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Yo pensé y le dije que me lo diera después, pero al final no volvimos a hablar.

Luego que llegue a mi casa, cogí mi teléfono y me puse a hablar con ella, le hable sobre el tema del poema, y me dijo que estaba algo nerviosa, al final acepté que me la diera por mensaje.

Ella me mandó el poema, y yo en ese mismo instante lo leí...

Luego de haber leído el poema, otra vez tuve esa sonrisa estúpida frente a la pantalla, y le dije que me gustó el poema, y ella dio a entender que estaba feliz, así seguimos hablando hasta que llegó un momento que nos despedimos, y feliz yo me fui a dormir.

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