—¿Ya la resolviste? —preguntó un sorprendido Ben al volver a la oficina.
—Hice lo que sabía... —Amelia encogió sus hombros.
Benedict tomó la prueba, y comenzó a compararla con la pauta de revisión.
—No lo hagas, Ben... —pidió ella cubriéndose el rostro.
Él no respondió, mientras en su mente hacía el cálculo del puntaje.
—Es una B. —respondió sentándose frente a ella—. ¿Aún quieres la A?, porque puedo arreglar la tontería en que te equivocaste... y no creo que el Doctor se percate, ya tienes una A en esta materia, ¿no? Otra más sería... normal.
—Quizás... pero es que esta es mi B, es lo que merezco... es lo que sé... —dijo acomodándose en su asiento—. Cuando el profesor González nos deje revisar el examen calificado, aprenderé de la "tontería" en que me equivoqué, y así mejoraré... esa es mi idea del fracaso, al menos con los números...
—Cada día más inteligente... —habló él mientras se recostaba hacia atrás en su asiento.
Ella sonrió a medias.
—Entonces... problemas en casa, ¿cierto? —interrogó mirándola.
—Sí...
Ben se sentó derecho, para luego apoyarse en el escritorio.
—¿Tienes noción de cuantas veces me has dicho eso? —inquirió él frunciendo el ceño a más no poder.
—¿Un par? —susurró ella.
—Es más que un par, bastante más que un par...
Amelia suspiró y bajó la mirada.
—Es Tom... —comenzó a decir—. Se comporta... extraño...
—¿En qué sentido? —Ben trató de profundizar.
—Siento que es demasiado dependiente de mí... y celoso también... además de algo posesivo... —murmuró avergonzada—. De hecho, no me he atrevido a decirle que estoy trabajando contigo... ¡se vuelve loco cuando hablo con el mayordomo de la casa!, no puedo ni imaginar el espectáculo que montaría si supiera por qué llego tan tarde a veces...
—Amelia, no puedes vivir así... te hará daño... —habló Ben mirándola serio—. Te estás exponiendo de sobremanera a...
—No sé si es la palabra correcta... pero él está enfermo... —lo interrumpió devolviéndole la mirada—. Y no quiere ayuda profesional, aunque la necesite de verdad... él se niega a aceptarla... y yo no sé qué más hacer...
Benedict la miró en silencio por varios segundos.
—Pero, ¿qué hay de su familia? —él habló de sopetón—. Podrías hablar con ellos, para que juntos busquen una solución...
—Está solo... lo único que le queda es su madrina, pero no sé si ella pueda ayudarme...
—Inténtalo, Amelia... —sugirió cruzándose de brazos—. No puedes lidiar con esto sola, al parecer ya lo has intentado demasiado... y yo creo que este es un problema que, primero, no puedes resolver por ti misma, y segundo, que no deberías siquiera tratar de resolver...
Ella lo miró en silencio, mientras algo hacía click en la mente de Ben.
Con una sola mirada pudo entenderlo.
Ella lo quería de verdad, y dejarlo no parecía ser una opción.
—Quizás su madrina pueda hacerlo entender que necesita ayuda... —habló Ben, al notar su real posición sobre la situación.

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Panacea Universal
Fiksi Penggemar❝El que jamás ha llorado y sufrido en soledad, nunca podrá entender cuan dulce puede llegar a ser el verdadero amor❞ ➤En lugar de una larga parrafeada contándote de qué se trata esto, prefiero dejarte algunos comentarios de mis queridas lectoras: ❝L...