La mudanza

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Al inicio del verano de mi decimoquinto año de vida, mi papá y mi mamá decidieron mudarnos a Canadá por temas de trabajo, mis padres eran médicos.
Al día siguiente, al llegar al aeropuerto de Canadá, me sentía descompuesta, rara, no se que me pasaba, tenia hambre entonces fui por un sándwich al kiosco del aeropuerto. Me lo comí en el trayecto desde el aeropuerto hasta nuestra nueva casa.
Nuestra casa era bonita, de dos pisos y un sótano, ésta se ubicada en una buena zona del país, vivíamos en la calle Winston, la casa tenía los tejados de color rojizos y con una chimenea, la puerta era de madera, las paredes eran de piedra, tenía un jardín grande con piscina al fondo, había muchas flores y una casa del árbol.
Por dentro de la casa, en el primer piso había un comedor grande con una lampara araña, la cocina era pequeña pero acogedora y una sala de juegos. En el subsuelo estaban nuestras cajas del viaje, de nuestras cosas personales, había una lavadora y secadora y una pequeña luz que no funcionaba. Al subir al segundo piso estaban todos nuestros cuartos el mío estaba al subir la escalera hasta el final del pasillo la puerta de la derecha, enfrente estaba la de mi hermano menor Taylor y al lado de la de él la de mis padres. Al lado de mi cuarto tenía el baño.
Al llegar, mi papá bajo las cajas hacia el sótano y cada uno fue a buscar la suya para llevársela a su cuarto, yo la fui a buscar primero, subí a mi cuarto y lo primero que hice fue cerrar la puerta, poner la musica a todo volumen y ponerme a ordenar. Lo primero que hice fue hacer mi cama, luego ordenar los estantes y finalmente me acosté a descansar porque fue un viaje largo.

Mi mamá tocó la puerta y me dice:
-Lisa, a cenar, dormiste 3 horas.
Y le respondí:
-Si, ya bajo mamá.
Bajé hacia el comedor y lo que veía en el centro de la mesa eran berenjenas con queso, las odio!
Fui hacia mi mamá furiosa y le dije:
-¡Mamá, vos sabes que no me gustan las berenjenas!
-Lisa, es el primer día en tu nueva casa, estamos agotados y no iba a salir a comprar. O comes lo que hay o no comes –me dijo.
-¡Bueno no como, pero mañana espero que no me vengas con esto de nuevo! –le dije.
Subí rápidamente a mi cuarto, cerré la puerta brutalmente y me fui a dormir porque al día siguiente empezaba mi primer día de escuela y sentía miedo por si nadie me iba a aguantar o por si no iba a conocer al "indicado", pero había que pensar en positivo.

Me levanté a las 6 am para ducharme y arreglarme, porque no podía conocer al chico indicado o amigos con cara de dormida y toda despeinada. Así que fui a ducharme, me cambié y por último me maquillé. Fui a la cocina a hacerme el desayuno y bajó mi papá con mi hermano así nos llevaba. Primero llevamos a mi hermano a la primaria y después mi papá me llevó a mí a la preparatoria Manatíes. Era un día lluvioso y húmedo.
Era una preparatoria hermosa, en el campus había muchos grupos de amigos, estaban los facheros, los raros, las románticas, los inteligentes, los copados, los skaters, las porristas y los de los videojuegos. Veía que en el grupo de los facheros, los chicos eran muy mujeriegos, aunque eran lindos pero me interesaban mas las chicas y chicos de el grupo de los copados, así que me acerqué a ellos y les pregunté:
-Hola, soy Lisa y soy nueva en esta escuela, ¿alguien de ustedes podría ayudarme a encontrar la clase de biología?

Ninguno respondía, ya no me interesaban tanto así que me senté en el campus a ver la gente y en un momento en el medio del campus había un chico especial, diferente, no era como los otros, era solitario, algo pálido, castaño y de ojos azules pero parecía tener un buen gusto así que me acerqué a él y le dije:
-Hola, soy Lisa Green, ¿cómo te llamas?
-Aaron, Aaron Smith¿eres nueva? –me preguntó.
-Si, ha ha, ¿se nota?
-Un poco, ¿necesitabas ayuda?
-Si, quería saber como llegar a la clase de biología.
-Si, ven conmigo, yo voy a esa clase, empieza en 15 minutos.
-Gracias.

Al llegar a la clase de biología no tenía dónde sentarme así que el profesor me dijo que me sentara con Aaron porque era el único que no tenía compañero. Aaron era hermoso, la palidez de su piel lo hacía aún más hermoso, como no es de hablar mucho, yo dejé de prestar atención a la clase y me puse a hablar con él. Después de un rato el profesor dice:
-Haber algún alumno que explique lo que dije. Haber usted señor Smith, ¿que pasa cuando la planta no recibe luz?
-Mm, no lo sé profesor. –contestó Aaron.
-No lo sabe porque usted estaba hablando con su compañera, váyase a detención ahora mismo!

Yo me sentía culpable por hablarle, si no le hubiera hablado no pasaba nada, me sentía destruída. Sonó el timbre de recreo y fui rápido a buscar a Aaron y a pedirle disculpas por hacer que lo castiguen por mí culpa. Él se negaba a admitir que fue mi culpa y me dijo:
-Mira, no fue tu culpa, fue la mía por haber respondido mal, porque sabía la respuesta pero estaba tan nervioso que no se la dije. No fue tu culpa, pero te perdono.
-Gracias Aaron, en serio discúlpame.
-No hay nada que agradecer Lisa. Oye, ¿quieres venir a mi casa a ver una película? –me preguntó.
-Sí, debería preguntar, aguárdame un segundo que le pregunto a mi papá. –le respondí.

Llamé a mí papá y le pregunté:
-Pa, ¿puedo ir a ver una película a la casa de Aaron?, es un amigo nuevo.
-Bueno hija, pero vuelve temprano porque no lo conozco.
-Gracias papá.

Entonces fui con Aaron y le dije:
-Mi papá, me dejó, ¿cuándo nos vamos?
-Ahora, espera que le mando un mensaje a mí papá así nos viene a buscar –respondió Aaron.

Mientras esperaba a que Aaron le mandara un mensaje a su papá yo esperé sentada en un banco del campus. Después de un rato de esperar y esperar por fin llegó el papá a pasarnos a buscar. Su papá tenía un BMW negro nuevo, impecable. Su papá se llamaba Adam Smith, era igual de pálido como Aaron, medio extraño eso pero no importa, se expresaba de manera formal y era muy educado. Al llegar a su casa, conocí a su madre Alice, su hermana mayor Alexa y su hermano menor Austin. Se notaba que era una familia muy únida, en su casa había muchas cuadros de ellos colgadas en la pared, sus cuartos estaban uno al lado de otro, etc. Todos muy educados, y se expresaban al igual que el papá, de manera formal.
Nos pusimos a ver una película de acción la cual se llamaba "Misión Imposible", he oído de esa película pero jamás la había visto.

Un novio vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora