Jeon Jungkook no encaja, no es delicado como su mamá, así que su padre decide inscribirlo a clases de ballet. Kim Taehyung es una decepción, el no es fuerte como su hermano, por eso sus padres lo obligan a asistir a clases de boxeo.
• Omegaverse AU
...
Namjoon siempre le había dicho que la fuerza de un alfa estaba ahí no para dañar si no que, para proteger, se lo había repetido a menudo, casi diariamente, pero Taehyung ponía duda en ello. Después de todo, Namjoon había elegido ganarse la vida lastimando a otros a cambio de dinero. Bueno, era boxeador profesional, pero en todas las peleas a las que habían ido en familia a apoyar al hermano Kim mayor lo único que había visto el alfa peliplateado había sido sangre corriendo por la cara de los contrincantes. Era una vista difícil de borrar de su memoria.
La veía muy seguido. Cuando se enojaba, cuando se frustraba, cuando sus ojos tomaban un color azul hielo, cuando el aroma a canela y cajeta se acumulaban bajo su nariz, cuando sentía al animal dentro de el rasguñar contra su pecho o gruñir detrás de su oreja. Especialmente en momentos como estos. Cuando sentía el ardor en su espalda por el empujón que había recibido por parte de ni siquiera un alfa, si no que un beta, la clase de la mediocridad según su padre. Pero ahí se encontraba, siendo golpeado a puños y patadas por dos de ellos, únicamente cubriendo su abdomen pobremente con sus brazos y tratando de ocultar su rostro en su pecho y hombros, dando por perdidos a sus lentes que probablemente habían caído con los primeros golpes.
No se defendería, Taehyung nunca lo hacía.
Cobarde, era una palabra muy arraigada a su nombre, probablemente era la primera característica que vendría a la mente de todos los que lo conocían. Incluso Namjoon, él no se lo decía a la cara como sus padres, pero no tenía duda de que lo pensaba, definitivamente lo pensó aquella tarde de hace un mes al menos.
La única excepción podría ser Park Jimin, su mejor amigo. Un omega bajito, rubio y de rostro bonito que bailaba ballet mejor que cualquier otro. No, Jimin era muy amable como para pensar así de él. Taehyung agradecía el tener al menos una sola persona que se preocupara a consciencia por él, porque si Jimin no lo hubiera buscado por todos los alrededores de su escuela probablemente hubiera permanecido en ese callejón hasta despertar de su desmayo. Nadie hubiera llamado a la ambulancia y su costilla y tabique rotos podrían haber curado erróneamente.
Y aunque estaba agradecido por el apoyo de Jimin deseó haber nunca despertado cuando lo primero que escuchó al recobrar consciencia fue la voz de su padre.
—No se quedará, nos iremos en cuanto se despierte —La voz suave de un omega replicó con clara inconformidad en su tono.
—De verdad debería de tomar reposo, aunque sea en su casa, es importante para...
Pero por supuesto, Kim Daekho no lo dejó terminar. El enfermero calló abruptamente y bajo la cabeza con temor al escuchar las notas del lobo alfa colarse con amenaza entre las palabras del hombre.
—Guarda silencio y sal de aquí —Tae no necesitaba abrir los ojos para saber que su padre probablemente se encontraba mostrando los dientes al pobre chico que se supone debía vigilarlo. El omega solo se volteó y salió apresurado por la puerta de la sala donde se encontraban todos.
Taehyung abrió los ojos al sentir la mirada de ambos de sus progenitores sobre él. No los volteó a ver, simplemente se quedó muy quieto en su lugar, su mente en completo y absoluto silencio.
Era curioso, normalmente le costaba mucho callar a su lobo, por eso siempre usaba supresores incluso fuera de su celo y aún así esa parte animal se las apañaba para interrumpir sus pensamientos y colar algún que otro gruñido o ladrido disconforme. Pero solo bastaba con sentir la presencia de su padre y el silencio dentro de él se volvía tan absoluto que era casi como si su lobo se durmiera, no lo estaba, por supuesto. Taehyung podía sentirlo dentro de su pecho, acostado por completo, pero con las orejas altas y los ojos abiertos en alerta, listo para defenderse si era necesario.
—¿Fueron esos betas de nuevo?
La pregunta provino de su madre, Taehyung la observó de reojo, observando su vestido negro y sus labios pintados de rojo carmesí frunciéndose con disconformidad. Volvió la vista al suelo y asintió solo una vez. Su padre bufó una risa incrédula y llevó el cigarro entre sus dedos a su boca.
—Golpeado hasta la inconsciencia por unos betas de preparatoria, increíble.
El peligris se mantuvo en silencio y sin voltear a verlo. El silencio mantuvo la habitación fría por algunos segundos más hasta que el alfa líder del clan Kim tiró la colilla al piso y la apagó con sus zapatos de vestir negros. Su esposa se levantó del asiento donde se encontraba esperando que Taehyung despertara y dejó una bolsa con un cambió de ropa en el regazo de su hijo antes de seguir al hombre hacia la recepción del hospital —Cámbiate, te esperaremos en el auto.
Taehyung miró la bolsa de plástico entre sus manos, observando el saco y pantalones grises, la camisa a botones blanca y los mocasines negros dentro de esta. Apretó la ropa entre sus manos antes de suspirar fuertemente y tallar su rostro con las manos aguantando las lagrimas acumuladas bajo sus parpados.
Taehyung no quería ir tras sus padres, quería quedarse al menos por unos días en esa sala de hospital donde nadie esperaba nada de él y no existían las voces de mando de sus padres entre las cuatro paredes todo el tiempo. No quería volver a la casa de los Kim, no quería volver al cuarto en el que dormía, no quería tener que cenar con sus padres y su hermano, no quería volver a la escuela y tener que encontrarse con Taeyong y Hyunjin. No quería tener que seguir con las clases de boxeo. Taehyung no quería ni siquiera sentir. Taehyung quisiera poder arrancarse el corazón y extirpar a su lobo fuera de su cuerpo y vivir como un beta el resto de su vida.
O simplemente no tener que vivir más.
Todo era mejor que volver a esa casa, sin embargo, lo hizo. Se dirigió al baño y cambió su bata de hospital por esas ropas elegantes que había escogido su madre para él, recogió el cigarro pisoteado de su padre y lo tiró al bote de basura, se despidió con tonos de disculpa del omega enfermero que lo miraba al otro lado del pasillo y se despidió también de la recepcionista que lo miró con algo de pena.
Salió del hospital sin levantar su mirada ni una vez más y se adentró en el coche, sentándose al lado de su madre mientras el conductor arrancaba el auto para llevarlos a la casa de los Kims, donde Taehyung volvería a ser el hijo fracasado de Kim Sohyeon y Kim Daekho, el hermano fracasado de Kim Namjoon, el miembro fracasado del linaje Kim.
De todas formas, no importaba demasiado que toda su familia lo detestara, era un gran peso en sus hombros el ver el desagrado y la decepción en los ojos de sus parientes cuando lo miraban, pero nada se comparaba al peso que le causaba en el alma el odio que percibía en esos ojos que lo miraban en el espejo de su baño al levantarse por las mañanas.
Porque de toda la familia Kim, el que más odiaba a Kim Taehyung era él mismo.
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Uf.
Conocemos a Tae y a su familia finalmente. En comparación a los Jeon, la dinámica parece ser bastante diferente ¿Cierto?
¿Qué opinan de Taehyung?
¿De su padre, Daekho?
¿Su mamá, Sohyeon?
¿Kim Namjoon, su hermano mayor?
Se que fue poco lo que se mencionó de ellos, especialmente de Sohyeon y Namjoon pero me gustaria ver sus primeras impresiones en base a lo relatado en el capítulo. Espero que lo hayan disfrutado y nos vemos en el siguiente, byebye.