Estaba allí, acostada en mi habitación, todo a oscuras, llena de soledad y vascilando, contando con mis pequeños dedos cuando será la próxima vez el sentir el deseo de querer vivir. Por que ganas no me quedan, y me sobran tantas de que todo este camino de pinches termine.
Siento fuego en mi alma, y tranquilidad solamente cuando cierro los ojos y me imagino, me imagino un camino blanco, lleno de rosas blancas por todo mi alrededor. Vuelo tan alto y lejos que nadie puede verme, ni abrazarme, solo soy yo y mi soledad.
Mi querida soledad, la única que está cuando a nadie más se le apetece permanecer presencia. La llamaré mi mejor amiga, después de todo, es la única quien estuvo conmigo todo este largo tiempo de derrotas y guerras.
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martirio
PoetrySolo olvídate de este infierno y lee esto mientras tomas un café.. O derramas lágrimas