1_ TRANSFORMACIÓN

1K 104 7
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(.♡.)

—¡Buenas noches familia, los quiero!— les grite a mi familia desde la puerta de mi habitación.

Hoy había sido un día cansado para nosotros, mi hermano y yo estábamos enfrentando el divorcio de nuestros padres.

Mi padre en este momento va ganando la custodia de los dos, pero mi madre se a quedado con nosotros mientras consigue una casa donde vivir, y aunque ellos se ignoren constantemente, aveces la irá le gana a mi papá al ver a mi madre llegar extremadamente borracha.

Hemos tenido que soportar horas y horas entre gritos y cosas rompiéndose, y no a sido fácil.

Es duro ver a las personas con quien creces toda la vida,  separarse de la noche a la mañana.

Decidí ir a ducharme, se que ya es tarde, pero ocupo relajarme y solamente puedo hacerlo en un baño de agua caliente.

Así que agarre mi pijama azul con patitos, mi ropa interior, me hice una coleta de caballo, y me dirigí a la ducha.

Por suerte me pude relajar lo suficiente para olvidarme de todo por un rato.

Salí ya vestida, con una sonrisa de satisfacción en mi rostro.

Una ducha caliente en la noche es lo mejor.

Solté mi cabello y me senté en mi cama, y me empecé a comer el chocolate que había robado del cuarto de Lucas, desde que ví la envoltura no me pude resistir, era chocolate blanco con relleno de fresa, uno de mis favoritos.

En ese momento mi hermano entró.

Escondí el chocolate lo más rápido que pude.

— ¡ví eso Lizzy! ¡Ese era mi chocolate!— dijo señalandome con un dedo, mientras hacía una cara de resentimiento.

De pronto saltó hacia mi, tratando de quitarme el dulce de las manos, haciéndome cosquillas.

—No— dije entre risas, alejando mi mano lo más posible de él.

De un pronto a otro el chocolate se resbaló de mi mano, haciendo que cayera por la ventana que estaba abierta.

— Ahora ya no es de ninguno.— dije sacándole la lengua, como una niña pequeña.

El río por mi acción, y solamente me dió un abrazo que yo correspondi.

— Te amo hermanita, descansa.— dijo dándome un pequeño beso en la frente.

Rodé los ojos, aunque fuéramos mellizos, el siempre que tiene la oportunidad me recuerda que soy la menor, por 5 minutos.

— Tú igual, yo también te amo, bye.— dije mientras le cerraba la puerta.

Al menos con todo lo que está pasando con nuestros padres, mi hermano y yo nos podemos apoyar mutuamente, y eso hace que nos volvamos más unidos.

Cerré la ventana y me tapé con mis sabanas, ya lista para dormir.

Estuve varios minutos dando vueltas y vueltas, tratando de quedarme dormida, pero no podía, de pronto un calor invadió mi cuerpo.

Tuve que pararme y sacarme la pijama, quedando en ropa interior para poder refrescarme un poco.

Era demasiado el calor que estaba sintiendo en este momento.

Abrí otra vez la ventana, haciendo que el viento pegará directamente en mi cara.

Por suerte mi habitación daba hacia el bosque, y nadie podía verme como estába.

Me empezó a doler la cabeza.

Me toque la frente, la tenía hirviendo en fiebre.

Qué raro, yo hace cinco minutos me sentía bien.

Me estaba empezando a poner histérica, no sabía porque, en este momento lo único que quiero es salir.

Me puse unos jeans cortos y una blusa sin mangas, y salí de la casa.

Me alejé unos cuantos metros de la casa, adetrandome en el bosque.

No me había dado cuenta en hoy era noche de luna llena.

Estuve varios minutos caminando en círculos, por alguna extraña razón por me podía quedar quieta.

Sentí algo raro en mi pierna, al tocarla pude sentir pelo, pero de animal.

¿Pero que...?

Miré mi tobillo aterrorizada, y efectivamente, había pelo blanco que se empezaba a expandir por mi pierna.

Miré mis uñas al sentir un dolor punzante, me dí cuenta que me estaban saliendo garras.

Grité asustada, pero no tan alto, aún estaba cerca de la casa y no quería despertar a mi familia, y menos que me vieran así.

De un pronto a otro sentí un horrendo escalofrío que me recorría la espalda.

Sin darme cuenta ya estaba en cuatro patas.

Me había convertido en un lobo.

Me había convertido en un lobo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

VOTA  -  COMENTA  - SIGUEME

Espero y les haya gustado.
¡Os quiero!

LICANTROPÍA [TWILIGHT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora