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- ¿Tenés lija?

Había pasado como una hora hablando con Valentín desde que llenamos el depósito de gasolina y se me había olvidado por completo que aún no había comido nada desde el día anterior.

- La verdad es que sí, ¿sabes de algún sitio no muy lejos de aquí?

- Claro que sí, te llevaré a mi restaurante favorito, posta no has probado nada mejor en tu vida.

- A ver si es verdad - dije riendo.

Llegamos al sitio y Valentín me obligó a probar un montón de cosas típicas de Argentina.

- Valentín por favor no, voy a explotar. Si me das algo más para probar van a tener que llamar a una grúa para poder sacarme de este sitio.

- Daleee, no podés estar en Argentina y no probar una milanesa.

- Vale pero solo eso y nos vamos, que al final voy a parecer una embarazada...

- No pasa nada, será un bebé precioso - dijo acercándose a mi tripa con ternura - bueno, solo si sale al papá.

- ¿Cómoooo? - Le lancé una patata frita mientras reía nerviosa. Seguro que estaba re roja en ese momento, que atrevido este wosito...

Después de un largo rato volvimos al coche y Valentín arrancó.

- María...

- ¿Que pasa?

- ¿Podemos parar en un sitio más antes de ir al hotel? - dijo haciendo puchero.

No me pude resistir a esa carita, moría de ternura.

- Está bieeen pero que sea rápido, ¿vale?

- Bieeen.

(...)

- Llegamos - dijo Valentín satisfecho.

- Eh, ¿dónde estamos exactamente?

- Te aseguro que en uno de los lugares más bonitos de todo Buenos Aires.

- Si tú lo dices... - me quedé mirando lo que era una especie de casa abandonada hace bastantes años sin encontrarle mucha belleza, la verdad.

- Supongo que tiene su... Encanto - dije para que no se sintiera mal.

Valentín se me quedó mirando aguantándose la risa.

- ¿Qué pasa?

- Nada, nada... Pffff - después de decir esto estalló de la risa dejándome incapaz de entender por qué.

Sin parar de reír, me cogió de la muñeca y entró en la casa. Subimos unas escaleras de caracol y llegamos a una azotea.

- Éste es mi lugar favorito.

Nos sentamos en una especie de banco y wos me señalo el horizonte.
El sol se iba ocultando poco a poco mientras la noche se iba acercando lentamente detrás de nosotros dejando ver a su paso un manto oscuro repleto de estrellas brillantes.

Me quedé sin palabras mirando el cielo y volví la vista a Valentín.

- ¡Esto es precioso! Muchas gracias por traerme aquí.

- Sabía que te gustaría - dijo mirándome fijamente con sus preciosos ojos azules.

Nos envolvió un silencio cómodo.
No me había dado cuenta pero estábamos muy cerca el uno del otro. De pronto, apartó la mirada con una expresión más dura.

- Tengo que decirte algo... - no sabía que esperarme, este chico era tan impredecible...

- Dime.

- Verás... Es que... No se que me vas a hacer por esto.

- ¡Vamos, dilo ya!

Lo siguiente que escuché era sin duda lo último que me podría haber imaginado.















- El hotel que me dijiste cerró hace tres meses.

***

Salu2!

Volví con esta mierdita pero bueno algo es algo...

Cuidaros mucho que ya queda menos para que pase todo esto ❤

Bai -3-

~ Boludo ~ Wos | CANCELADA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora