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Capitulo 1

                                                         Viaje

-¿Ya te vas, haru?-

-Si -fue su respuesta -Todos los Yokai a esta edad emprenden un viaje, mi padre lo hizo ¿Porque yo no?

-Se que mi malagradecido hijo se fue de viaje a tu edad, aunque ¿estas tan seguro de ir sin un sirviente que te acompañe?

-Estoy seguro-

Comenzó a caminar por los amplios pasillos, tomo la espada que había sido forjada solo para el y cerró la habitación que le pertenecía desde niño, los guardias abrieron la puerta y le despidieron respetuosamente.

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Después de tiempo caminando logro salir de las tierras del oeste, se adentro en el bosque para después llegar a la aldea donde habitaba su tío.

-¡Tío Inuyasha! -exclamó una vez llegó a ver al chico de orejas de perro.

-Haru...-Habló el chico que por más que pasaran los años nunca perdió esa apariencia tan joven.

-Inuyasha ¿Porque tanto escandalo? -pregunto la sacerdotisa de la aldea -Haru cuanto tiempo sin verte

-Hola kagome -saludo a la mayor

-Haru... -desde sus espaldas oyó decir su nombre y al girarse observo a la exterminadora, junto con su esposo y sus hijos

-Sango...

-¿Y bien haru? ¿A que viniste? -pregunto extrañado su tío

-Pues comenzare un viaje, quería despedirme...además tenía algo que preguntarte

-¿Algo que preguntarme?

-Si, ¿Mi padre no a venido por esta aldea, verdad?

-...-Todos se miraron extrañados por un momento, como si quisieran responder pero algo se los impidiera -Sesshomaru no avenido por aquí desde que...

-Desde que mi madre murió ¿Verdad? -Algo de nostalgia llegó a su mente al mencionar a aquella humana -Se me va a hacer tarde, vendré por aquí de vez en cuando...Adiós a todos

-Suerte -le grito la sacerdotisa al verlo lejos

[...]

Había llegado a un campo de flores algo alejado de la aldea, corto de varios colores e hizo un ramo, continuo su camino llegando a una pequeña colina, donde había una piedra marcando una tumba, dejo al pie de esta las flores y se arrodillo a su lado.

-Joven amo -escuchó la voz chillona del demonio que siempre acompañaba a su padre y al darse vuelta encontró el serio rostro mirándolo.

Nadie dijo nada, padre e hijo se miraban de manera silenciosa casi como si quisieran hablarse a través del silencio. El rostro del semi-demonio de su hijo le recordaba casi inevitablemente a la humana que lo hubiera dado todo por seguir viva para verlo crecer, por otra parte haru solo recordaba las veces en que podía estar reunido pasando tiempo con su respetado padre, solo porque su madre estaba allí.

-¿Ya te vas? -fue la primera palabra que salio de la boca del demonio mayor, el chico asintió bajando la mirada y se marchó bajo la mirada atenta del acompañante de su padre.

Camino sin mirar atrás, sumergido en sus pensamientos,llegó al pie de un acantilado donde estaba un enorme demonio que al verlo se burlo de su apariencia. Al igual que su tío también tenía que vivir escuchando las burlas de aquellos demonios que negaban la existencia de híbridos entre humanos y demonios, movió sus orejas con disgusto y con su mano derecha tomo la espada en su cintura, se acerco al demonio y de un solo movimiento de su espada el demonio fue cortado a la mitad.

Ya el sol había comenzado a ocultarse, por lo que decidió encontrar un lugar donde no lo molestaran las criaturas sobrenaturales por la noche, termino encontrándose con un árbol ya viejo que había crecido solitario en medio de donde se encontraba,se acomodo en una de las raíces del árbol y cerró los ojos para descansar.

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-Madre ¿Como conociste a mi padre? -

-Cuando lo conocí era una niña pequeña, tu padre estaba descansando al pie de un árbol y yo lo ayude -fue la respuesta de la bella mujer que abrazo al pequeño híbrido

-¿Y porque estaba allí?

-Había tenido una pelea con tu tío inuyasha por lo que estaba herido.

-¿Porque se peleaban?

-Cuando seas más grande te lo explicare mejor -sonrío la mujer

El niño miro a su madre como suplica de que le explicara, a lo que recibió una caricia en su cabeza por parte de la humana termino acostado en su regazo, se sintió tranquilo, sin preocupaciones ni debilidades, al lado de su madre era feliz, mientras la tuviera a ella no necesitaba más nada.

Cerró sus ojos deseando que eso no fuera un sueño, pero el lugar se transformo en un fondo blanco y su madre ya no estaba, observo por todos lados buscándola con la mirada, se sintió preso de la oscuridad en la que todo estaba acabando y sentado llorando como aquella vez .

-"Joven haru" -escucho a alguien hablarle

Al mirar la vio de nuevo, aquella niña a la que tanto buscaba, estaba frente a el sonriendole con la misma calidez que la persona que más amaba en el mundo, su madre.

-"Es hora de despertar, Joven haru"

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-"Madre"