❝A veces cuando planeas una cosa, te sale otra completamente diferente. Y en mi caso, tuve que dejar mi dignidad para tomar una decisión que me perjudicaría para TODA la vida... No sé porque no me arrepiento❞ ─𝗧𝘀𝘂𝗴𝘂𝗺𝗶 𝗔𝗯𝗮𝗿𝗮𝗶.
➜ Los pers...
Las personas que pasaban por aquella calle, comenzaron a huir por la amenaza. Salvo una persona quien se quedó parada sin decir nada, quedando inexpresivo al mounstro en frente de él.
—¿Qué es esto? ¿No vas a huir? Kukukuku~.
Preguntó incrédulo el Kaijin hacia el único pelinegro, quién sólo suspiró ante el mounstro.
—Te ves como un nuevo empleado de oficina en camino a su casa, kukuku~. Yo soy Kanirante, que se transformó de pronto después de comer muchos cangrejos.— Se presenta el cangrejo mutante. —Me sorprende que no estés muriendo de miedo, kukuku~. Has de querer morir. ¿Es eso?
El pelinegro de ojos marrones no decía nada en todo el tiempo que el Kaijin le estuvo hablando, hasta ahora responde.
—Te equivocas en una cosa...
—¡Tsugumi! ¡Mamá dice que bajes para ce-...! ¿Eh?
Genial, tenía que ser mi hermano mayor a interrumpir el gran momento de mi personaje favorito.
Lo miré de reojo con molestia frunciendo el ceño. Él al notarlo no le importó.
—¿Otra vez estás mirando tus animes raros?
—¿Y acaso no sabés que antes de entrar se toca lo que se llama puerta? Maleducado.— Le contesté con sarcasmo, sin dejar de mirarlo con neutralidad.
—Agh, como sea. Ya te vine a avisar, ya es tu problema de bajar o no.— Cerró la puerta de mi habitación, escuché sus pasos alejarse.
—“Hmph, sólo vino a joder y ya.”— Pensé fastidiado.
Cómo ya vieron, mi hermano y yo tenemos una agradable química, hasta nos leemos la mente. Nah, mentira. Honestamente, Yoshiro es un idiota descerebrado que hasta apenas y saca un seis en cada materia y, me encanta molestarlo.
En fin, voy a tener que pausar mi serie favorita: One Punch Man.
Salí de mi habitación para después bajar a las escaleras e irme a la sala/comedor, sentándome a un lado de mi padre, quien ya estaba comiendo la cena que siempre preparaba mi madre.
—Hasta que llegas, hijo.— Comenzó a decir mi progenitor revelando mi existencia.
—Casi se te enfría, Tsugu-chan, come.
—Es imposible mamá, todavía puedo divisar el humo que genera la comida que preparaste.— No hacía falta mi respuesta directa, dirigiéndome a ella. —Aún así, gracias.
Mi progenitora rió levemente. —Jeh, no hay de qué.
—Hmp, idiota.— Alcancé a escuchar un murmullo de mi hermano mayor.
No le tomé importancia y mejor me puse a comer.
La cena transcurrió como siempre entre las pláticas de mis padres y en las de mi hermano mayor, que sólo es mayor por un año. Pero al parecer se comporta como todo un adolescente a su edad, aparte de no tener Quirk.
Terminé primero de cenar, no sin antes agradecer de nueva cuenta a mi madre, lavé mis trastes, y avisé a mis padres que estaría en mi habitación. No hacía falta que Yoshiro me insultara como siempre, ganándose reprimendas de mi progenitora.
Mañana ya sería lunes, a regresar a la maldita academia de puros idiotas con problemas de fe en ser héroes o en ser villanos.
Ya estando en mi habitación, cerré la puerta, sin ponerle seguro claro. Me dirigí a mi ordenador sentándome en la silla, reproduciendo después el episodio en el cual me quedé por ver.
Varias horas después, ya eran las 11:15 p. m., a su pin...
Sin querer, murmuré apenas una grosería, seguido se oyó la puerta de mi habitación ser tocada.
—Hijo, ¿todavía estás despierto?
—“¿Ah? ¿Es mi mamá?”
—... ¿Tsugumi?
Comencé a sudar frío, rápidamente apagué todo lo que estuviese prendido, conecté mi celular y me fui a abrirle la puerta, bueno, en realidad la dejé entreabierta.
—¡Oh! Buenas noches...
—“Esto es muy raro.” ¿Qué ocurre, mamá?
Su iris negra se conectó con la mía que también heredé de ella, demostraba incomodidad, pude observar que también estaba nerviosa, no paraba de mover sus manos que estaban entrelazadas. Algo planea.
Sin dejar mi lado serio, abro con totalidad la puerta de mi cuarto, analizándola primero.
—¿Vas a decirme que sucede o...?
Con voz algo titubeante llega a mis oídos, la escuché con atención. —Ve-Verás Tsugu-chan, tu padre y yo tenemos una noticia que decirte...
Sin querer, la interrumpí sin evitar una sonrisa de lado por parte mía. —¿Por fin mi hermano admitió que es Gay?
—¿Eh? ¡No! Tu hermano está bien, por favor, no bromees con ese tema.
—Jaja, lo sé. Gomen'.
Ella soltó un suspiro pesado, ahora mirándome con más tranquilidad.
—Acompañame, hijo.
Con esas simple dos palabras, quiso terminar la conversación, tomándome con suavidad mi mano zurda para llevarme a la sala de nuestra vivienda.
Tengo una maldita corazonada. Y creo que no va a ser bueno. Sólo espero que si Yoshiro tiene algo que ver, que se vaya preparando el muy pendejo.
(...)
Apariencia del Protagonista.
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Nombre: Tsugumi Abarai.
Rōmaji: Abarai Tsugumi.
Kanji: あばらいつぐみ.
Color de Ojos y Expresión: Negro, mayormente tiene una expresión indiferente y despreocupada, a veces suele mostrar lo que de verdad siente a través de su mirada perezosa.
Color y estilo de cabello: Blanco, su estilo lo trae rebelde y le llega hasta el cuello, a veces lo tiene amarrado en una pequeña coleta baja.
Estatura: 1.56 centímetros.
Peso: 48 Kilogramos.
Cumpleaños: 29 de Febrero.
Porros no ರ╭╮ರ. Zumitos sí. (◠‿◕)
En cuanto a lo que es en su personalidad, defectos, gustos y disgustos; lo sabrán por medio de la historia. :D
Ah, y quisiera preguntarles algo.
—¿Quieren que el protagonista tenga un Harem o un Crush en específico?
