Agarre, ese arma, sin antes llamar a Bill, mierda, cuanto quiero a ese chico, le dije lo que iba a hacer, obviamente me detuvo, que esa no era la solución.
Si no muero por tu falta, muero por los estupefacientes que consumo para alucinar contigo.
Te amo, Eddie Spaghetti. Solté, y apreté el gatillo, esa mierda se sintió tan bien. Una pena me consumía por dentro, tenía que hacerlo, si estuvieras vivo, me hubieras dicho que no. O, me hubieras mandado a la mierda como siempre. Mandé todas las cartas, al igual como lo hizo el cobarde de Stan.