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Lágrimas caían por sus mejillas mientras corría en dirección a su hogar.
Su mejilla derecha ardía horriblemente, y estaba rojiza. Más tarde se hincharía, probablemente.
Llegó a su destino y subió rápidamente al dormitorio, donde cerró la puerta y se dejó deslizar contra ella. Liberó los amargos sollozos que había estado guardando durante todo el camino.
Definitivamente había sido un día de lo peor.
Una hora después, se levantó y se dirigió al baño. Vio en el espejo que su mejilla se veía mal, aún dolía.
Y es que la chica que lo había golpeado, Sana, lo había hecho con tanto odio.
La razón era simple: La chica lo detestaba por robarle al que debía ser su Alfa.
Claro que esas eran sus palabras, que no podían estar más lejos de la realidad.
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El Alfa de Yoongi era Kim Namjoon. Hijo de uno de los empresarios más importantes de Corea del Sur. A sus 26 años, había heredado la empresa de su familia, por lo que según ellos, debía de tener un compañero.
Como hijo único de los Min, grandes socios de la familia Kim, Yoongi había sido uno de los pretendientes. Junto a él, había muchos y muchas Omegas de buenas familias que según él, tenían todas las de ganar.
Nunca se consideró capaz de ser escogido por el Alfa, ni en sueños.
Era un Omega tímido, que amaba leer, tocar el piano e ir a la universidad. No era la gran cosa, como los demás.
Tenía sus esperanzas puestas en Sana, una chica de buena familia, ya que era una Omega bonita y bastante respetada.
Podía sentirse una leve tensión en el aire del salón en el que estaban. Y cómo no, si dentro de solo unos minutos, cualquiera de ellos sería escogido por el Alfa.
En el momento en que el hijo de los Kim entró y tomó asiento frente al escritorio delante de todos, los observó a todos minuciosamente.
De repente se sentía muy nervioso.
Levantó su mirada levemente solo para ver que Namjoon se había detenido en él desde hace un buen rato. Yoongi se avergonzó de haber cruzado mirada con él y agachó su rostro sonrojado.
Namjoon se puso de pie y se paró frente a él. Le tomó del mentón y elevó su rostro delicadamente. El Omega se sonrojó al ver como le sonreía. Era mucho más guapo de cerca.
-¿Cuál es tu nombre, hermoso?- Preguntó en un susurro mientras acariciaba su mejilla derecha con su pulgar.
-Y-Yoongi. Min Yoongi.- Sentía su rostro arder ante el Alfa.
