Así nos llaman
somos como experimentos,
ratas de laboratorio.
Te hacen probar el amor
con otra persona,
te dañan
acabas con efectos secundarios
con dolor, sufrimiento, insomnio...
Y ni se molestan en ayudarte
en venderte las heridas
en sanarte
en curarte
y sufres como nunca,
sola ante todos
hasta que no te queda más remedio
que salvarte a ti misma
y eso haces
y cuando crees que ya estás curada
vuelves a recaer otra vez
una y otra y otra vez.