Capitulo 2

265 14 0
                                    

Con su letra tan delicada, tan bella, escribió:

“Hola bebé, tal vez a esta hora ya  haya tomado el vuelo para emprender un viaje maravilloso del cual, aunque duela jamás regresaré.

 Bueno empecemos, primero quiero darte gracias por haber estado conmigo durante mucho tiempo, fueron los mejores momentos de mi vida, que aunque tú no sabías que yo pronto iba a partir me trataste como nunca, me llenaste de detalles y no de celos, me plantaste amor y no dudas, por eso te dejo todo el amor del mundo. Los collares y aretes que me diste quiero que vayas y se los des a gente que no tiene dinero para comprarlos, mi más grande meta era ser feliz, la cumplí gracias a ti. Por favor esa felicidad compártela con alguien más, que te quiera, que te sepa cuidar, que se de cuenta del hombre maravilloso que eres, que sepa cuando estás enojado, y  no  te pregunte qué tienes, que solo te brinde una mirada llena de ternura y un abrazo lleno de alivio y amor.

 Gracias por haberme dado muchos besos y abrazos, pero aún te quedan varios, quiero que seas feliz, has felices a más personas como solo tú sabes hacerlo, eres el mejor. Más que mi novio, fuiste mi mejor amigo, mi hermano, mi confidente, mi segundo padre.

Eres y serás el amor de mi vida.

Cuando te acuerdes de mi no llores, sonríe por todo lo bonito que vivimos y déjame ir en paz. Te amo con todo mi corazón, desde el cielo te cuidaré y cuando nos encontremos de nuevo te prometo que nunca más nos separaremos.”             

Una lágrima rozó mi mejilla, era la primera vez que sentía algo así, que sentía tanto dolor, un vacío dentro de mí… Pasaron los días, cada vez era más el dolor, me refugié en mi música. Por las tardes cuando volvía del colegio me encerraba en mi habitación a tocar mi guitarra, no bajaba a cenar, componía canciones hasta elevadas horas de la madrugada, y al otro día sucedia exactamente lo mismo, estaba arruinando mi vida. ¿Pero qué podía hacer?.

Recuerdo “nuestra primera vez” fue hace un mes, ella sentía miedo, pero aún más yo, pero lo que sucedió aquella noche decidimos mantenerlo solo entre nosotros, porque saldrían a decir “que todavía somos muy chicos” pero el amor, no tiene edad. Y ambos lo sentimos…

Con mis brazos la rodeaba mientras reíamos, cuando caíamos a la cama, veía sus manos apoyadas a cada lado de mi cara. Mi sonrisa traviesa la hace temblar, sus labios aprisionan los mios suavemente mordiendo mi labio inferior, me hacía reír, mientras ella sonreía tímidamente.

"te amo coloradita" murmuraba antes de volverla a besar acariciando su mejilla,

¿Se imaginan estar rodeada por sus brazos, que sus dedos acaricien tu piel como si fueras una muñequita de porcelana frágil? Mis respiraciones cada vez se vuelvían más agitadas hasta el punto de tener que romper el beso mientras mis labios se apoyan en su cuello, besando como una caricia donde mis manos se enriedan en su pelo color fuego.

Estar los dos entre las sábanas blancas entregándonos, después de que nuestras ropas queden esparcidas por toda la habitación, donde los únicos ruidos que se escuchan en la habitación eran nuestros gemidos mientras nuestras manos están entrelazadas arriba de nuestras cabezas.

Nuestros cuerpos se unían perfectamente como piezas de un rompecabezas.

Me sentía como las estrellas alineándose entre nuestros cuerpos donde una ola de lujuria nos atravesaba arrastrándonos hasta quedar totalmente agotados mientras mis brazos la rodeaban le murmuraba "i love you" con mi voz ronca antes de que mis labios se estrellan delicadamente sobre su frente…

No podía dejar de pensar en ella…

*Pasaron semanas*

Mis padres decían que necesitaba ayuda, fui a tres psicólogas distintas, con ninguna me sentía cómodo como para decir lo que sentía, pero con la cuarta, fue distinto. Ella se llamaba Carmen, era una señora mayor de edad, un poco regordeta,  era muy amable.

-C: Hola James! ¿Cómo has estado?

-J: No ha cambiado mucho, pero por lo menos ahora si tengo apetito

-C: -Risita- De apoco vamos mejorando :D

-J: Si -Suspiró-

-C: ¿Qué te sucede?

-J: Es que… he sentido pulsadas en el pecho

-C: ¡¿Pulsadas?! ¿Cuándo ha ocurrido?

-J: Ocurre… cada vez que veo a la chica nueva de mi escuela.

-C: Ya veo -Dijo sacándose los anteojos- Es obvio lo que te ocurre

-J: ¿Es grave? -Dije alarmado-

-C: Estás enamorado.

-J: NO, NO, NO. Y NO

-C: James, por favor. Debes aceptarlo, lo de Natalí fue algo que tarde o temprano pasaría, te estas olvidando de ella,  poco a poco estas dando vuelta la página. Haz esto, invítala a salir ¿Si? Esto puede ser un nuevo capítulo en tu vida .

-J: Pero… ¿Si no estoy listo?, ¿Si la invito y me rechaza? No lo sé…

-C: James, tu eres una gran persona, un hermoso chico, inteligente, te preocupas por los demás, eres detallista, cualquier chica que te rechacé estaría loca.

-J: ¿Tú lo crees?

-C: Estoy segura -Sonrió- Oye ¿Te molestaría que mi nieta viniera los últimos 30 minutos de la sesión? Es que luego debemos irnos a buscar el vestido de su graduación.

-J: Para nada.

-C: Muchas gracias. -Sonrió-

Luego de unos minutos, Carmen salió al vestíbulo a buscar a su nieta, cuando volvieron no lo pude creer…

Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora