jardín de invierno

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Jardín de invierno

Pablo Neruda

Llega el invierno. Espléndido dictado

me dan las lentas hojas

vestidas de silencio y amarillo.

Soy un libro de nieve,

una espaciosa mano, una pradera,

un círculo que espera,

pertenezco a la tierra y a su invierno.

Creció el rumor del mundo en el follaje,

ardió después el trigo constelado

por flores rojas como quemaduras,

luego llegó el otoño a establecer

la escritura del vino:

todo pasó, fue cielo pasajero

la copa del estío,

y se apagó la nube navegante.

Yo esperé en el balcón tan enlutado,

como ayer con las yedras de mi infancia,

que la tierra extendiera

sus alas en mi amor deshabitado.

Yo supe que la rosa caería

y el hueso del durazno transitorio

volvería a dormir y a germinar:

y me embriagué con la copa del aire

hasta que todo el mar se hizo nocturno

y el arrebol se convirtió en ceniza.

La tierra vive ahora

tranquilizando su interrogatorio,

extendida la piel de su silencio.

Yo vuelvo a ser ahora

el taciturno que llegó de lejos

envuelto en lluvia fría y en campanas:

debo a la muerte pura de la tierra

la voluntad de mis germinaciones.

Así como este poema han muertos mis sueños y nuestro distante y ensordecedor futuro, amor solo vivo por nuestro fruto que aun apacigua en el lecho materno, cada día siento como crece y los cambios vienen con el.

No se como se llamara pero por ahora es un pedacito de vida me gustaría llamarlo como tu Joel;

No se si sera niña o niño pero hoy voy a ver al ginecólogo quiro ver que el este bien

Las calzadas de Madrid repletas de personas en su típica rutina, camine dos calles para llegar al hospital al verlo me sentí pequeña era una cúspide de concreto las facciones añejas recordándome lo cruel que a veces es el turbio destino.

La entrada era angosta con un acabado moderno, al frente se encontraba un largo pasillo, al enfilar mi camino a la recepción vi parejas sentadas unidas, con amor y esperanza en aquellos preocupados rostros.

Una caucásica y simpática mujer me atendió dándome formularios para llenar.

Que pregunta tan tonta ¿cuando fue su ultima relación sexual?.

_señoríota Babett Connor pase, la espera el doctor.

._pase señorita Connor soy el doctor Ruben, es un gusto a tenderla, si es posible podría recostarse para ver al feto.

El gel era frío y en el instante en que sus pequeños latidos comenzaron a escucharse por toda la estancia llore, de alegría después de dos meses de tu partida.

El invierno comenzaba a derretirse ya que no había mas dolor en mí interior.

ASI MURIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora