Almuerzo ...
Adrián se encontró sentado en un banco cercano y estaba mirando hacia el edificio de la escuela. Usó un árbol como su escudo de los rayos del sol, aunque estaba nublado, lo que ocultó el sol por un momento. Era la segunda vez en esta semana que iba a esperar a alguien. La última vez fue el martes, y fue el viernes cuando sucedió una vez más.
Golpeando con los dedos el libro abierto sobre su regazo, sus ojos vagaron buscando una persona específica. Ya sabía el día y la hora exacta en que esa persona vendrá. Y ya había memorizado por qué camino pasaría. Le llevó semanas saberlo todo. No puede recordar cuándo exactamente comenzó todo, pero lo que sí puede recordar es que desde el día en que vio a esa persona caminar en el mismo día, hora y de la misma manera, siempre se encuentra siguiendo a esa persona en particular. Se dirige al banco para sentarse y esperar a verla una vez más. No le importaría en absoluto si esperará mucho tiempo solo para verla. Quería verla.
Adrián miró su reloj de pulsera. Treinta segundos, pensó. Los dedos que golpeaban se cerraron sobre el libro y su corazón dio un vuelco de emoción. Y en 4 ... 3 ... 2 ... 1, miró a su izquierda. Todo en su pequeño mundo se detuvo.
Ahí estaba, la chica que estaba esperando, la chica que hacía que su corazón latiera anormal-mente. Caminaba por el mismo camino y relucía. Estaba sonriendo a quien quiera que pasara, haciendo aparecer sus relucientes dientes y sin saberlo, haciendo que el pequeño corazón de un chico latiera con un ritmo loco.
Mentalmente sorprendiendo a la chica hermosa, Adrián pensó que las alas eran lo único que le faltaba. Incluso pensó que era realmente un ángel que perdió sus alas y deseó no encontrarlas nunca más para que se quedara aquí en el mundo humano para siempre. Aturdido, automáticamente susurró su nombre, "Aurora ... Mi ángel Aurora ..."
Adrián fue tomado por sorpresa cuando la chica llamada Aurora literalmente volvió su mirada hacia su dirección. Aturdido, rápidamente agarró el libro abierto de su regazo, fingió leerlo, usándolo para cubrir su rostro enrojecido. Pocos segundos pasaron, dejó el libro y vio a Aurora mirando hacia abajo y sonriendo.
Cuando Aurora ya estaba dentro del edificio de la escuela, Adrián suspiró en señal de logro antes de levantarse para dejar su lugar. Su misión estaba hecha.
Las cuatro y media de la tarde ...
Adrián se encontró sentado en una esquina de la biblioteca, mirando a su alrededor buscando a alguien. Y a este alguien se le dio un nombre que Adrián ya amaba: Aurora.
Después de dejar el banco durante el almuerzo, caminó hacia el pasillo y se dirigió a su próximo salón de clases. Mientras caminaba, accidentalmente escuchó a un estudiante con el que estaba familiarizado pero no con el nombre, diciendo que se encontrará con alguien con el nombre de Aurora en la biblioteca después de la escuela. Adrián dejó de caminar después de escucharlo. Antes de que comience a caminar nuevamente, un plan ya estaba decidido en su mente.
Nuevamente, usando el libro como su accesorio, buscó a Aurora, sabiendo que estará allí en cualquier momento. El chico en el pasillo lo dijo, ¿verdad? Pero pasaron los minutos, todavía no había señales de ella. Más tarde, los párpados de Adrián se volvieron pesados. Entonces no se dio cuenta de que ya se había quedado dormido.
Ya estaba oscuro afuera, pero las luces están encendidas dentro de la biblioteca, cuando Adrián se despertó. Miró a su alrededor y se encontró solo. Se frotó los ojos, se puso de pie y luego vio accidentalmente la ventana. Estaba lloviendo mucho afuera. Adrián se rascó la frente molesto. Él siempre odia la lluvia.
"¡Excelente! No justo hoy no traje mi paraguas". Bueno, nunca lo hizo.
Planeando salir de la biblioteca y esperar, cogió el libro que tomó para volver a colocarlo en su estante adecuado, y colocó su mochila sobre su hombro. Cuando terminó, salió de entre las estanterías altas. En el momento en que salió, estaba congelado en su lugar, con los ojos muy abiertos y el corazón latiendo anormal-mente, al ver a Aurora, parada frente a él, aturdida como él.
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Amor a Primera Vista
RomanceAdrián se quedó varado en la biblioteca con su amor platónico.