«A mis padres y hermano.
A mis mejores amigos.
Y a mi profesora, quien no me agrada, pero por quien me inmiscuí en la época medieval.»Érase una vez, un reino escondido tras un profundo bosque.
Los habitantes de aquel reino vivían en armonía, salían a cumplir sus labores con brillantes sonrisas, acostumbrados a la rutina.
Sin embargo, el terror se sembró en el reino de Camil cuando un monstruo empezó a acecharlo... Todos los días, el horroroso ser gigantesto con la piel escamosa pintada de colores opacos atacaba a cada persona que veía transitando por las calles.
La economía decayó, los estudiantes enviaban sus tareas con palomas mensajeras, se cancelaron viajes, fiestas, y adoraciones a los dioses.
El rey Thomas III de Camil no hallaba que hacer, había intentado acabar con la bestia usando flechas, espadas y cañones, enviando a sus mejores guerreros a acabarlo, pero nada parecía surtir efecto. Parecía indestructible
Todos los hombres del palacio, como el rey, el príncipe Theodem de Camil, los generales, caballeros, duques, barones, bufones, músicos, cantores, trovadores, maromeros, pajes y hasta quienes eran parte de la servidumbre se reunieron en el gran estudio para discutir estrategias de defensa contra el monstruo.
Por otro lado, la princesa Theodere de Camil investigaba por su cuenta alguna forma de defender al reino que tanto amaba.
En la sala de los pergaminos, en un viejo manuscrito empolvado, halló escrita en lengua muerta una antigua profecía druida, que contaba que la bestia venida de oriente quien era conocida como Kratteus, no habría de morir por mano de hombre.
Fue grande su sorpresa cuando caminó con decisión al recinto en el cual mujer alguna habría entrado jamás, y su información no fue recibida, pues no tuvo la oportunidad ni de tocar la gran puerta.
Entonces la estrategia se planeó. Y he allí el edicto "todo hombre que pudiera blandir una espada, defendería al reino con su vida".
Las filas fueron armadas, quince mil hombres defendían el reino desde su entrada con espadas, arcos, flechas y cañones dando todo de sí.
Pero Kratteus fue más fuerte, ignoró cada una de sus tantas heridas y golpeó el muro del reino, destrozándolo por completo y quedando cara a cara con Los inmortales, quienes eran el conjunto de caballería, arquería de infantería de cinco mil hombres que defendían fervientemente el palacio.
Theodere veía horrorizada la gran batalla, rogando porque la profecía no se cumpliera y Kratteus pereciera. Si tan sólo hubiera una guerrera.
Estaba al pendiente de cada uno de los movimientos de los soldados, de las flechas y del horrible ser tras una ventana del castillo.
Fue cuando observó hacia una de las torres, dándose cuenta de que un arquero apuntaba directamente al príncipe Theodem.
Intentó gritarle, pero era obvio que él no la oiría, así que con gran valor tomó los ganchos de la tirolesa y se lanzó, cayendo de pie a varios metros de su hermano, hacia quien corrió lo más rápido que pudo, empujándolo para que cayera al suelo de tierra y no fuera atravesado por la flecha que aterrizó a su lado casi al instante.
— ¿Qué ha ocurrido? —inquirió el príncipe conmocionado— Ha sido un mal tiro.
— ¡Ha sido un traidor! —exclamó Theodere.
—Gracias —pronunció Theodem—. Pero, ¿Qué haces aquí? ¡Eres mujer, debes estar refugiada en el castillo, Theodere!
—No, no debo —sentenció ella—. Kratteus no puede perecer por mano de hombre, hermano. Eso cita la profecía.
Antes de que el sucesor del rey pudiera contestar, más flechas fueron lanzadas hacia la bestia, quien caminó dando zancadas hasta caer muy cerca del par de hermanos.
Theodere halló su oportunidad al ver a Kratteus caer, tomó una afilada espada que yacía en el suelo de algún guerrero herido y corrió frenéticamente, golpeando a cualquiera que se le atravesara, incluyendo a su padre quien la miró horrorizado.
Intentaron detenerla, pero a duras penas subió al estómago del descomunal ser y de una sola estocada enterró la espada en el pecho de este en el apogeo de sus fuerzas.
Gritó mientras lo hacía, como símbolo de valentía, de coraje, pero sobre todo, de libertad.
♛
ESTÁS LEYENDO
𝑇𝘩𝑒𝑜𝑑𝑒𝑟𝑒 𝑑𝑒 𝐶𝑎𝑚𝑖𝑙
Historical FictionDonde un monstruo aterra al reino de Camil, o donde la profecía impide que la bestia sea asesinada por mano de hombre, y esto sólo lo sabe la princesa Theodere.