Júlia estaba sentada en su sillón favorito, era de un color turquesa desgastado, con brazos y un gran respaldo para que ella se pudiera acomodar a su gusto. Solía sentarse ahí mientras veía como las horas pasaban por delante de sus ojos.
Un pájaro se posó en la ventana que ella tenía a su costado, se miraron unos instantes y luego el pequeño animal retomó el vuelo. Júlia miró toda la casa, la soledad que se respiraba en esas cuatro paredes. Se levantó y cogió uno de los álbumes que guardaba junto todos los otros recuerdos.
El álbum era pesado, su carcasa estaba desgastada y llena de polvo. Dejó el álbum en la mesa del comedor, fue a la cocina a por un trapo limpio para pasarlo por el almacenaje de momentos. Una vez limpio lo abrió. Ahí dentro encontró fotografías tomadas por cámaras antiguas, analógicas, la transición a la fotografía digital se veía reflejada a medida que ella pasaba las páginas pesadas.
Se quedó quieta, mirando un recorte de un periódico. Lo acarició suavemente, en la imagen aparecía un joven apuesto, alto, con el cabello bien peinado, sus gafas de culo de botella no entorpecían en su rostro marcado. La imagen era relativamente nueva, la hoja estaba desgastada pero la calidad no se había perdido aún. En el pie de imagen podía leerse con dificultad "En memoria de Agustín ...". Ella miró por la ventana.
- Me haces falta... - Suspiró suavemente con los ojos húmedos.
Siguió mirando fotografías, el tal Agustín aparecía en casi todas, hasta que en un momento dado ya no se vio más su aparición y al poco de pasar páginas, ya no habían recuerdos que rememorar.
Cerró el álbum y se quedó un rato sentada, quieta, sin pensar ni decir nada. Por sus mejillas iban resbalándose las lágrimas del recuerdo. Júlia se levantó de nuevo, fue al baño y ahí contempló su reflejo. Aún veía en ella algo de él, poco, pero aún vivía en su piel. Se acarició suavemente la cara, borrando así el rastro de tristeza que las fotografías habían dejado en su rostro.
La puerta se abrió, entró una mujer mayor. Júlia salió del baño aún con los ojos rojos. La mujer estaba apoyada en el álbum de fotos que había encima de la mesa. Cruzaron una mirada y Júlia volvió a su sillón color turquesa desgastado.
- No volverá cariño, hay que aceptarlo. - le dijo la mujer posando una mano encima del hombro de Júlia - Papá sabe que le quieres, pero no quiere que sufras más.
- Lo se mamá, pero no lo puedo evitar. Solo puedo volver a revivir todos los recuerdos cuando cierro los ojos, pero nada más y realmente creo que es lo que más me duele, el echo de no volver atrás y sentir todo lo que sentía por aquel entonces.
- Así es la vida cariño, algún día también me iré yo y también tu, pero lo bueno de todo esto, es que dejamos un maravilloso camino a veces completo a veces incompleto detrás nuestro - La madre de Júlia cogió el álbum, lo abrió y de ahí sacó una fotografía donde estaba el padre de Júlia con ella en brazos recién nacida - y precisamente tu padre lo completó gracias a ti.
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Relatos
Short StoryTodos añoramos algo, una persona, un animal, un momento, pero a veces nos falta el valor de expresarlo o simplemente no sabemos encontrar las palabras concretas para describir a ese algo que tanto echamos en falta, por eso aquí os dejo pequeños rela...