Un horrible pitido me despierta. Siento como si en mi cabeza hubiera un concierto de heavy metal al que no me han invitado. Suspiro y apago la alarma, mientras me levanto de la cama. Todavía está encendida la televisión que no apagué anoche, y los restos de lo que fue mi cena están sobre la mesa. Pongo la cafetera, abro las cortinas y busco algo que ponerme. Después, recojo mi alocado pelo rubio y maquillo mis terribles ojeras. Es martes, así que me toca trabajar hasta las 8. Bebo poco a poco mi café solo mientras veo las noticias. Una guerra, el cambio climático, más violencia de género. Miro el reloj mientras guardo mi portátil y los planos para un proyecto que estuve trabajando anoche. Voy bien de tiempo. Cojo las llaves del coche, que están sobre la mesa, mi abrigo y una bufanda. El invierno comienza a recorrer las calles de Madrid. Cierro la puerta con un portazo y me dirijo hacia el ascensor, esperando no encontrarme con Sofia, mi vecina, el ser más metomentodo del mundo entero. Vuelvo a mirar el reloj mientras entro en el ascensor y pulso la planta baja. Las 7:45. Perfecto. Es otro día más, otra mañana igual. Nada especial, son las mismas caras desagradables, el mismo café horrible y la misma charla del jefe a última hora.
Ésta es mi vida, la vida de Zara, trabajadora a tiempo completo, amante del café y de los buenos libros; con el corazón roto desde hace 5 años. Todo parecía una ridícula película en blanco y negro hasta que tú, querido chico de la escalera, entraste de lleno en ella. Y ya no volví a ser la misma. Y tú no volverías a ser el mismo.
N/a: Bueno, esta es una nueva idea que se me pasó por la cabeza, y quise probar a ver qué os parecía. Espero que disfrutéis con la pesimista Zara y con el misterioso chico de la escalera. Hasta luego,
-R

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El chico de la escalera
Romance¿Ha sido el destino que el despertador no haya sonado esta mañana? ¿Ha sido el destino, o simplemente es casualidad que esté llegando tarde al trabajo y el ascensor esté averiado? ¿Ha sido casualidad bajar con prisas las escaleras y verle ahí, con a...