Noches de insomnio

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Tenía 9 años cuando ella se fue. Lo recuerdo perfectamente, un momento que quedado grabado en mi memoria sin intención de irse.

No es fácil sabes, ver como la persona que más amas se le va la vida sin poder detenlo. Sostuve su mano fría fuertemente y le grite desesperadamente a que despertara, las lagrimas amargas caían de mis ojos y el dolor de mi pecho comprimido hacía difícil mi respiración.

Los doctores entraron segundos después al escuchar el alboroto, mi tío le grito a spinel para que me apartara de ahí. Acatando la orden, me envolvió en sus brazos sacándome de la sala. Patalee para que me soltaras y le di varios golpes en los brazos, pero ella nunca me soltó. Se apoyó en la pared y se deslizó al suelo.

Momentos después me relaje y solo quedaron llantos, escondí mi cabeza en su hueco de su cuello sintiendo como reafirmaba el abrazo apretando más a ella. Acaricio mi cabello y en susurros rotos, dijo —todo estará bien— quiera creer eso.

Ella murió a las 4:15 de la tarde. Sus velorio fue dos dias después y parecía que el día sentía nuestro pesar porque la tenue lluvia empezó a caer en nuestros rostros llevándose las lagrimas de aquellos que la amaban.

Frente a mi yacían dos lapidas juntas, mis padres habían muerto con solo un año de diferencia. El, muerto por una bala y ella, envenenamiento. Nadie se lo esperaba, jamas pensaron que dos personas como ellos se fueran tan rápido. Pero la vida es cruel y trae consigo golpes más fuertes que otros, ese por ejemplo, fue el más feo que he experimentado en mi vida.

Las personas se dispersaron y cuando pensé que me había quedado solo, Spinel sostuvo mi mano, se hincó frente la lápida y empezó a rezar. En ese momento no lo comprendía por lo egoísta que era, no comprendía que no solo yo la había perdido, por eso cuando mire su acción el coraje recorrió mi cuerpo y bruscamente solté su mano. Le patee la tierra a la cara y le grite...

—TODO ES TU CULPA—

Me hubiera gustado nunca decir eso pero el pasado no puede ser borrado, es lo que nos hace ser lo que somos ahora.

Spinel solo me miro y bajo la cabeza temblorosa para subirla momentos después con una gran sonrisa aumentando mi rabia, con un odio a esa sonrisa la empuje al suelo y le grite diciéndole que deseaba que fuera ella la que estuviera muerta y no mi madre. Me aleje de ella corriendo pensando en lo egoísta que era, ella no estaba llorando, ¿eso significaba que no le dolía?.

Me perdí tanto en mis pensamientos que no supe a donde corrí y terminé perdiéndome, voltio a todos lados intentando localizar algo que recordara, pero nada. Estaba solo.

~•~

La llueva no cesaba teniendo que reguardarme de ella bajo un árbol, me abracé a mi mismo al comprender que estaba solo, no tenía familia y nadie se preocuparía por mi. No quería quedarme con Nicolás porque algo dentro de él, le decía que era responsable de la muerte de su padre pero no lo tenía comprobado.

Llore al sentirme solo y abandonado. Tenía tanto frío y solo quería estar con mi mami. Vaya que ya no podía ser así.

La policía me encontró horas después y me llevaron a lo que podría llamar casa, una spinel temblorosa y débil me recibió agradeciendo a los oficiales.

Sin ganas de estar con ella me parte y subí a mi habitación.
Esa noche no pude conciliar el sueño y solo me dediqué a llorará.

glasses of milk, flowers and heart ties (AU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora