SIReNas.

Transformación.

Ojalá nunca hubiéramos encontrado ese charco.
Ojalá no le hubiera hecho caso a la loca de mi amiga Susana.
Ojalá pudiera volver a ser una chica normal.
Ojalá.... Bah! Que más da!
Aquí estoy, en medio de la pista de baile en plena fiesta de fin de curso y yo pensando que hacer con mi vida ahora que suelo convertirme a ratos  en sirena.
¡Lo odio! ¡Odio ser una sirena!.
¡Somos sirenas de verdad!. Bueno más bien somos sirenas de pacotilla o de mercadillo nada de marca. Ya podíamos habernos convertido en dos bellezones de voz cautivadora,vamos que nos podía haber tocado el pack completo pero que va nuestro aspecto sigue igual. Lo único nuevo es que si nuestros pies entran en contacto directamente con el agua, nuestras piernas se ven envueltas por una pegajosa membrana con dos aletas y escamas, muchas escamas.
Por si os interesa mi cola de sirena es totalmente de color dorado. Confieso que odio el color dorado, aunque no puedo quejarme tengo las escamas y el cabello a juego. Tengo el pelo de un rubio dorado, los ojos entre verde y color miel y mi piel es de un tono rosado, soy toda colores.
Por lo menos a Susana le tocó una cola bonita,con escamas azul turquesa y pequeños reflejos plateados que parecen diamantes. Y mi amiga ya de por si es un bellezón. Pelirroja de ojos azules, y la vida le otorgó unos labios de un rojo intenso.
Han pasado ya ocho meses del momento charco que nos cambió la vida. Al parecer en el agua del charco había pequeñas bolitas que contenían" AEN" de sirena que sería lo equivalente a nuestro ADN. Recuerdo que me llamaron la atención cuando me metí en el agua, pero me olvidé de ellas cuando empezamos a jugar.
Con la gracia del juego las dos nos  tragamos algunas de esas extrañas bolitas. Y ahora en nuestro organismo se encuentra el "AEN".

Cuando consigo despertar de mis pensamientos empieza a sonar nuestra balada y lo siento antes de verlo caminar hacia mí.
Hablo de Omar el chico del que sigo enamorada y que decidí apartar de mi vida.