El cielo está en ti

Ella caminaba, sin sentido alguno, su mirada era fría y vacía. Solo seguía sus pasos, no tenía ningún camino fijo, ella solo acostumbraba a caminar donde sus pies la dirigían. Siempre iba al mismo parque, el mismo árbol y la misma actividad. Siempre acostumbraba a leer un libro, cada semana era uno diferente.

Nunca le he hablado, no me atrevo, lo único que he visto en ella son sus ojos. Sus ojos son color celeste, como el cielo o como el mar. Me encanta cuando cruzamos miradas, porque así puedo ver sus ojos, los cuales me producen una adicción, que no puedo controlar, no puedo dejar de ver esos ojos color celeste.

Todos los días, salía a caminar a la misma hora. Pero ahora sería un día diferente, por fin hablare con ella. Me he dado cuenta de que mis padres, son amigos de sus padres, ahora es el día en que pueda cruzar palabras con ella.

Me alisto, hago todo lo posible para quedar radiante. Esta es la noche en la que le hablare. Bajo donde están mis padres; al bajar noto a mis padres preocupados ¿Pero ¿qué está pasando? Voy directo hacia mi padre para que me diga que está pasando.

-Papá ¿Qué está pasando? - pregunto preocupado. Veo que mi madre está llorando- ¡Papá! ¿Por favor dime que está pasando?

-Hijo, te acuerdas de los invitados que vendrían. Ellos tuvieron un accidente en la carretera... Por el momento no sabemos si podrán salir vivos de esto- dijo triste.

Justo cuando no sabes que hacer, te haces esta pregunta ¿Por qué la vida siempre te trae sorpresas? Son cosas inexplicables. Un día planeas algo y al momento pasa algo que no sabes cómo paso. No es una casualidad; las casualidades no existen, es tan solamente un invento del ser humano para explicar acontecimiento que son difíciles de creer, quiere convencernos que ha ocurrido algo solo porque si y no porque tiene una razón, cuando todos sabemos que cada insignificante cosa en este enorme mundo tiene una concreta razón de ser y existir.

Mis padres han decidido ir al hospital. Cuando llegamos vemos a dos ancianos llorando desconsoladamente, supongo que son los abuelos de ella. Mi padre va directo hacia ellos, pero ellos solo niegan, mi padre camina de nuevo donde nosotros; en su cara solo puedo ver angustia, tristeza y rabia. Mi madre abraza a mi padre inmediatamente, un abrazo solamente significa una cosa, alguien murió o están muy graves.

Mi desesperación por saber que ha pasado crece inmensamente ¿Qué tal si es ella? Me volvería loco, ya no volver a ver esos ojos color celeste me mataría... y cada día lamentarme por no atravesar ninguna palabra con ella. Cada vez que la veía siempre me ponía a pensar ¿Ella me notara? O ¿Si algún día ella me hablara? Sería el comienzo de una gran amistad, que poco a poco aumentaría hasta convertirse en un bello amor. No aguanto más, quiero saber que ha pasado.

-Papá ¿Qué paso? - digo tranquilamente para no aumentar la tensión.

-Hijo- dice aun con lágrimas en el rostro- Los padres de Elizabeth han muerto... y lo peor de todo es que Elizabeth ha quedado ciega.

Un nudo empieza a formarse en mi seca garganta. En estos momentos solo pienso en el dolor que ella está pasando ahora. Su nombre es hermoso, quien diría que alguien tan hermosa, tendría tan fino y elegante nombre. Ahora en mi mente solo resuena ese nombre Elizabeth, mi corazón late cada vez más rápido; oh mi querida Elizabeth ¿Por qué a ti? Me pregunto ¿Podre verla? Quiero estar con ella, aunque sea un momento en silencio para que ella no me note.

-Papá... ¿Puedo pasar a verla? - dije desesperado.

-Hijo no creo que se conveniente, además lo mejor es que sus abuelos estén con ella.

Una gran tristeza se apodero de mí, sé que es muy pronto para enamorarme, pero, yo siempre he creído en el amor a primera vista. Para muchos es solo una fantasía patética que el ser humano ha inventado, pero yo aún creo en ese amor.