad de manifestarse de una forma u otra, no podemos escapar de eso, de nosotros mismos y de lo que somos. No podemos escondernos ni correr sin que nuestra esencia termine por alcanzarnos, nuestro lado oscuro colarse en nuestra sombra, recordándonos que todos estos aspectos siguen ahí esperando, acechando, siguiéndonos hasta que encuentran la más mínima grieta para consumirnos por no lidiar correctamente con todo esto; no podemos ser realmente libres si nos convertimos en una caja de pandora.

Toda la sociedad está diseñada para cercenar las oportunidades de que esto no pase; por eso como jefe de su propio negocio quería aportar lo que pudiera para no ser parte del problema desde su lugar. Pero algo pasó, desde aquellos idealistas comienzos hasta la actualidad, en algún momento se perdió, no pudo hacer nada mas que encontrarse a sí mismo en esa caja de pandora sin saber en qué instante entró o como no se percató del proceso que le quitó eso en lo que más creía, su libertad y libre expresión.

Saliendo de esta lluvia de pensamientos se dio cuenta que llegaría tarde a su trabajo a menos que saliera para allá de inmediato, emprende su camino hacia la empresa pensando en todo esto que se le presentó repentinamente; y que sin saberlo le estaba haciendo cuestionarse su empleo, sus logros y la manera en la que su compañía se manejaba. Hacía demasiado tiempo que su mayor preocupación era mantener las ganancias y todos los empleados que tiene a cargo con los que pasa horas y horas leyendo guiones que no para de llegar a su escritorio, abrumado porque parece que son infinitos; mientras va seleccionando cuáles de ellos van a llevarse a cabo y cuales quedaran en un cajón o incluso en la basura a pesar de todo el esfuerzo que su o sus autores les pusieran.

Pero ahora, viendo sus primeros proyectos, sus primeros pasos en la industria comienza a identificarse con todos esos jóvenes artistas que le envían sus proyectos junto a sus esperanzas en el mismo paquete. Sorprendido y hundido en una angustia que le invadió de repente se da cuenta de cómo fue perdiendo el entusiasmo que lo motivaba al comienzo de su carrera profesional, terminó convirtiéndose en el estereotipo de jefe autoritario, y que está dispuesto a hacer lo necesario para mantener la economía y funcionamiento del negocio que fundó.

Él sabía en el fondo lo que debía hacer para volver fiel a sus sueños, pero por alguna razón se sentía aprisionado en el papel de jefe que sin querer actuó y se creyó durante años, convirtiéndose en esa caja de pandora, aprisionando y olvidando a su artista interior; pero ahora no tiene la valentía de enfrentar esa realidad, la de haberse perdido durante tanto tiempo. A estas alturas ya poco podía hacer, porque aunque se preocupara, deprimiera y cuestionara el mundo seguía girando, la vida seguía pasando y ninguno lo esperaría. Impotente, con un nudo en la garganta tomó ese guión que no le produciría ganancias y lo descartó como si nada.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 28, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Arte y Caminos PerdidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora