LA CALLE BÁLTICA

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Era una mañana tranquila, todos las personas de la ciudad estábamos por celebrar un evento muy importante, y nadie podía faltar. Las escuelas ese día terminarían temprano, los trabajos laborarían 6 horas, y el resto de personas se encargaban de la decoración de la ciudad y preparativos para el gran banquete de la noche; todo apuntaba a ser un día magnífico.- yo estaba en turno tarde junto a mi hermana; fue una tarde colorida: "se pasó del azul al amarillo, y luego como a las 5, el cielo se combinó con el naranja, morado y rosado–dando vida al atardecer", dentro de poco saldríamos. Yo y mi hermana, estábamos saliendo de la escuela, cuando sus amigas se acercaron y se la llevaron para hablar de algunas cosas; yo me quedé solo; no tengo muchos amigos, o casi ninguno.- solo contaba con tres: Samara, estaba con su novio; Javier, iría con otros amigos a beber algo y pasarla bien un rato; y Trina, mi mejor amiga, no había venido a la escuela, no sabía el motivo pero quizá la vería en la noche. Caminando a casa todo se veía muy animado, la gente sonreía; todos conocían a todos, la ciudad era mediana, asi que, era obvio que entre todos se conociesen, y si no, hoy sería el día. Cuando regreso a mi casa, siempre me gusta ir por el camino de piedras que se encuentra en la calle báltica, es lo más cercano y bello que me recuerda a la naturaleza; piedras de diferentes formas y colores decoraban la gran calle báltica; muchas parejas recorren esta calle, ya que se cree que si lo hacen, sus vidas y su relación se llenarán de color.- yo no creo mucho en eso, pero quien soy yo para romper la ilusión de los corazones enamorados. Nadie sabe como esta calle llegó a ser lo que es ahora; algunos creen que la hizo un artista, que era para condecorar el nacimiento de la ciudad; otros creen que fue una obra pública para atraer turistas; y otros que lo hizo la misma naturaleza, ya que estas piedras son imposibles de mover.– Por ser tan coloridas demuestran su valor; y más de una vez han sido víctima de codiciosos y ladrones, pero nunca lograron sacar aunque sea una.
Yo creo, que fue hecha por alguien que amo mucho a su pareja y de esta forma quiso demostrárselo; o quizá, como estas piedras son tan coloridas, al caer la noche y la luna posa sobre estas, crean un sendero luminoso; quizá fueron puestas aquí con esa intención, para indicar el camino a los perdidos, ya que esta calle lleva directo a la gran plaza mayor.– muchas teorías tengo, y estas las comparto con Trina.
A ella le gusta tomar mi mano y recorrer este camino, dice que es especial porque lo recorre conmigo; yo tan solo sonrío y me río, ella voltea y me da un ligero golpe en la nuca diciéndome idiota; siempre que le pregunto el porqué ella solo dice: "es una sacudida a tu cerebro"; solo me crea confusión, y hasta ahora no lo entiendo.
Esta vez había algo diferente en la calle, se encontraba vacía, lo cual era extraño; ya que siempre en su recorrido habían parejas, o personas disfrutando de la calle; pero esta vez no fue así. Supuse que era porque la mayoría se encontraba haciendo preparativos para la noche, asi que continué caminando. Al llegar a casa, el olor de galletas llamaron mi atención y abrieron mi apetito; mi madre se encontraba conversando con Trina mientras preparaban galletas; yo saludé muy animado a ambas, y ágilmente retiré una galleta, pero mi madre se dio cuenta y me golpeó la mano en señal de que dejara ahí, y me dijo: "son para la noche, por favor, espera; y ve a prepararte"; Yo me reí y dije: "ves Trina, así me tratan en mi hogar"; ella se reía mucho, y mi madre, moviendo la cabeza de un lado a otro, con una sonrisa en su rostro me decía tonto, y que vaya bañarme que apestaba.
Yo en lo personal, no era fan del evento; no me llamaba la atención. Mi madre, mi hermna, y Trina; me insistían en ir.- iba por poco tiempo, o no iba; quizá era por mi timidez ante los grupos grandes y el conocer nuevas personas; o el aburrimiento que me causaba el estar observando de pie como otros se divertían. Solo me gustaba ayudar a mi madre con las cosas; ya sea llevando las bandejas de comida, llevar vestimentas que usarán para la el show, o ayudar a inflar los globos. Pero ese día me nació el ir, todo mi día estuvo muy bonito, y quien sabe; quizá se ponga mejor.
Subí hasta mi habitación, y encontré en mi cama un conjunto de ropa.- ¿alguien se habría tomado la molestia de prepararme un conjunto muy bonito y cool?, y había una nota diciéndome úsame. Me acerqué a ver la ropa, y todo era nuevo; desde la camiseta, hasta las zapatillas, y o sí, también la ropa interior; me dió mucha risa, y pensaba en mamá, en como podría compensárselo; luego lo pensaría. Tomé mis cosas y fui a bañarme; escuché como mi hermana llegaba emocionada y algo desesperada porque se le hacía tarde y tenía que estar lista. A ella le gusta brillar siempre, es lo divertido de ella; yo me reía y le decía, que si hay un apagón durante el evento, ella serviría como faro, por lo brillante que es; ella se reía y me apuraba para que pueda bañarse rápido; al salir, bajo un momento para hablarle a mi madre y agradecerle por el gran gesto, pero, me dice que no fue ella, que fue Trina quien lo había hecho. Yo me sonrojé, y me pregunté por que lo habría hecho; pregunté por ella y me dijo que ya se había ido a alistarse, y que leyera esta nota que me dejó; yo la tomé y subí acelerado. Al entrar a mi habitación.– la luz estaba apagada, y buscaba el interruptor para empezar a cambiarme; al encenderlo, encuentro a Trina parada en mi ventana; yo la quedo viendo y ella voltea sonriendo y algo sonrojada por la situación; ella con una voz tierna y nerviosa me dice: "espero te guste mi regalo; significas mucho para mí y quería demostrártelo"; yo la miré muy impactado, y le agradecí por ello; le prometí que le devolvería el favor de cualquier forma. Ella miró nerviosa y dijo: "puedes hacerlo con algo que siempre e querido"; le pregunté: ¿de que forma?; y se acercó a mí.- se estiró un poco para alcanzar mi cuello, sostenerse de él, y acto siguiente me besa "sus labios eran muy dulces; una sensación repentina salió a flote; su olor a galletas y azúcar, aunmentaron más esta sensación y hacía que solo piense en ella"; yo tomé su cintura, y ambos cerramos los ojos.- subí mi mano derecha para acariciar su mejilla, y con la otra, manteniendola firmemente en su cintura; fue mi primer beso, y fue maravilloso; estuvimos así por dos minutos, ella separó sus labios y me dijo que me vería luego, que leyera la nota y que utilize mi regalo; y así agitada y muy sonrojada salió de mi casa tapandose el rostro. Yo quedé en shock; no podía creerlo, leí la nota y decía: "te compré esto porque sé que así tendrías una razón para ir esta noche, ya que te sentirías en deuda y tendrías que pagarla a toda costa. Lo único que quiero es pasar este momento contigo; sé que te resulta aburrido este evento cada año, pero ahora no tienes excusas. Espero verte en la calle báltica, tengo algo que decirte; porfavor no faltes"; esas palabras, hicieron que mi corazón latiera rápido y me motive a cambiarme rápido; fui cuidadoso con los detalles, quería verme bien para ella; era la primera vez que hacía esto. Que era esta sensación, era extraña para mí. Mi hermana entra a mi habitación y me ve lo muy bien arreglado que estoy y me dijo: "a dónde vas, parece que hay algo importante esta noche"; yo solo la miraba y le decía algo nervioso: "¡cállate!"; ella se reía; me decía que parecía enamorado, por eso ponía tanto detalle a mi estilo; yo me observé en el espejo y me dije: "me veo bien". Bajé apurado; vi a mi madre y ella me dijo que me veía muy guapo, y que porfavor lleve las galletas donde la vecina, que ella era quien las estaba juntando con otras señoras para luego repartirlas en el evento; yo le dije que esta bien.– tome la bandeja y salí, ella mencionó que no hiciera esperar mucho a Trina y que me divierta; yo acenté la cabeza y sonreí diciendo sí. Luego de dejar las galletas, me dirigí a la calle báltica; en mi recorrido, observé como las casas estaban siendo alumbradas por un naranja cálido, había globos de muchos colores tirados o flotando por las calles. Encontré a Javier, se veía muy bien y listo para el evento; le sorprendió mucho el verme arreglado, ya que sabía que no me atraía mucho el evento; él desde lejos, con un silbido delgado me decía lo bien que me veía y que me divierta en lo que sea que haga; voltié, y mientras caminaba de espaldas levanté mi mano izquierda para despedirme. Cuando regreso la mirada al camino, me choco con una chica; ella se cayó y se sentó de rodillas alfrente de mí, yo me agacho para levantarla, hasta que, nuestras miradas chocan y quedamos así un rato; era Trina quien ya hacía en el suelo; le sonreí y la cargué en mi espalda hasta la calle báltica. Cuando llegamos; la calle estaba masomenos llena, habían parejas como suponía; pero a Trina no le importó; bajó, tomó mi mano y me llevó hasta una parte de la calle. Al llegar me hizo entrar a una antigua iglesia.– la estructura se veía óptima, pero ya nadie iba porque habían abierto una más grande en la plaza mayor; sus interiores se veían vacíos, y con algunos dibujos acerca de la naturaleza plasmados en las paredes. Ella me miró muy intensamente, y me preguntó si me gustaba; yo respondí que sí, y ella dijo: "se lo mucho que te gusta la naturaleza, lamentablemente no hay mucha por esta zona, pero descubrí que había gente pintado algo así y decidí traerte para que lo vieras"; ella se acercó a mí, me abrazó y de sus ojos salieron lágrimas: le pregunté el motivo mientras removía estás con mi pulgar; solo dijo que me quería, y que le asustaba el hecho de no verme más; yo respondí que nunca me iría y que permanecería a su lado; ella suelta una ligera risa y me dice que pase lo que pase solo la espere.– me dijo que podré estar con otras chicas pero que mi corazón sabe quién es la correcta; eso me sonrojó mucho y la abrazé. "Su purfume olía muy bien, todo en ella se veía mágico y original, mi corazón palpitaba y mi piel se puso cálida; nos sentamos y solo queríamos besarnos". Pusimos los farolillos que habíamos tomado durante el trayecto has aquí en diferentes direcciones y terminaron iluminando donde antes habían banquetas de madera; ella saco una manta y una canasta, me dijo que me sentara que había preparado una cena.– eran muchas cosas deliciosas, postres que nos gustaban a ambos, bebidas, y una porción de pollo al limón, que era su favorito; comimos y recogimos todo, mencionó que esto aún no acaba, la noche es joven y había que disfrutarla. Me llevó al show que se daba en la plaza mayor; nos pusimos a bailar mucho, daba igual si sabía o no; me estaba diviertiendo gracias a ella, era mágico lo que sucedía. Después me llevó a conocer algunas personas, ella les contaba lo que hacíamos juntos, contaba aventuras que había tenido o solo las inventaba; unos chicos me dijeron que tenía suerte al tener a una chica como ella a mi lado, y yo respondía que sí, era espectácular.  Luego me llevó al colegio, y ahí se encontraban Javier y Samara; nos pusimos a pláticar, solo los cuatro, hacíamos bromas y hablabamos del futuro; esa noche, por primera vez probé la tan nombrada bebida alcohólica; solo nos tomamos una botella entre los cuatro; y luego propuse ir a la calle báltica, quería verla y también hacer algo. Cuando llegamos ya no había mucha gente, y las piedras irradiaban sus colores gracias a los farolillos que estaban colgados en las casas y postes que la recorrían.- tomé de la mano a Trina, y le dije que viera la piedra azul, era una de mis favoritas, y que me recordaban a ella; ella sostuvo mi mirada y me empezó a besar, yo tan solo dejé que lo haga, ya que moría por probar nuevamente sus labios; esta vez la abrasé mientras la besaba, ella emocionaba mi noche solo con ello. Nuestros amigos nos dijeron que siguieramos caminando, que luego tendríamos tiempo para ello; entonces ella se detuvo y me sonrío. Mientras caminabamos la calle, yo la abrazaba y le hacía cosquillas, le roba besos y demás. Estuvimos afuera hasta muy tarde; ya eran las 2 de la mañana, y Algunos tenían otras cosas que hacer, asi que, se despidieron y se fueron. Trina y yo nos quedamos solos, y lo único que salía de mi boca era el ser sincero con ella, agradecerle por la mágica noche que me dió; ella sonrojada dijo que aún faltaba algo que quisiera que haga; yo le dije: "por tí, lo que sea". Me llevó hasta mi casa, ni mi madre ni mi hermana se encontraban; me llevó a mi habitación y me preguntó si me sentía bien, si no estaba mareado o algo parecido, yo respondí que no; nos sentamos en mi cama, tomó mi mano, voltió a verme y me beso; yo también hice lo mismo, y así seguimos hasta caer en la suavidad de mi cama, lo que hicimos después fue algo lindo, propio de telenovela, ambos perdimos nuestra virginidad esa noche, y me gustó mucho que haya sido con ella. Al terminar de hacerlo, solo opté por acurrucarme en su pecho y decirle te quiero, olí su cabello, y acariciaba su rostro, ella no se incomodaba con ello; luego voltió y me pidió que durmiera, ambos cerramos los ojos, pero sentí como sus labios se pegaron a los míos, y al separarlos una pequeña gota cayó sobre mi mejilla, no sabía de que era; intenté abrir mis ojos pero ella me prohibió y me dijo que solo durmiéramos juntos y disfrutemos de la cercanía del otro; juntamos cabeza y luego me quedé dormido.
Cuando me despierto, esperaba encontrar a Trina pero ya no estaba; entendí el que se haya ido, ya que sus padres se hubiesen preocupado por ella y seguro volvió mientras yo dormía. Bajé a ver a mi familia, y estaban tomando café y se les veía unas caras largas; yo era el único feliz, y me acerqué a ellas, a darles un beso en la feente a cada una; mi madre me miró.- y como si algo supiera se levantó y se fue, mi hermana optó por callarse y evitar mis preguntas; quizá supieron lo que Trina y yo habíamos hecho, pero no me importaba, fue un acto de amor de ambos o así lo consideré; salí de mi hogar con dirección a la casa de Trina;  pero al llegar, la casa se encontraba vacía, me acerqué con miedo a observar su interior solo para confirmar más lo evidente; lloré mucho y me pregunté "a donde fue, y porqué me dejó; que está pasando me dije". Solo miraba la casa de ella mientras me alejaba trizte.
Fui hasta la calle báltica y la caminé, estuve con la mirada hacia abajo  mientras lo hacía; hasta que llegué a la piedra azul que le había mostrado la noche anterior a Trina, tenía un mensaje que decía: "espérame pero no me odies" con una Ť al final; ese mensaje solo enloqueció a mi corazón, y luego comprendí porqué me había dicho eso en la iglesia "mi corazón ya le pertenece al igual el suyo a mí"; miré al cielo y vi la ternura de este y luego voltié a ver toda la calle báltica, queriendo que regresara Trina, para volver a recorrerla nuevamente con ella.

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