Dolls Killer | Jikook/Kookmin

7.

What you've done to me?

Jimin bostezó por quinta vez aquella noche, tenía mucho sueño, era cerca de media noche y aún permanecía trabajando en su laboratorio de criminalistica. Hace unas horas su equipo se había marchado cumpliendo con sus horas laborales, pero claro, como era jefe de ese sector sus horarios eran variables y por el momento su presencia era requerida.

Su semana de regreso se había resumido en un constante trabajo con las muestras del cuerpo de Jeon Soyeon, la primera mujer y además adolescente del caso del asesino de las muñecas, como le llamaba la prensa local al asesino serial que estaba atacando la paz y tranquilidad de una agitada Seúl. Su cuerpo había cambiado toda la investigación ya que al ser la primera mujer les hizo cortar líneas investigativas que habían estado trabajando con anterioridad, sumado al hecho de que fuese adolescente y no cumpliera con el rango de edad entre 25 a 30 años que había seguido el asesino, había roto el patrón que hasta el momento llevaban.

Volvió a bostezar.

Tanto como quería encontrar al asesino quería descansar para poder estar en sus cinco sentidos y buscar pruebas de forma efectiva, sin embargo, Jungkook quería descartar que fuese otro asesino y como tenía ciertas dudas les ordenó investigar el área del crimen y los elementos que allí se encontraban. Jimin debía descartar que algunas de las gotas de sangre encontradas en la escena del crimen fuesen de otra persona o de algún animal, viendo que Soyeon poseía a tres hermosos gatitos y dos de ellos no estaban en su casa cuando llegaron. Se le oprimió el corazón por los pobres animalitos.

Así mismo, a Jimin le había sorprendido que Jungkook le permitiera inmiscuirse tanto en aquel caso puesto que el mismo Jungkook se encontraba investigándolo ahora y porque Jimin había sido blanco de un posible ataque del asesino, sin contar su estupidez con la paleta y la sangre. No obstante, Jungkook estaba menos distante con él, cuando se trataba de trabajo en equipo parecía no tener un problema con Jimin trabajando codo a codo a su lado, por lo que no podía estar más emocionado, queriendo demostrar a su jefe de lo que era capaz y de paso poder compartir más con él.

Atribuía el cambio del hombre grande a su accidente con el dueño del bar, del cual Jungkook se hizo cargo también. No sabía hasta qué punto pudo haber afectado aquel suceso en el hombre, pero lo cierto es que había influido directamente en su relación de alguna forma u otra. Ahora tenía a Jungkook sobre él constantemente, no vigilándole sino que más bien comprobando que se encontrara bien. Aunque claro, ahora tenía a todos sobre él también.

Su celular vibró en el bolsillo de su chaqueta, seguramente era Tae insistiendo en salir de copas para, según él, tomar un descanso del trabajo, aunque sus experiencias en un bar con Taehyung le habían enseñado que era todo menos un descanso. En aquel momento se encontraba estudiando el ADN encontrado en las baldosas de cerámica del departamento de la joven, sin embargo, la falta de resultados lo tenía terriblemente frustrado. Pasó las manos por su cabello mientras dejaba salir un suspiro agotado y continuó con su trabajo.

—Park — Jimin saltó asustado y volteó hacia la entrada de su laboratorio. Ahí se encontraba el protagonista de sus pensamientos diarios y sus sueños nocturnos, sueños bastante eroticos que le avergonzaban pero que le entregaban una razón a su atracción por el hombre.

Jeon Jungkook vestía su traje negro usual, de camisa desabotonada en la parte superior que permitía ver un poco del esculpido pecho del hombre. Lo miraba con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón de vestir con aquella mueca de impaciencia que parecía dirigirle solo a él.

— Detective Jeon — Jimin balbuceó buscando su paleta en el mesón.

— Manos fuera, no quiero tu ADN en la evidencia — Gruñó mientras entraba en la oficina y se dirigía hacia él a paso lento pero firme. Jimin solo asintió tragando y se quitó los guantes esterilizados buscando su carpeta para anotar los avances del día.