Hyung

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-El que pierda tendrá que hacer lo que diga el ganador.

Jaebeom escuchó de nuevo ese tonto pero divertido argumento. La misma tentación de siempre, el riesgo y la travesura mezclándose en aquella frase pronunciada por Yugyeom con una enorme sonrisa en sus labios a la vez que agitaba un vaso medio vacío en su mano.

Fin de semana en el departamento que compartía con Jackson. Pasadas las once. Mas de tres botellas vacías se acumulaban sobre la pequeña mesa del salón alrededor de la cual estaban reunidos los siete chicos. Era usual que hicieran ese tipo de apuestas. Formaban parte de las noches de fiesta y de la mayoría de sus anécdotas graciosas. Aun si Yugyeom sonreía, él mismo había visto su orgullo mancillado varias veces, sobre todo cuando perdía ante Bambam o Jinyoung.

Nadie quería perder ante Bambam o Jinyoung.

Sin embargo, esta vez los contrincantes eran otros. Jackson y Jaebeom nunca antes se habían enfrentado en ese casi mortal duelo de piedra, papel o tijeras. Nunca se había presentado la oportunidad y era palpable la tensión en el aire, sobre todo entre los menores, quienes a pesar del alcohol en sus sistemas estaban lo suficientemente atentos como para crear expectación, deseando ver cual sería el resultado del enfrentamiento entre los mayores.

Jaebeom pudo sentir esa tensión cada vez más pesada. Allí, en su propio apartamento, había pocos momentos tan serios como ese, cuando los gritos y las bromas se apagaban brevemente y todas las vistas se concentraban en las manos de los contrincantes, en sus puños cerrados listos para iniciar la corta y rítmica batalla.

Fue el propio Yugyeom quién recitó las palabras casi mágicas mientras ambos mayores sacudían sus manos una frente a otra, confiando en el destino, necesitando la victoria.

Papel y papel.

-Mierda. -exclamó Jackson, relamiéndose ante la nervios que sentía. Jaebeom estaba igual, sus manos se crisparon y dejó salir un pequeño chillido nervioso. Solo los demás sonreían. En cambio, ellos dos, estaban decidiendo sus futuros.

-¡Piedra, papel o tijeras! -exclamó Yugyeom de nuevo, sin dejar mucho tiempo a la expectación.

Piedra y piedra.

-¡Deja de sacar lo mismo que yo, maldita sea! -Jaebeom se permitió ceder levemente a los nervios, sacudiendo sus manos antes de volver a enfrentar a Jackson. Esta vez sería la decisiva.

-¡Deja de hacerlo tú! -protestó el menor, preparándose también para la siguiente ronda.

-Dan miedo -comentó Bambam, riendo ante la seriedad de sus hyungs-. ¿Qué clase de cosas tendrán en mente para el perdedor?

Jaebeom alzó su mirada, encontrándose con la de Jackson, quien también lo miraba de vuelta con intensidad. Honestamente, no había pensado en nada. La posibilidad de ganar solo se sentía como un escape. Si ganaba, no tendría que hacer lo que Jackson le pidiera, así de simple funcionaba el asunto en su mente. Pero Bambam tenía razón, si ganaba, podía pedirle a Jackson que hiciera lo que quisiera.

Cuando lo ponías así sonaba bastante bien.

Dejó salir una sonrisa traviesa y cerró su puño, listo para volver al ataque. De nuevo la tensión, mientras la voz de Yugyeom rompía el coro de leves quejidos emocionados. De nuevo los golpes de sus manos en el aire, uno, dos y tres.

Piedra y tijeras.

Esta vez el resultado fue distinto. Los gritos probablemente se escucharon en el primer piso del edificio. Bambam brincó, sacudiendo los hombros de Jaebeom. Todos levantando sus tragos, chillando. Jackson se puso de pie, alzando su mano. Su puño cerrado enarbolando la "piedra" que acababa de darle la victoria.

Hyung | JackBeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora