DIVIDIDO

REALIDAD

Notas un pequeño rayo de luz que choca contra tus ojos cerrados, te despiertas aturdido sin saber bien el motivo por el cual tienes tu maleta a tus pies.

¿Lo has vuelto a hacer?

(Yo solo he hecho lo que me pediste)

Respóndeme, ¿Lo has vuelto a hacer?

(¿Que querías que hiciese? Que hablara con ellos y luego nos tomáramos un café)

(Claro que los he matado a los dos y he dejado un pequeño mensaje espero que le guste)

Eres un puto monstruo, debería haber muerto en aquella bañera

(Si, laméntate ahora, pero mientras tenías una bolsa en la cabeza y agua en los pulmones lo único que hacías era gritarme que te ayudase.)

Yo no soy así, no quiero matar, no quiero arrebatar vidas

(Eran ellos o nosotros)

Ya lo sé

Por favor déjame, quiero estar solo, por favor.

(Eran ellos o nosotros no lo olvides...)

La voz mengua cada vez más hasta quedar en un zumbido en tu oído.

Cierras los ojos y aparece en tu cabeza la imagen de los dos hombres en tu habitación muertos.

- Por favor, sal, no quiero.. no...

- Es horribl..

Sientes desolación, empieza a faltarte el aire y tienes una presión en el pecho que aumenta con el paso de cada segundo.

- Disculpa, ¿Estás bien?

Es una voz de mujer suave y delicada.

-Si , perdona si molesto

-Toma puedes secarte las lágrimas con esto

Deja sobre tus manos un pequeño pañuelo de tela azul clara.

-No pareces que estés muy bien

-Si quieres puedes contármelo a mí e intentare ayudarte en todo lo que pueda.

- Por cierto, soy Valeria

Te secas las lágrimas y giras la cabeza para agradecérselo.

Al verla te quedas totalmente en blanco y sin poder decir ninguna palabra.

Valeria es una chica joven de unos 20 años, su pelo es blanco como la nieve y sus ojos son azules claros.

- Vamos no te quedes así mirándome que va a parecer otra cosa

- ¿Estás un poco mejor?

Se sienta junto a ti, te mira a los ojos y te sonríe.

- Vamos no estés así seguro que tiene alguna solución tu problema.

- No creo...

- Puedes contármelo si quieres, vamos, vengaaa , vaaaa, va ,va

Las lágrimas dejan paso a una leve sonrisa, verla dar pequeños botes en el asiento mientras repite una y otra vez va, venga te hace despejarte un poco la mente.

- Ves, sabía que podía devolverte la sonrisa.

- Aunque sea pequeña ya es un avance.

- Venga puedes contarlo ya soy toda oídos.

Levanta sus manos y las pone tras sus orejas para inclinarlas hacia ti.

- Qué.. ¿Qué haces?