Una chica observaba su pelo, terminando de alistarse. Ese era su día especial, se miraba al espejo...No podía creer que ya había llegado ese día, ese fantástico día. Pero...¿Qué era lo mágico? Por supuesto todo lo que la llevó a estar allí.
Natalie recordaba mirarse en el espejo de niña, ponerse un precioso vestido rosado y salir afuera a disfrutar del mar y la playa, jugando entre las olas,haciendo castillos de arena... Recordaba sus primeras quemaduras y como sus padres la retaban. Sin embargo, también recordaba algo lindo en todo eso. Julian, su amigo y amor de la infancia, la consolaba en cada una de las veces.
Cuando se caía y se raspaba las rodillas luego de andar en monopatín con tan solo cuatro añitos, él estaba para Natalie, ayudándola a caminar hacia la casa de su familia, sabiendo que en la de ella no la iban a ayudar.
Cuando con seis iba en bicicleta y se lastimaba, él estaba ahí para ella, consolándola hasta que dejara de llorar.
Cuando con diez Natalie hacía experimentos extraños en la cocina y se cortaba o quemaba, él estaba para ella, vendando y desinfectando la herida.
Cuando fue su cumpleaños de quince años y casi se arruina todo, él estaba para ella, llevándole otra de regalo, mucho mejor que la anterior.
Cuando a sus dieciocho Natalie estaba borracha en la fiesta de una amiga y no pudo reaccionar ante el pervertido que había fijado la atención en ella, él estaba ahí, dándole un buen golpe al tipo, y cargando a la muchacha en brazos hasta su casa, para luego depositarla en la cama de acolchados negros y azules y acostarse a descansar a su lado sin faltarle el respeto a pesar de sentir atracción hacia ella.
Cuando en sus diecinueve Natalie le confesó los sentimientos afectuosos dirigidos a él, Julian estaba ahí para decirle que sentía lo mismo, para confiarle cuántas veces tuvo ganas de besarla y no sé atrevió, y cuántas veces se puso celoso al verla con otros chicos.
Cuando Natalie, luego de festejar sus veinte años, le dijo que quería pasar la noche con él, estaba ahí, sonrojado para aceptar y llevarla cual princesa a su cuarto y luego con cuidado comenzar a desvestirla para realizar un acto que dejaría una bella marca en sus vidas.
Cuando a sus veintidós, estando juntos en el cuarto de su nueva casa, Natalie le dijo por milésima vez cuánto lo amaba, Julian estaba ahí para pedirle matrimonio. Y ese momento fue algo así:
— Mi dulce señorita... —el joven de veintiséis años hincó una rodilla en el suelo— ¿Quieres casarte conmigo?
Ella no lo dudó y sin pensarlo le dio un beso como ninguno, un beso que significaba todo. Significaba amor, amistad, pasión, alegría,...Todos los sentimientos más agradables, expresados en un solo beso.Cada vez que ella sufrió, él estuvo para cuidarla, amarla y protegerla, pero luego, estuvo ahí para hacer que ya no existieran malos momentos, que Natalie viera la parte bella de la vida, compensando lo horrible que había pasado anteriormente.
En ese momento, ella caminaba por el altar acompañada por el padre de Julian, ya que los suyos no tuvieron interés en asistir. Mientras tanto, pensaba que en toda su vida él siempre estuvo y siempre estará.
Desde siempre y por siempre, Julian la ayudará a transitar todos los momentos difíciles, dando todo por ella.
Y es que, todos en la vida tenemos un Julian o tal vez una Juliana, solo que a algunos todavía les hace falta a esa persona encontrar. Sin dudarlo, algún día, con claridad la verán, y se darán cuenta que probablemente estaba más cerca de lo que pensaban, solo que jamás se habían dado cuenta...
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One-shot para agregar algo de esperanza a la cuarentena y olvidarse un poco de la pandemia que hoy en día azota el mundo. Tal vez ahora estemos en tiempos difíciles, sin importar desde donde leas esto, pero después de la más tremenda tormenta, siempre vuelve a salir el sol.Nunca pierdan las esperanzas, lo malo siempre pasará, aunque parezca interminable, algún día todo pasará. Inclusive en esta situación, hay algo bueno que puedo decir. Cuando no pasaba todo esto, no nos concentrábamos en el día a día tanto como luego desearíamos, estoy segura. Desde que empezó esto, por mi parte, yo empecé a prestar más atención a la naturaleza, escuchar con atención el canto de los pájaros...Inclusive tomé un par de fotos cuando tuve que salir a comprar. Dejo una en multimedia. Aunque la vista no es nada especial, es lo verde de la naturaleza lo que me gusta. Es tan...especial ver ese color tan intenso presente en los árboles...Y luego te das cuenta que es algo que ves todos los días, solo que no los aprecias por lo que son, porque estás acostumbrado.
Deseo mucha suerte y salud a todos los que lean esto y una buena recuperación a las personas que se encuentran actualmente en hospitales, luchando por salir adelante. Espero que recuerden mis palabras, solamente si quieren, y mantengan la esperanza. Un consejo mío es, disfruten más las pequeñas cosas de ahora en adelante, porque nunca sabremos cuando las podemos perder. Pasar tiempo en familia, con las mascotas, con los abuelos...Hay que apreciar cada una de esas cosas un poquito más luego de estos tiempos.
– Desde la cuarentena en Argentina, intentando ser positiva hasta el final,
~ Angie <3
05/05/2020
PD: un poco de humor ;)
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Memorias en el día de bodas
Short StoryONE-SHOT • HISTORIA DE UNA SOLA PARTE En este relato se cuentan los recuerdos dispersos de una chica a punto de casarse, Natalie, de los que forma parte obviamente su amado, Julian. Esta historia está escrita para ser un lindo momento en el tiempo d...