Capítulo XIV

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Después de aquella noche donde SeokJin habló de su esposo como la octava maravilla del mundo, los días pasaron rápido, más de lo que quiso y para ese entonces faltaban solo cuatro meses para que el año se cumpliera.

La verdad era que a SeokJin ya le empezaba a dar igual, bueno, le dolía obviamente,pero él no podía cambiar las cosas aunque tanto lo deseara. Él no podía construir un máquina del tiempo y hacer que Namjoon evitara ese accidente.

Así que se resignó, no le iba a llorar todas las noches a alguien que ya no estaba y sabía que tal vez no iba a regresar. Esos eran los sentimientos de una persona rota.

NamJoon por otra parte había dejado de visitarlos más seguido, si iba era solo para saludar y en alguna de sus idas se había atrevido a llevar a Eun-Ha.

SeokJin no dijo nada, no valía la pena porque al fin de cuentas ese Namjoon no era su esposo así que podía hacer lo que se le diera la gana.

SeokJin tenía que ver el presente, preocuparse por SooBin quién igual cada día dejaba de preguntar por su padre y se enfocaba más en jugar en el negocio de pasteles que tenía.
Y eso era algo bueno, dentro de la tormenta siempre habrá un rayito de luz que da esperanza y mientras los demás hacían su vida SeokJin expandía la pastelería, ahora no solamente vendería pasteles, había puesto una cafetería y al parecer las cosas le estaban yendo bien.

Todo iba bien finalmente.

La puerta de la nueva cafetería se abrió dejando ver a varios hombres vestidos de traje, eso en cierta parte asustó al mayor pero cuando los vio reír y escoger una mesa para sentarse se tranquilizó. No es como si tuviera deudas pero tantas series de criminales le había alocado la mete.

SeokJin observó como Seung-cheol,uno de los dos meseros que contrató, se acercó a la mesa y los atendía, así que se adentró a la cocina y esperó a que le llegarán los pedidos.

Los días aveces eran difíciles porque nunca espero tener tanta gente, deseaba que la hubiera pero nunca pensó que realmente su cafetería sería tan famosa que la gente recurría al lugar siempre que podía.
Y eso le alegraba.

Finalmente cuando preparó todos los pedidos y después de observar a los hombres comer felices quedó satisfecho y siguió con su trabajo, la hora pico había pasado y no tenía tanto trabajo así que podía atender la barra principal.

Vio cuando los hombres con trajes se levantaban y el más alto de todos se acercaba a él mientras sacaba su cartera del bolsillo de su pantalón.

-Buenas tardes.-Saludó el cliente.-Pagaré la cuenta de la mesa tres.

SeokJin asintió sin pasar el guiño de ojo que el moreno le dio y sonrió un tanto avergonzado.
Hace mucho que nadie le coqueteaba,¿porque el hombre lo estaba haciendo no?.

-Serían diez dólares.-El hombre de traje asintió y pasó un billete de veinte dólares.

-Los diez restantes podría dárselos de propina al mesero.

SeokJin soltó un "Okey" mientras le entregaba el ticket al contrario y después de hacerlo espero a que se fuera.

Pero el moreno no lo hizo,en cambio suspiró y sacó una pequeña tarjeta de presentación y un tanto nervioso la dejó en la barra.

-Mi nombre es Son HyunWoo, trabajo a dos cuadras de aquí en el bufet de abogados así que, perdón por decirlo, pero te he visto algunas veces. Si tienes alguna tarde libre...no sé podríamos salir.

SeokJin se sonrojó casi de inmediato, pensó que le estaba ofreciendo sus servicios como abogado pero después de esucharlo decir que saldrían se avergonzó un poco,de solo pensar que aquel hombre atractivo estuviera interesado en él le sonrojaba más.

No es que se considere feo, pero aún así no pensaba que era alguien atractivo y todavía no entendía como Namjoon en su momento se fijo en él cuando no tenía nada de genial.

-Claro.-Contestó finalmente y el abogado Son respiró con tranquilidad, algo que los hizo reír a ambos.

-Marcame cuando estés libre.

Finalmente SeokJin lo vio irse después de que sus amigos volvieron al lugar dicendole que llegarían tarde al trabajo.

- a m n e s i a -

HyunWoo le dijo que podría marcarle cuándo estuviera libre,y SeokJin estaba libre. Pero aún así, que quede claro que solo le marcaba para no quedar mal, solo eso.

Al final del día cuando todo estaba en silencio,pues SooBin estaba dormido desde hace rato, SeokJin se relajó sentándose en uno de los sillones para una sola persona,trabajaba desde su MacBook y bebía de una taza con té de manzanilla.

Observó la tarjeta de presentación entre sus dedos y marcó el número con el teléfono de casa.
Esperó tres timbres y contestaron la llamada, efectivamente escuchando la voz de HyunWoo.

-Hola.-Comenzó Jin después de la pequeña presentación del abogado.-Soy SeokJin, el chico de...bueno de la cafetería.

-¡Oh,si si, te recuerdo!..

SeokJin escuchó varias cosas caerse del otro lado de la línea y rió tierno por eso.

-Es tarde pero me quedé con la tentación de hablarte.

-¡No no no!,no te preocupes yo me duermo muy tarde gracias a mi trabajo.-Un pequeño silenció llegó.-¿En qué te puedo ayudar?,¿necesitas que trabaje para ti?.

-De hecho si, desde hace un tiempo estuve buscando un buen abogado y quisiera hablar de algo contigo.

-Claro, dime qué ocurre.

-Yo...quisiera saber sobre un divorcio.

-Bueno, es un tema algo complicado y no puedo hablar de él por teléfono.-Mentiras lo único que quería era hablar con Jin.-¿Te parece si nos vemos mañana?.

-Oh, si,claro.

-Iré a tu cafetería, solo dime cuando tienes espacio para ir a verte.

Después de decirle que cerraban la caféteria de cuatro de la tarde hasta la cinco, la llamada se cortó y SeokJin dejó el teléfono en su lugar.







𝖠𝗆𝗇𝖾𝗌𝗂𝖺 -NamJin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora