capítulo tres

723 131 22
                                    

las cosas en el reino no estaban yendo muy bien, no era culpa del príncipe, claro que no. el príncipe era muy dedicado en tratar los asuntos del reino, asegurándose de que nadie pasara hambre y gracias eso no había problemas aunque se sabía que habían algunos alborotadores que no lo querían como príncipe porque se salía de los estereotipos que se veían en los demás príncipes, pero eso al príncipe soonie no le importaba.

al parecer esos alborotadores consiguieron personas que los apoyaran, querían la corona y tener un cuento ( aunque era imposible, los príncipes salían al azar y la máquina hacía todo el trabajo ). ellos querían una guerra, no estaban preparados para asimilar los cambios y era muy triste que fuera así, todos teníamos que vivir con los cambios constantes.

le avisaron al príncipe de inmediato cuando aquellos vándalos empezaron a aterrorizar a los humildes pueblerinos y él no lo tomó muy bien.

"cómo es posible que hayan desatado una disputa así tan fácil" exigió respuestas el príncipe,  la situación no era para nada agradable.

"no lo sabemos señor, sabemos que reunió personas y las está manipulando, pero ahora mismo prepararemos un ejército para defenderlo a usted y al castillo"

el príncipe soonie suspiró y resignado los dejó, esas personas habían entrado al castillo y habían robado cosas. no podían permitir eso, esos mismos vándalos también comenzaron a robar en comercios, la gente se estaba enojando con aquellos resentidos, por eso como el príncipe debía hacer algo.

el día que los generales fueran a confrontarlos, el príncipe se vistió con la misma armadura que los soldados, se preparó y con su caballo se colocó en frente del ejército. el comandante al notar la presencia del príncipe quedó sin palabras, nunca había visto algún príncipe o rey irse con ellos a la guerra o algún lugar peligroso.

con mucha duda y con algo de miedo le preguntó al príncipe qué estaba haciendo.

"solo estoy haciendo mi deber, general. ellos empezaron este alboroto por mi culpa y debo ir a ponerle fin a esto, no es justo para nadie que esas personas se desquiten con su hogar solo por mi."

dicho y hecho, el príncipe acompañó a los soldados al encuentro, estaba consciente que no sería algo agradable pero era algo que tenía que hacer. como príncipe debía tomar el ejemplo aunque todo el ejército estuviera alucinando por ver a su príncipe soonie acompañarlos, todos pensaban que realmente era muy valiente.

soonie, el príncipe gorditoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora