𝐅𝐫𝐞𝐚𝐤 ▬▬▬▬ Ɗιαвσℓιк ℓσνєяѕ

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❝Familia Sakamaki❞

[�]; ── Nosotros somos los Mahara. Sera un gusto servirles, Sakamaki.

──By: ¿?

Años pasaron desde que Akihiko se encontró con Tougo, para ser más exactos diez años.

Durante todo ese tiempo el vampiro se encargó de ayudar al pequeño. Le todo aquello que necesitaba y más, lo cuido como si fuera su verdadero hijo. Le enseño modales, le trajo profesores particulares y también le enseño como sobrevivir a toda costa. Pero claramente estamos hablando de Karl, puesto a que cuando el Mahara menor cumplió sus quince le pidió un trabajo al mayor, este al saber de las habilidades de combate y más del muchacho, lo llevo a que se reclutara en la mafia.

Si bien le dio un trabajo peligroso a Akihiko poco le importo, comparándolo con su vida antes de conocer al Sakamaki estar en la mafia no era nada.

Pero si de algo estaba agradecido el, ahora, mayor de edad era que le ayudo con su madre y abuela. Luego de que el acepto la ayuda de Karl, este, de manera inmediata llamo a un ¿mayordomo? Bueno, lo que sea, a buscar a su familia y darles atención médica. Luego de la atención medica que recibieron ambas el Sakamaki las mando a un manicomio bastante reconocido.

Aunque como era de esperar su abuela logro salir de allí renovada mucho más rápido que su progenitora, era obvio que su madre sería la más afectada.

De igual manera, aunque fuera obvio para Mahara, se odio a si mismo por no poder haber hecho nada, ni siquiera podía ir a visitarle puesto a que se encontraba demasiado débil de salud. Tampoco le podía hablar por teléfono u verle la cara tras una pantalla, sus ojos estaban demasiado irritados como para soportar el brillo de una computadora y su coz ni siquiera se dignaba a salir. Lo único que podía hacer era mandar cartas, solo cartas. . . cartas y dibujos, nada más.

Si bien al joven le fue difícil, tanto Karl como su abuela le ayudaron y se convirtieron en sus más grandes pilares.

Akihiko si bien sabía que un vampiro no era de confiar, confió en Karl y por más raro que suene, Karl le ayudo, Karl se volvió su salvador y su pilar.

Y Mahara ya tenía dieciocho, ya era mayor de edad.

Ya podría devolverle el favor al Sakamaki, a su salvador.