Just my type

Tenemos que hablar

Decidí tomar la iniciativa y tratar de hablar con el sin embargo como de costumbre no conseguí nada, tenia tantas cosas en mi cabeza, sin contar que el embarazo comenzaba a notarseme había aumentado tres kilos y mi ropa apenas me cerraba, no tenia el valor para pedirle nada a Hans y resolvió fingir que no se daba cuenta lo mal que me traía el embarazo.

Rosie me ayudaba en lo que podía, en mi cabeza comenzó a rondar la idea de aceptar lo que tanto Hal como Henry me propusieron volver a Black House y tener al niño, me permití darme una ultima oportunidad antes de dejar al señor Hal.

Una noche mientras lo escuchaba llegar y encerrarse en su estudio tome la decisión, hablaría con el por ultima vez y si las cosas no mejoraban partiría a Black House la mañana siguiente pues me daba miedo volver a acobardarme ante la idea de dejarlo.

No sabia si entrar o tocar antes de hacerlo, decidí hacer lo primero pues no quería que advirtiera mi presencia, tome el pomo y lo gire entrando en la habitación, respire profundamente para luego girarme y mirarlo, se encontraba sentado con algo de whisky en la copa que retenía en sus manos, me seguía con la mirada en total silencio de seguro esperaba una explicación de mi parte.

-Necesito hablar con usted señor Hal. Comencé por decir.

-Por que tanta urgencia Belle, ni siquiera tocaste la puerta. Replico.

-No quería que siguiera dándome largas, necesito aclarar varias cosas con usted y todas tienen que ver con mi estado. Termine por decir.

-Es cierto, olvide comunicarte que te espero mañana en la mañana en el consultorio, debemos realizarte un chequeo. Miro mi vientre varios minutos antes de mirarme al rostro de nuevo.

-No quiero que me hable como un profesional señor Hal, usted también es parte de esto el bebe es tan mio como suyo, si esque lo quiere? Pregunte directamente.

Sonrió antes de responderme. -Veo que has venido decidida a acorralarme, dime que quieres que te diga, que me encanta la idea de ser padre, que anhelo a ese bebe tanto como tu o la mas confiable que el fruto de nuestro amor es bienvenido. El sarcasmo en cada palabra me dolió.

-Solo quiero que se deje de rodeos y me diga que piensa hacer al respecto, señor usted no ha puesto ni un ápice de su parte en hacer todo esto llevadero me abandona, me ignora y no esta de acuerdo con este embarazo y quiero una respuesta, es mas la exijo.

-Ya le dije lo que pienso señora, si no lo recuerdo y quiere saber por que no quiero ser padre?, se lo diré, hace unos años Aneka esperaba un hijo mio y desde ese día prometí que no volvería a pasar ese miedo, esa angustia y no le voy a permitir a usted irrumpir mi paz, con un bebe que no quiero y por usted no siento nada Belle espero que le quede claro, no va a conseguir nada de mi presentándose como una mujer buena o abnegada, usted y ese bebe pueden irse al carajo a mi no me interesa ninguno de los dos. La rabia se le notaba cada palabra la dijo con toda la intención de herirme.

Después de su confesión mi decisión estaba tomada, todos estos meses quise disculpar ,entender su manera de actuar pero no podía seguir haciéndolo Hans no valía la pena nunca le importe y este bebe le importaba aun menos, seque mis lagrimas mirando al hombre que sonreía ante mi, le di la espalda para salir del lugar siendo interrumpida por el.

-Que vas a hacer Belle, seguir llorando? Pregunto.

-Se equivoca señor Hal, no pienso dejar que alguien como usted tan vil se acerque a mi o a este niño, usted no merece la pena,  lamento mucho haberlo idealizado y haberme enamorado de usted, mañana en la mañana me iré, no me volverá  a ver, lo dejo solo con sus recuerdos.........hace un tiempo cuando me dijo que no había vida en usted no le creí pero ahora se que es verdad, disculpe que sea tan ridícula como para enamorarme cuando me advirtió que no lo hiciera, tenga. Me arranque el collar que me había regalado en Navidad y que llevaba en mi cuello y se lo deje en su escritorio. -No quiero saber mas de usted, Adiós.

Salí de ahí furiosa y dolida, por primera vez en mi vida el dolor de amar me embargo, las lagrimas comenzaron a salir de mis ojos, escuche el alboroto del otro lado de la puerta pero no me permití hacer nada.

La mañana se abrió paso, me despedí de Rosie , salí llevándome apenas mi maleta de mano y un baúl, desapareció de mi vista la casa en la que había vivido los últimos meses, así como mis esperanzas, debía seguir con mi vida y lo haría solo por el bebe que cargaba en mi vientre.

Holmes Chapel me esperaba sabia que seria bien recibida esta vez.