Bondage

Único

─Zhan-gēgē, quiero jugar.

Un lascivo y excitado Wang Yibo susurraba al oído de su novio mientras veían la tv sentados en el gran sillón del living.
XiaoZhan tragó saliva. Sabía a qué se refería su travieso BoDi, pero debía admitir que se sentía extraño con la idea de utilizar elementos de bondage durante el sexo.

Zhan conocía a Yibo desde hace tiempo y, si bien antes de ser pareja parecía un muchacho muy tranquilo y apasible, nunca llegó a pensar que sería un completo ninfómano adicto al sexo. No era que él no lo disfrutase, al contrario, amaba tener intimidad con el menor pero a veces a Yibo se le ocurrían ideas muy poco convencionales que sorprendían a XiaoZhan cada vez más.
Esa vez, la palabra Bondage salió de la boca de su novio mientras yacían acostados sobre el colchón de su habitación. Zhan quedó sorprendido ante tal pedido del menor y le respondió que lo pensaría.
A la semana ya habían comprado todo lo necesario como arneses, un par de esposas, mordazas, vendas y demás elementos que hicieron que el mayor se sintiera muy avergonzado al ir al sexshop y pedir semejantes cosas.

Ahora, por primera vez saldría radicalmente de su zona de confort y se animaría a mucho más junto a su amante.

─¿Ah sí? ¿A qué quiere jugar, BoDi?─ respondió sensual ante el pedido de su novio.

─A saborearte completamente mientras escucho tus incesantes jadeos, Zhan-gē.

El mayor tomó el rostro del menor entre sus manos y comenzó a besar sus dulces y deseosos labios rosados.
Por otro lado, Yibo comenzó a acariciar a XiaoZhan comenzando por su lechoso rostro hasta terminar en su miembro aún dormido.

─BoDi ¿No puedes esperar hasta tenerme amarrado a la cama?─ pronunció su gēgē entre jadeos.
Yibo cortó el beso y mirando con ojos lujuriosos preguntó: ─¿Realmente quieres hacerlo de esta manera?

El masaje en el miembro del mayor se fue intensificando una vez que XiaoZhan asintió con su cabeza, aún soltando sonidos excitantes desde su profundo ser.

Mientras los besos eran cada vez más necesitados, Yibo tomó a su amante por los glúteos y lo llevó a horcajadas hasta la habitación que los dos compartían en el espacioso apartamento que ahora estaba inundado de jadeos por parte de la pareja.
Dejó a XiaoZhan acostado sobre la cama y corrió hasta el closet donde en una discreta caja guardaban sus más vergonzosas y estimulantes fantasías sexuales. De allí sacó un arnés, una venda, una mordaza, un par de cuerdas y una paleta que de seguro haría que su hermoso hombre pidiera más y más.
Con movimientos desesperados volvió a la cama dejando los elementos a mano en la mesa de noche, y mientras besaba por octava vez con deseo a XiaoZhan comenzó a desnudarlo.
Todo el cuerpo de su pareja quedó expuesto ante él, incluso su ya erecto pene que amenazaba con emanar pequeñas gotas de presemen.

─Aún no, Zhan-gēgē. No permitiré que derrames una sola gota de tu semen hasta que nuestro juego haya terminado ¿Entendido?─ susurró en el oído de su pareja mientras la lamía.
XiaoZhan lanzó un quejido placentero al escuchar la orden de su "amo", pues justamente de eso se trataba. Su gran erección sería satisfecha al final de una sesión de dominio y sumisión.

─Así me gusta.─ dijo Yibo cuando el mayor dejó de jadear esperando su accionar.

El menor tomó el arnés y la venda para cubrirle los ojos. Mientras logró poner el arnés a su novio junto con su ayuda. Éste elemento dejaba expuesta totalmente la longitud de XiaoZhan y sus testículos, una imagen que deleitó a Yibo completamente y llevó aún mas sangre a su pecado, poniéndose más duro.
─Realmente me gustaría tomarte en este mismo momento, pero.... quiero hacerte esperar.─ afirmó Yibo tomando las cuerdas para colocarlas en las muñecas de XiaoZhan y atarlas a la cama.
─Eres malo, BoDi. Muy muy malo... Pero me gusta.─ Zhan hizo un puchero que enloqueció a su novio por completo y provocó que éste lo besara con pasión mientras tomaba entre sus dedos los pezones de su acompañante.