Corazón de Poeta

Prólogo

Primavera de 1982.

Sus palabras florecen en mi corazón, de colores vivos y con raíces largas que llegan a lo más profundo de mi ser. Creo que no pude evitar amarlo, nadie podía, algo imposible diría yo, era el calor que cualquier alma en invierno podría buscar, sonreía y parecía que todo el mundo había parado, había una repentina paz, una luz.
Él era niño, un hombre también, bañado bajo la luz de la luna, con el sol en los ojos, las estrellas en el alma. Una bendición bajada del cielo, cabellos dorados como el otoño, piel de nieve, voz de ruiseñor. Un estudiante de literatura, cuyo sueño era ser comprendido, amado. Al comienzo me parecía un tanto egoísta, pero no lo era, entregaba su existencia a cualquier cosa que hiciera, creo que de ahí viene la respuesta, todo lo que tocaba adquiría una nueva vida, hasta yo.
Tan liviano, cual hoja al viento con cierta ingenuidad y provocación, fácilmente disparando una flecha al corazón de cualquiera que se atreviera a conocerle, rindiendo honores a la fecha en que llegó al mundo hace ya 22 años.
Yo era un simple estudiante de arte de 21 años, con algunos sueños cubiertos con una manta, un puñado de sentimientos en el bolsillo y unos cuantos temores e inseguridades, nada extraordinario.

Desde la tarde del café, pensar en el aroma embriagante de su colonia flotando en las habitaciones de tantos, antes y después de mí, me hacía alucinar, era tan hermoso que deseé tenerlo sólo para mí, como si hubiera atrapado un ave del jardín, pero no era lo mismo.

Yo no sabía lo que era vivir hasta su llegada. Él me mostró una nueva forma de amar, comprendiendo la verdadera libertad, la dicha en su más pura presentación, justo como él, nadando en un mar de amor y sueños.
No sabría explicar cómo inició, quizá fue el día que lo vi pasar por los pasillos de la Universidad, el día que me besó por primera vez bajo aquel viejo naranjo, no lo sé... A mi vida apagada su poesía encendió con un toque, y es algo que agradezco siempre que lo tengo al frente, y cada vez que le permite a este muchacho tan común, ser la inspiración que lo llene.