Feliz Navidad «L.P» √

Feliz Navidad.

Grace se llevó el lápiz pasta a la boca para morderlo involuntariamente mientras miraba la hoja sobre la mesa, pensando como terminar de completar el formulario de forma que fuera bastante convencible para que el Alcalde de su pequeña ciudad aceptaran la propuesta.

La chica llevaba viviendo en aquel lugar desde hace un año, año que la había ayudado a darse cuenta que al pueblo le faltaban muchas cosas que mejorar y hacer, uno de ellas era ayudar a la gente que estaba en la calle. A pesar de que el pueblo era bastante pequeño, casi el veinte por ciento de los ciudadanos vivían de lo que lograban hurtar de los basureros y de las ganancias que se hacían durante el día. 

Ella quería hacer algo por esas personas cada vez que las veía, y en parte lo hacía, le daba un poco de su dinero que lograba encontrar en sus bolsillos, de vez en cuando les llevaba comida durante el mes pero aun así no era suficiente, tenía que hacer algo, algo mucho más grande.

La idea había llegado hace una semana al ver cómo la gente empezaba a colgar las decoraciones de navidad y el frío empezaba a aumentar creando que la única cafetería del lugar empezara a preparar chocolate caliente.

Mordiendo otra vez el lápiz, tomo una hoja en blanco luego de finalizar el formulario y empezó a crear la carta donde explicaba su propuesta de mejor manera, agrego la cantidad de dinero que sería necesario, su propósito, un poco de palabras sentimentales para crear nostalgia en la persona que la leyera, y por supuesto, los beneficios que traería al pueblo.

Cuando termino, se sacó el lápiz de la boca, lo tiro sobre la mesa, metió el formulario y la carta en el sobre, se puso las botas, la chaqueta y salió de casa para dejar el sobre a la alcaldía.

Al llegar, la secretaria del Alcalde le dijo que el señor se encontraba ocupado en ese momento, pero ella con gusto le entregaría el sobre.

Grace estuvo a punto de golpear a la mujer cuando vio que metía su carta en una gaveta llena de sobres iguales al suyo que pertenecían al resto de la ciudadanía, así que para que la mujer lograra tener un poco de compasión por los reclamos y derechos de los ciudadanos al igual que el suyo, le contó un poco de que decía su carta. 

Le dijo que planeaba utilizar la gran bodega de la plaza principal para hacer una cena de navidad para la gente sin hogar, que había calculado los gastos, que en verdad quería que esas personas tuvieran la oportunidad de pasarla bien esa noche, una noche la cual uno mismo suele pasarla en casa, acompañada de su familia y seres queridos, comiendo un rica cena, tomando un chocolate caliente protegidos del frío y que aquellas personas que quería ayudar no tenían la misma oportunidad, y que ella por primera vez quería hacer que ese día cambiara y si era posible, volver a realizar la obra el próximo año.

La secretaria la escucho atentamente, entendiendo a la chica, hasta llego a estar a punto de anotarse para ayudar esa noche, pero tan rápido como la había conmovido cayó ante la realidad y no saco el sobre de la gaveta, solo le hizo una promesa vacía de cuando el Alcalde llegara le daría la carta.

Para la buena suerte de Grace, justo cuando estuvo a punto de retirarse el gran señor del pueblo llego sacudiendo su gran barriga bajo la chaqueta negra. Cuando vio a la chica se acercó con una sonrisa en la cara y amablemente le dio la mano preguntado si se le ofrecía algo, Grace aprovechando la oportunidad repitió el mismo discurso que le había dado a la amargada secretaria, él al terminar de escucharla le volvió a sonreír con amabilidad y le pidió a la secretaria que le diera la carta que la joven le había llevado. La mujer adulta detrás del escritorio se le vio bastante nerviosa al momento de abrir la gaveta ya que al parecer no le había contado de las antiguas cartas al Alcalde. Cuando esta le entrego el sobre, el hombre ya no tenia la misma sonrisa amable en su rostro y tratando de controlarse le volvió a darle las gracias a Grace y dijo que la llamaría mañana para decirle si su propuesta seria aprobada.