como un hombre (no) ideal

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Los pensamientos atacan cruelmente a Yoongi y suspira cansado. TaeHyung lo nota desesperado, sabe que le pasa algo pero no lo dirá, acaricia su mano suavemente y la toma. Otra vez el ambiente tenso y el silencio incómodo.

–Hyung, lo siento

–Estoy bien, tae –responde tratando de animar al menor. –He sobrevivido otras veces a lo mismo.

TaeHyung sonríe y recuesta su cabeza en el hombro de Yoongi. Sus corazones tiemblan y se llenan de calidez al sentirse tan cercas.

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Echaba la cabeza para atrás y tapaba su boca mientras reía libremente de los chistes de su madre, TaeHyung cada vez que tenía la oportunidad de posar su mirada en Yoongi lo hacía sin desperdiciar ningún segundo. Era un caos total. Cada ocasión en que la familia Kim organizaba un banquete especial para reunirse y convivir todos parecía que lo hacían con otros propósitos.

–Yoongi, querido, pareces fantasma. Ve y toma sol dos días por semana al menos –invitó la señora Kim de forma hostil.

–TaeHyung ¿por qué tienes tan delgado a Yoongi? Él también debería tener pancita como tú  –objetó la tía Joy provocando las risas de las presentes.

–Esto me hizo recordar al muchacho educado que nos encantó a todas. Ah, ese Namjoon era un ángel. Pero volvamos al tema principal y comamos por favor –decretó la señora Kim con una sonrisa.

Yoongi tragaba bruscamente y tomaba rápidamente el viejo vino, no podía estar más ahí y se ocupaba de terminar su plato lo antes posible. –Estuvo rica la comida pero he terminado, provecho a todas, y con permiso, me dispongo a retirarme.

–En efecto, ese chico es muy raro. Nuestro TaeHyung en verdad necesita cambiar de gustos, ¿no, hermana?

–Se lo he dicho mucho, pero jamás me quiere complacer en eso

–Debería estar aquí Joonie y no él –argumentó la tía Rose y las otras asintieron –, ¿qué piensas tú, querido? –finalizó mirando a TaeHyung.

–Si le digo mis pensamientos ahora mismo estoy seguro de que las palabras que usaré no le gustarán para nada. Madre y tías, me retiro. Señora Yuki, la comida estuvo riquísima pero no la disfruté, de nuevo –dijo antes de irse.

–Sigamos comiendo, ignoremos el show que acaba de brindar como postre mi hijo. Les pido disculpas a todas.

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La noche era fría y el canto de los grillos  hacían estremecer a Yoongi. No podía ser como todos esperaban que fuera. El vino ahora era demasiado dulce y una copa no le servía de mucho, tomó la botella y pone sus labios en ella. Era una maldita estupidez estar ilusionado, necesitaba volver a la realidad que tanto lo llamaba. Yoongi nunca podría complacer a Taehyung  y menos estar con él toda una eternidad, aunque sus corazones estuvieran tan entrelazados y enamorados.

Estaba ebrio. Podía sentir el alcohol subir y esparcirse en todo su cuerpo, apretó los labios y esforzó la vista para tratar de divisar la anatomía del moreno. Por otra parte, TaeHyung sintió alivio de verlo ahí, tan pequeño y frágil. Sacudió su cabeza por lo apenado que estaba con él. El ambiente triste y nostálgico se presentía y parecía que nunca se iría de ahí.

–¿Qué opinas tú? –rompió el silencio Yoongi mientras volvía a darle un trago a la botella.

No hubo respuesta alguna, TaeHyung se acercó más al cuerpo cálido del mayor y bufó. No importaba su opinión ahora mismo, no le interesaba sus pensamientos porque sólo quería saber los sentimientos de Yoongi. Estaba cansado y enojado consigo mismo, TaeHyung disfrutaba del amor y madurez del mayor. Era exquisito pero también doloroso el pensar en él estando con él. Un maldito infierno, pero le aterraba estar sin la compañía del chico pálido.

–Te quiero, Yoongi.

–No te conviene decirme eso. Tampoco estar cerca de mí. Creo que sabemos la realidad pero queremos estar ciegos y vivir sólo de amor ¿se puede vivir realmente así? Si me pongo de rodillas ante tu madre... Es más probable que me decapite en vez de darme su aprobación.

–¿Hace falta más? –preguntó un tanto nervioso TaeHyung – Si estás pensando cosas fuera de lugar por lo que pasó hoy, jamás hay que volver aquí, pero por favor, no digas, no pienses, no sientas eso que está en tu cabeza y tratas de meter a fuerzas en tu corazón, Yoongi. Dios mío.

–Honestamente, es un error esto –suspiró el frío aire y continuó– y te tengo que dejar ir. Por tu bien, por mi bien y por el bien de todos. 

–Pero dijiste que si yo iba tú también irías, que no te importaba recorrer todo el mundo entero si era necesario solamente para encontrarme. Pero ahora mismo estoy aquí y no en otro lugar.

Lo miró y sintió una profunda tristeza recorrer todo su cuerpo y alma. Yoongi tenía miedo, qué haría ahora, después, luego.  ¿Qué haría sin su Taehyung alegrando su vida y su existencia?

–Sé que lo dije y recorrí todo el planeta sólo por tí y tus caricias tan extravagantes. Estoy cayendo y no te das cuenta. Sé que eres un niño precioso y te mereces más, sin duda alguna siempre tuve miedo de perderte y jamás volver a sentirte en mis brazos. Tu madre me odia al igual que toda tu familia, no soy ese tipo de hombre con el que te quieren ver y me conozco tanto que sé que jamás voy a complacerlos. No podría nunca porque no soy ese tipo de hombre y aunque me duela el corazón, ni lo seré.

Taehyung se sentía asfixiado. Su chico para él era el mejor, era su persona ideal y estaba muy enamorado de todo su ser. Le dolían esas palabras. Yoongi era el pilar de su vida, su joya más preciada y preciosa. Navegó tanto por los océanos para encontrar el tesoro más valioso y ahora se querían arrebatar de sus manos  y lo peor es que no podía hacer nada.

–Creo que estás exaltado, amor. No sé qué que decir pero yo quiero decir algo pero no puedo y estoy muy nervioso. Me tiembla todo. Me tiembla el alma de pensarme sin tí

–Taehyung, no digas nada.  Y sólo paremos. ¿Hmm? Hagamos esto un poco más liviano, porque siento que muero en vida.

–Yoongi, pero no quiero. Por favor, no te pediré nada. No seré exigente. No te obligare a venir aquí. Por favor. Yoongi, no me puedes hacer esto ¿Que tienes que tener para estar conmigo? ¿Que coño tienes que tener? ¡mierda mierda!

–Me hacen faltas tantas cosas para estar a tu nivel. Y me fallan tantas otras también. Hice mi mejor esfuerzo y mentiría si no te digo que me duele esto pero no quiero perjudicar tu futuro. Todo el tiempo que pasé contigo fue lo mejor de mi vida, cada momento donde tuve tu cuerpo y corazón fue como un sueño y es hora de despertar. Soy un egoísta y me llevo conmigo tu sonora risa y cada sonrisa que me regalaste mientras me decías que me amabas hasta el final. Me odio con todas mis fuerzas por no quedarme contigo y desvestirme tu perfume será un caos, sé que en el interior estarás bien, pero amor mío, tengo que irme entre este viento de otoño y perderme en las hojas secas de los árboles.

–¿Me recordarás siempre? Porque yo te llevaré como un tatuaje en mi piel.

–Te recordaré hasta el último momento de mi vida. Te amaré hasta que mi corazón deje de latir y cada sonrisa tendrá tu nombre por los infinitos de los tiempos. Recuerda que eres mi amanecer y mi flor de vida. Gracias por encontrarme y ser mi ser elfo mágico.

–Nunca podré dejar de pensar en tí y mi habitación estará esperando tu regreso.

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