Por Favor Escuchame

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En una mañana tibia y agradable de verano, se podía observar a cierto pelinegro saliendo de su apartamento para encaminarse a su trabajo, al poco tiempo entro a una pequeña cafeteria.

-Alfin llegas, deberías comprar un despertador algún día Sebastian

Lo regañaba su amigo jefe Bard

-Lo siento, no volverá a pasar

Bard sabia que eso no era sierto, el día que ese chico llegara a tiempo, el cielo comenzaría a caerse a pedasos.

Sebastian saludo a Rin y a finny, quienes también trabajaban ahí, todos comenzaron a aterder las mesas que se encontraban ocupadas mientras que Bard se encagaba de la cosina.

El resto de la mañana y el comienzo de la tarde pasoron sin más novedad, hasta que, como todos los días a la misma hora entro un chico que Sebastian había estado observando cuidadosamente, siempre ordenaba lo mismo, una revanada de pastel de fresa y una taza de té, se sentaba en una de las mesas del rincón, nunca le dirija la palabra a nadie y siempre traía un libro consigo que leía mientras comía.

El local estaba casi basio ya que la hora pico era entre la salida de los estudiantes de las escuelas y el descanso para comer de los trabajadores de oficina o lugares cercanos. El chico de mediana estatura, cabello azulado y ojos color zafiro fue directo a la mesa del rincón más alejada, tras el fue Sebastian y con su mejor sonrisa pregunto

-¿Lo mismo de siempre?

El joven solo asintió, momentos después Sebastian volvió con su pastel y su té, el solo movió la cabeza en señal de agradecimiento y se dedico a comer y a leer.

Esto hizo desanimar un poco a Sebastian, puesto que llebaba casi 2 semanas intentando llamar la atención de aquel apuesto chico, había intentado charlar con el, pero este siempre se mostraba muy cortante o simplemente lo ignoraba, como si no lo escuchase.

También había intentado ser un poco más directo, soltando pequeños alagos hacia el de vez en cuando sin embargo, estos también eran rechazos o ignorados.

Al terminar de comer el chico se levanto y se dirijo a la caja para pagar, después se marchó sin decir nada o siquiera voltear a ver a alguien más. En ese momento Sebastian decidió que era hora de de agotar sus recursos, sin duda no tenia otra opción.
..........................................................Ciel pov

Como siempre me dirijo a la cafetería que esta cerca de mi escuela, mi escuela es un poco especial y los horarios son diferentes a los de las escuelas normales, así que cuando voy a la cafetería, se encuentra casi basia, cosa que en realidad agradezco mucho

Como de costumbre me siento en una de las mesas del rincón, mientras menos contacto tenga con los demás mejor. El mesero llega a tomar mi orden casi inmediatamente, es bastante guapo, cabello negro, ojos color café Rojizo y tez un poco bronceada.

Con una sonrisa amable pregunta algo, sin embargo, gracias a mi enfermedad no escucho absolutamente nada, aun así puedo leer sus labios y saber que dijo "¿Lo mismo de siempre?" yo simplemente asiento.

Llevo bastante viniendo a este lugar así que eso me facilita las cosas, siempre ordenó lo mismo ya que me ayuda a no tener que hablar más de lo nesesario al ordenar y al pagar en caja. Al poco rato regresa con mi orden y la deja sobre la mesa, muebo la cabeza en señal de agradecimiento y comienzo a comer mientras el se retira.

En realidad es bastante guapo y amable por lo que he podido observar, me encantaría poder hablar con el y conoserlo mejor pero mi enfermedad sería un gran impedimento para ambos, así que solo me limitó a observarlo de lejos.

Kuroshitsuji One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora