hasta que su muerte nos separe.

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Cassandra no sabía ni donde estaba parada.

Era un viernes por la noche,le mintió a sus padres diciéndole que se iba a quedar en la casa cerca del lago de María Von Erthal,una compañera de sus clases de canto que era más blanca que la nieve.
En vez de cumplir sus palabras bajo hasta el bar donde todas las noches se desahogaba cantando y comenzó a tomar.
Primero un sencillo gin tonic,luego pidió una botella de whisky para ella sola y se sentó a olvidarse del mundo en una esquina solitaria.
El olor a sangre,sudor y alcohol puro intoxicaba el dulce perfume que se puso ese día,el asco que sentía por la suciedad de ese lugar mejoraba cada vez que recordaba que nadie la reconocía ahí.
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Al terminar más de la mitad de su botella decidió que era momento de irse y encontrar un lugar para pasar la noche,podía estar borracha pero aún así recordaba sus mentiras.
No sentía ni siquiera la movilidad de sus dedos,respiraba con la boca entreabierta y su cabeza tambaleaba cada segundo que pasaba.
Tras varios intentos de ponerse en pie se aferró a una mesa y tumbó la bebida de la persona que estaba ahí al mismo tiempo que logró su cometido.

-¡Disculpe!No era mi intención-Las palabras salían enredadas de su boca mientras ponía una mano en su frente ya que tenía miedo de la reacción del chico.
-No pasa nada-respondió-Se ve en un mal estado,¿está bien?-Su voz era profunda y rasposa,ignorando el hecho de que sus pantalones quedaron empapados fue a tomar de la mano a la chica y intentando delicadamente sentarla a su lado,se veía preocupado.
-Ah...-sentía como si le fuera a estallar la cabeza,pararse no fue la mejor idea-Realmente no-Balbuceó en un tono bajo,haciendo que a su compañero se le dificultara saber lo que estaba diciendo gracias a la música pero se notaba que ella no estaba bien.
Después de estas palabras su mano se posó en el hombro de la chica moviendo su cabello a un lado,giró su cabeza hacia el rostro del desconocido y se sorprendió de la sonrisa tan dulce que tenía en su rostro,sentía que podría ser el ángel guardián que la ayudara en esta tan terrible noche.
-¿Como te llamas-habló mientras desabrochaba la chaqueta roja de la chica.
-N-no...Hoy no quiero,por favor-el aliento caliente del extraño choco contra su rostro volviendo su sonrisa una mueca.
-Tranquila,hago esto porque estás sudando y en el estado en el que estás me preocupas-Como sintió que Cassandra se relajaba frente lo que pensó que eran buenas intenciones del otro,este bajo su mano de su hombro hacia su cintura,sujetándola-¿Que te pasó?¿Por qué estás así?-

-Quiero olvidar...Mis padres me quieren casar con alguien que ni siquiera conozco-
La mano del extraño comenzó a jugar con el borde de su camisa pero de lo mal que estaba ni se dio cuenta.
-Eso no es muy anticuado?-río-Deberías de estar con quien a ti te guste-La chica comenzó a sentir como sus ojos se nublaban con lágrimas mientras reposaba su dolorida cabeza en el hombro de la persona a la que le había tomado tanta confianza.

-Linda,no deberías de dejar que te hagan lo que quieran contigo y menos venir a un lugar como este a ahogar tus penas,cualquiera se podría aprovechar de ti-Bajo su mirada a sus labios sin que ella se diera cuenta-¿No crees?

-No...Eso realmente no pasa y aún menos me pasaría a mí,siempre me tocan los niños buenos-Una risa escapó de los labios del otro-Ya veo,no me respondiste a cómo te llamabas-

-Cassandra,¿tú?-las manos de este ya estaban debajo de su camisa subiendo y bajando por su piel-
-Me puedes llamar Luka-tomo la barbilla de la chica y acerco sus caras-Y lamento ser yo quien te informe que esta noche has caído en la boca del lobo.De un chico malo-

no es por nada pero soy malísima narrando conversaciones entre personajes,espero que no sientan mucho cringe por esto :( ♥️